—Es por ese chico, ¿verdad? —se atrevió a preguntar Hoseok, Namjoon trató de mantenerse tranquilo, después de todo, YoonGi era su mejor amigo —Nos hemos dado cuenta, no somos estúpidos, YoonGi —volvió a retomar la palabra Hoseok, pues no hubo respuesta alguna del mayor.
Qué horrible silencio, la tensión era fuerte y miles de sentimientos encontrados abundaban allí.
YoonGi se sentía ahogado en aguas vivas y despreciado por sus amigos. Tomó coraje para poder responderles.
—Sí... —murmuró. Su corazón se sintió libre, ¿a quién le importa? Estaba infeliz por sus inseguridades, tanto que se había atrevido a escribirle al rubio: "No quiero que piensen que soy como tú."
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No obligaría a sus amigos a quedarse con él, no. Siemplemente quería que ellos supieran que él era humano y que tenía corazón. Tenía sentimientos y miedos. Y sobre todo, que él podía amar a cualquier persona, independientemente de su sexo. Porque esos eran sus sentimientos, estaba enamorado de un chico.
De TaeHyung, el chico de la sonrisa cuadrada y cabellos rubios.
