— Nunca imagine estar aqui...es injusto! -dije devastada-.
— ¿alguien dijo que la vida era justa?... Pobre niña.. -dijo una de las presas-.
— nunca nadie lo imagino.. Nadie se esperaría esto en la vida.. -dijo la presa numero 2-
— estúpido jimin... -dije susurrando-.
Y con solo esa palabra fue como si lo hubiera invocado desde el mas allá.
— ¿la presa ____ spitch?
— ¿que? ¿Me dejaran libre? -dije aferrándome a las grandes barras de acero-
— pfff! Ni en tus sueños spitch - dijo sonriendo-.
—estupido... ¿Entonces?
— vendrás conmigo, guarda silencio -dijo abriendo aquella gran celda-.
— ven.. ¡No intentes nada! -dijo dudoso-.
—tss! No intentare nada... -dijo inocente.
Caminamos hasta una sala, esta no era como la anterior que veían lo que yo decía, esta era una común y corriente con una mesa en el dentro y dos sillas al igual que antes.
—... No intentes nada... Por que sino te pondré las esposas.
— uhhh! Eso me gusta! -lo miro picara-.
—¡oye! No hablo de eso! Comportate..
La puerta estaba abierta... No había ningún gorila en el pasillo.. Todo el lugar estaba solo... Jimin estaba sacando unos papeles de un pequeño cajón que tenia la mesa, no sabia que hacer, tenia miedo de intentar escapar y que me castigaran por eso y quizás me dejarían mas años allí.
A la mierda todo ¡la vida se trata de tomar riesgos! ... Y este es uno...
Narrador..
Y si, spitch estaba decidida a huir de aquel horrible lugar, un solo descuido del oficial jimin y ella ya estaba afuera de la puerta.
—¡PERO QUE MIERDA! -salio tras de ella-
— DEJAMEEE!!! ESTUPIDO!!! -fue demasiado lenta para el-
—maldita mocosa! Como te atreves a escaparte!!!?
— no me llames "mocosa", estúpido!
Y de nuevo la llevo a aquella sala, pero esta vez con la puerta muy bien asegurada.
— tu te lo ganaste, ven aqui!
— ¿que? No me pondrás esa mierda! No sabes que incómodo es tener esas putas esposas!
Jimin la tomo de la espalda y paso sus manos delicadamente para no lastimarme algún hueso, pero ella se puso agresiva.
— ¡que te quedes quieta!! Maldita sea!
Al decir eso acostó su torso boca abajo en la mesa.
— esto es una pose muy erótica ¿no crees?
— ¿porque eres asi? Eres toda una niña sucia. -termino de ponerle las esposas-.
— ¿ya puedo levantarme? Creo q con esta bata se vera mi trasero ¿ahhh acaso eso es lo que quieres ver?
— ¿que? Estas loca! Parate ya de ahí!
La tomo de los hombros y la posicionó de nuevo en la. Forma correcta, pero el aun estaba tras de ella, y esta vez estaba muy cerca de su trasero; tanto que con solo un movimiento su miembro rosaria su gran trasero.
—ahm.... Yo... Creo que... Debo sentarme. -y así fue se sentó como si estuviera intimidada-.
— ahm.. -sonó su garganta-. Debes de contestarme unas cuantas preguntas...
Narra ___
Oh dios mio... El. Hecho de pensar que estoy sola con un tipo "maduro" me pone los pelos de punta... Y mirándolo bien.. No esta nada mal.. Sus músculos se marcan con aquella camisa de oficial... Esos jeans apretados que hacen marcar un bulto en su entrepierna... Esos ojos... Esa estúpida mirada tan excitante...
Mierda que estoy diciendo!! Estoy loca? Me ha drogado?... ¿Estara comprometido?...
— ¡hey! Regresa a la tierra! -dijo poniendo su mano en mi rostro-.
Yo no quería dejarlo de mirar... ¿Porque mi corazón esta latiendo tan fuerte? ¿Porque siento nauseas? ¡Quiero ir al baño!
— oye.. ¿Estas bien? Estas muy pálida.. Y creo que tienes ¿fiebre?
— ¿me has drogado?... -fue lo único que pude formular-.
— ¿que? ¿De que hablas? -dijo sorprendido-.
— pues... Te veo como todo un dios griego..