Era viernes por la tarde, alrededor de la 6 p.m. el sol ya se estaba poniendo, la Torre de los vengadores estaba en completa tranquilidad, el Capitán estaba entrenando a los nuevos reclutas en SHIELD, Bruce se encontraba en su laboratorio, Natasha estaba por regresar de una misión, Clint solo estaba descansando pues acababa de regresar de una misión larga, y nuestro amado millonario, recién salía de su taller en busca de comida.
-Tengo hambre... -avisó el castaño a la nada caminando por los pasillos para dirigirse a la cocina, ya se encontraba en la sala cuando un bulto oscuro en una de las esquinas de la sala le llamó la atención, después de todo aquello no era normal.
El castaño se acercó hacia la esquina sin ninguna preocupación cuando de repente se detuvo en seco, se talló los ojos para saber que lo que estaba viendo era real, efectivamente, lo era.
Se le quedó viendo por unos cuantos segundos, analizando aquella cosa y buscando posibles soluciones para resolver eso ya que en cierto modo no se quería acercar, ni loco lo hacía, fue entonces cuando Barton hizo su aparición.
-Hola Tony ¿Qué haces? -preguntó con su típico tono medio burlón, cuando se acercó lo suficiente se percató de lo que su compañero estaba viendo. -¡Wow! -se paró al lado del castaño mientras sus ojos se agrandaban.
-Lo sé... -comentó Tony sin dejar de ver aquello.
-¿Cómo resolvemos esto? Es... demasiado grande...
-Hazlo tú. -ordenó el millonario al arquero.
-Ni loco me acerco a esa cosa. -lo volteó a ver entre asustado y enojado. -¿Por qué no lo haces tú?
-Por la misma razón que tú. -suspiró igual que el rubio. -pero, ¿Cómo rayos se metió a la torre?
-Y yo que sé... pero me está poniendo de nervios.
-A mí también. -no le quitaba los ojos de encima. -¿J.A.R.V.I.S.?
-Dígame señor. -contestó cordialmente.
-¿Cuánto mide?
-35 centímetros, señor.
-¿Es en serio? -cuestionó Clint. -Es más grande que mi pie.
-Lo mismo digo Legolas.
-¿Entonces?
-Creo que debemos esperar a Steve o Thor... -su tono de voz era nervioso. -Apuesto a que ellos no van a tener miedo.
-Pero no podemos esperar tanto, de seguro si le quitamos los ojos de encima se irá, recuerda que son unas putas ninjas en cuestión de escapar.
-¿Qué propones? -el filántropo miró serio a su amigo.
-Mátala...
-¡Sácate a la mierda! -se alteró Stark. -¡Qué tal si me acerco y me salta!
-Pero no grites. -trató el rubio de calmar al castaño. -Se puede espantar y entonces va a ser peor, además... ¡Maldición! Estoy igual que tú.
-¡Ya sé! -el filántropo levantó su dedo índice. -Probemos aventándole algo.
-De acuerdo. -el rubio se acercó hacia un florero que estaba sobre la mesita que se encontraba al lado del sofá. -Aquí voy. -le avisó al Hombre de Hierro y aventó el florero, después de todo él tenía mejor puntería que el genio. -¡Mierda! ¡Fallé!
-¿De verdad? De todas la veces, ¿Tenías que fallar en esta ocasión? -preguntó el castaño con sarcasmo.
-¿Quieres callarte? -se enojó. -Tal vez fue el miedo.
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Me salvaste la vida
FanfictionCierta tarde, Anthony Edward Stark encuentra algo en la esquina de la sala mientras que Clint, que le está haciendo compañía está en el mismo problema que él, ya que ambos comparten el mismo miedo.