Reflexiones Cristianas

El desierto para el cristiano

"El Espíritu Santo impulsó a Jesús al desierto" en el desierto hay soledad, silencio, y sed. 

Al desierto se va para estar contigo mismo y con Dios para interiorizar para buscar en nuestro interior lo que está pasando en nuestras vidas. Jesús necesitaba pensar en su misión de predicar el evangelio que estaba por empezar, después de ser bautizado, eh impulsado por el Espíritu Santo se va al desierto para ponerse en oración. La vida de Jesús era hacer la voluntad del Padre,  por eso el Espíritu Santo poseía a Jesús. Nosotros en este mundo vivimos a prisa no tenemos tiempo para la oración para darnos tiempo de soledad para saber cual es la misión que Dios quiere que realicemos. Tenemos que darnos momentos de desierto, momentos en los que yo pueda pensar y rezar preguntarme, ¿Qué estoy haciendo de mi vida? si este realmente es el rumbo en el que yo quiero llevar a mi familia, mí objetivo en la vida es llegar al cielo o estamos preocupados más en las cosas materiales de las cuales al momento de nuestra muerte no nos van a servir de nada, no nos vamos a llevar nada, solo nuestras buenas obras que hagamos es lo único que nos llevamos y por esas buenas obras vamos a ser valorados. Jesús fue empujado por el Espíritu Santo al desierto y se queda 40 días siendo tentado verdaderamente, sufrió la tentación igual como la puede sufrir todo ser humano, Jesús rechazó de manera total y absolutamente las tentaciones de satanás. La tentación viene del demonio y de nuestra naturaleza débil, nunca vienen de Dios pero Dios las permite,ya que el fin de la tentación no es que caigamos en pecado sino que salgamos vencedores y nos hagamos fuertes, la única manera para no caer en la tentación es la oración, la única vía de hacer una correcta vida cristiana es orando,  de hay vienen los buenos pensamientos, y las fuerzas para vencer todo tipo de tentaciones.   

Marcos 1, 12 - 15