Estoy aquí.
Volvimos a la habitación en silencio había algo de tensión, podía sentir que Jade estaba molesta, pero no dijo palabra alguna. Se sentó sobre la cama y se quitó el pantalón y el sostén, dio un suspiro y me vio.
-¿Qué ocurre?- Dije recobrando el habla ¿Ahora tenía esa confianza? ¿Comó podia quitarse el pantalón así como así y esperar que no reaccione?
-No lo sé, dime tu...- Me cuestionó alsando una ceja y viendome fijamente.
Tomé un suspiro, me acerqué a ella y me arrodille. -¿Ésto es porque no te deje... Tu sabes?- La miré a los ojos.
-Sólo dime porque... No me trago eso de que no era necesario.- Tomó mi rostro entre sus manos. -Te conosco, Kara... Me llevo un tiempo, pero te entiendo... Y sé que te cuesta hablar con las personas...- Me acarició las mejillas. -Que te cuesta abrirte con las personas... Pero lo has hecho conmigo... No puedes simplemente alejarte y decir que todo esta bien cuando no lo está.- Soltó mi rostro paso su mano por su cabello por la exasperación. -No pretendo precionarte... Sólo... Quiero que sepas que cuentas conmigo.
Tomé sus manos. -Escucha Jade, esto no tiene que ver contigo ¿Está bien? Eres exelente...- Sonreí. -Más que eso... Es sólo que... Es complicado.- Aparté la mirada. -Yo... Nunca he dejado a ninguna chica... A nadie...- Volteé a verla. Jade me miraba con una mezcla de sorpresa y curiosidad. -Es por lo de John... Yo...- Busqué las palabras para explicarlo. -Lo recuerdo, cuando alguien más... Trata de hacerlo... Cada vez lo recuerdo... A él... Y.- Se me hizo un nudo en la garganta.
-Entiendo.- Me detuvo. -Ya lo entendí... No necesitas decirlo.- Apretó mis manos y las soltó para inclinarse y besarme. -Esperaré...- Dijo una vez cortó el beso y rio lebemente. -Es curioso que sea yo quien tiene que esperar por ti ¿No lo crees?
-Si creo que si... Aunque...- Dije antes de tomarla por la cintura y pegarla a mi dejandome entre sus piernas. -Eso no impide que nos podamos divertir.- Besé sus manos y metí mis manos bajo su blusa.
La escuché reir levemente. -Creo que ya fue suficiente por una noche, amor.- Dijo besandome.
-Bien...- Gruñí y me pusé de pié. -A dormir entonces.- Dije y desabroche mi pantalón para quitarmelo, si ella podía hacerlo yo igual, además ella ya me había visto en ropa interior antes. Empecé a deslizar mi pantalon por mis piernas y Jade no me quitaba la mirada de enzima, lo que me hizo sonreir, me deshice del pantalón y seguí con la blusa, cuando me deshice de ella miré a Jade tenía la boca entre abierta, así que desidí jugar un poco. -Cuidado, cariño... Podrían entrar moscas.- Dije cerrandole la boca y senta dome en sus piernas. Ella puso sus manos en mis piernas, las subió hasta mi cintura y acarició mi abdomen subiendo cada vez más, parecia en trancé, levante su mirada que recorrió mi cuerpo y se detubo en mis labios, luego me vio a los ojos y sus manos se aferraron a mi cintura para luego besarme y pegarme a ella.
Sus manos estaban calidas, caímos sobre la cama y el beso subió de temperatura, introdujo su lengua en mi boca, me sujetó por la cintura y nos dio la vuelta dejandome debajo de ella, empezó a besarme el cuello, pasó su lengua por mi cuello y lo mordió levemente, dejaría marcas, se empezó a acercar a mis pechos y abracé su cintura con mis piernas mientras gemia, la sentí sonreir sobre mi piel. Entonces una serie de imagenes me golpearon y me sentí sucia.
-Para.- Apenas logré decir. -Por favor, para.- Me moví bajo ella y se detubo, pude ver el pánico en su rostro. -Lo siento yo...- Mi voz sonaba entre cortada y mis ojos se empezabana a llenar de lágrimas.
-Tranquila... Estoy aquí...- Dijo abrazandome. -Soy sólo yo...- Undí mi rostro en el hueco de su cuello.
Jade Pov.
Podía sentir su corazón agitado y su respiración pesada. Permanecimos ahí en ese abrazo sin decir nada, sentí como poco a poco ella empezó a calmarse y luego se quedó dormida. No podía entender como alguien podía hacerle algo así a una niña, no entendía como Kara había sido tan fuerte para soportarlo y quería tener el poder de hacer algo, pero no podía y eso me quemaba, traté de dormir, pero simplemente el sueño nunca vino, mucho menos cuando Kara se despertó llorando por una pesadilla a las 3:26 de la madrugada, después de eso ninguna pudo dormir así que decidimos darnos por vencidas y levantarnos unas horas después de eso.
-Siento haberte despertado.- Parecía apenada.
-No me despertaste, en realidad no pude dormir...- Me froté los ojos. -Lamento dejarte marcas...- Dije tratando de aligerar el ambiente.
-Bueno... Tu no saliste limpia tampoco.- Sonrió. -¿Crees que alguien lo note?
-Estoy muy segura de que todos se darán cuenta.- Reí algo sorojara.
-Bueno... Mejor para mi.- Dijo tomando mi mano. -Así nadie se metera con MI chica.
-Vaya, que pocesiva Hills...- Jugué.
-No tienes ide...- Dijo inclinandoce para besarme cuando llamaron a la puerta. La escuche gruñir. Reí antes de ir a abrir.
-Vaya, parece que alguien tuvo algo de diversión.- Dijo Meg al verme con una enorme sonrisa.
La empujé al pasillo y salí con ella cerrando la puerta tras de mi algo sonrojada. -¿Qué necesitas?- Dije cambiando de tema.
Por suerte ella no insistió y se limitó a darme una sonrisa burlona. -Bueno venía a invitarlas a desayunar, pero tal parece que ya desayunaron ¡eh!- Se burló.
-Claro... Sólo deja nos arreglamos, te veo en la cafeteria.- Dije ignorando su insinuación.
-Esta bien.- Dijo y rió antes de irse.
Entré al departamento y suspiré, sería un largo día.
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Rebelde tentación. (Editando)
Teen FictionJade era una chica común, estudiosa y bien portada, pero todo su mundo es puesto de cabeza al ser transferida al Internado para chicas Hill HightSchool, donde se ve obligada a compartir habitación con Kara, la chica más problemática de ahí.