Dia 4

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   Hoy nuevamente sentí que esa rutina, otra vez se repetía...despertar... desayunar...bañarme...vestirme... e ir al colegio.

     Sé muy bien que apenas han pasado cuatro días desde que comencé las clases... pero, a pesar de todo lo que vivo... repetir las cosas siempre me ha dado la sensación de asfixia.

          Este día, tenía un ambiente diferente, el sol salió más temprano de lo que se esperaba, aunque, el frio seguía presente, mi padre conducía por aquellas calles, que, a estas horas se encontraban solitarias, mientras que yo me encontraba observando el paisaje, a pesar, de que en esos momentos el sueño me dominaba siempre me daba la sensación de que al cerrar mis ojos de color marrón claro, pasarían cosas maravillosas y yo solo me las perdería.

     Al llegar al colegio, todo se encontraba solo... si me propusiera a contar a las personas que había en ese momento, ni siquiera llegaría a diez. Sentada en una de las tantas bancas veía a todos los estudiantes pasar y saludarse mientras yo tan solo me concentraba en mantener la calma ante mi soledad en esos momentos.

         Pasaron los minutos y poco a poco fueron llegando algunos de mis compañeros de estudio... al momento estuve algo callada, pues, no me interesaba muchas cosas de las que hablaban, después me di cuenta que no me quedaba otra opción más que hablar de esos temas... cinco minutos después pude visualizar a Adriana entrar por la puerta, lo cual agradecí mucho ya que me está quedando sin información acerca del reggaetón y otro tipo de músicas.

         Como una estrella fugaz me le acerque dándole un gran abrazo...intente ser cariñosa con ella, pero no, hoy Adriana no estaba para esas cosas...

-Adri... ¿cómo amaneces hoy?- pregunte algo sonriente.

-Mal, tenía ganas de morirme pero mi mama no me dejo - contesto con todo el fastidio del mundo, la mayoría del tiempo Adriana se la pasaba trabajando, al igual que yo, en las tareas y trabajos que nos mandaban, lo cual, no nos daba mucho tiempo para nuestra vida social y en algunas ocasiones hasta no quitaba el tiempo para dormir.

- Entiendo... yo mientras tanto, pensando en el significado de la soledad - suspire apoyándome contra una de las pocas bancas libres.

- No será... ¿pensando sobre el significado de la vida?- respondió rápidamente observándome con una mirada de confusión, la cual me dio algo de risa.

- Si entendieras mi mente, sabrías porque lo digo - debo admitir que me encanta poner a Adriana en confusión, hace unas caras que están para una foto. En ese momento llegaron Andrés y Jorge... ellos dos estudiaban con Adriana...a veces me pregunto cómo es que ella puede aguantar a dos idiotas, a lo cual muchas veces ella me responde "Es un Don".

- De que hablan - Pregunto Andrés curso después de que nos saludara. Lo cual fue muy incómodo para mí...muchos no lo sabrán, pero Andrés es mi ex- novio, terminamos hace un año y las cosas no han cambiado nada en la parte de la incomodidad.

- ¡DEJAME ADIVINAR! - Respondió Jorge casi gritando a lo cual solo recibió un golpe fuerte de mi parte - Hablan del sufrimiento de Adriana - En ese momento todos empezamos a reírnos menos Adriana que nos miraba con seriedad.

- Sera que algún día, alguien entenderá mi dolor, mi sufrimiento - Hablo poniéndose una mano en el pecho y mirándonos con indignación.

- No, Nunca, Jamás, confórmate -respondimos los tres al mismo tiempo.

        Segundos después el timbre sonó y todos fuimos a nuestras respectivas filas de formación. Nuevamente dieron un charla, yo solo podía contar los minutos para sentarme...hoy realmente me encontraba muy cansada.

Nuestro Tiempo Juntos Antes De MarcharnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora