El consejo de League of legends, ese grupo de personas mayores que dedican gran parte de su corto tiempo en mantener la paz a lo largo de toda Runaterra, han citado a todos los campeones de la liga a una reunión donde se decidirá cambios venideros, posibles integrantes nuevos o peligros potenciales.
Uno de esos campeones citados soy yo, un yordle de color crema que reside en la ciudad de Bandle.
He viajado durante varios días hasta llegar a la sede del consejo, un gran edificio en medio de una ciudad, los habitantes de esta son tanto yordles, humanos como vastayas. Aquí reina la armonía, pero afuera todo se encuentra en una paz inestable.
Ya delante del consejo y a punto de empezar la reunión observo a las caras conocidas que entran en el edificio: Garen, Ahri, Cho'gath, Heimerdinger... Todos han venido, o eso parece.
Sin demorarme más, me uno a mis compañeros y entro con ellos en el imponente edificio.
Un gran recibidor me saluda al pasar la puerta principal y junto al resto subo por la escalera, escalón a escalón. El tener un cuerpo tan pequeño hace que subir unas escaleras de tamaño humano sea agotador.
Ya en el quinto piso sentía que me faltaba el aire, por suerte había llegado a mi destino y la sala de reuniones está a tan solo unos pocos metros.
-Hola Teemo- Una voz conocida me saludó, Shen, como un buen ninja apareció a mis espaldas sin que yo lo notara, lo cual provoco que diera un pequeño bote del susto- Pareces cansado- Muy observador por su parte.
-Ah, hola Shen, no te preocupes no es nada, solo que a los yordles se nos dificulta el subir escaleras humanas-
-Si me lo hubieras dicho te habría subido-
-Gracias, pero prefiero hacerlo yo-
-Como quieras- Sin nada más que decir, entro a la habitación. Shen como siempre, poco hablador.
Entre tras él a la gran sala, una gran mesa ovalada y decenas de sillas y otras especiales para yordles me esperaba detrás de la puerta, varias de las sillas ya están ocupadas.
Me acerque a la zona de los yordles, ya que todas las sillas de yordles están juntas en una de las dos puntas de la gran mesa.
-Teemo, cuanto tiempo, que alegría verte- La voz chillona de Tristana llego a mis oídos e inmediatamente me alegre de tener a alguien con quien conversar hasta que empezara la reunión.
- Hola Trist, ¿cómo va todo?-
Pasaron los minutos y las sillas fueron ocupándose, frente a mí se sentó Veigar, por un momento cruzó su mirada ambarina con la mía y duramos así unos segundos, hasta que el dejó escapar una leve sonrisa y volteo a ver al grupo de cinco personas que formaba el consejo que recientemente había ingresado al lugar.
Al parecer, durante esos escasos segundos fue suficiente para llenar todos los asientos.
-Campeones de League of Legends, os hemos reunido hoy aquí para tratar, con un tema bastante delicado- Su voz, áspera pero decidida hizo eco en el lugar- Un peligro nos acecha y tenemos que estar alerta-
Sentí la mirada de alguien en mí, rápidamente gire la cabeza en dirección al yordle negro pensando que sería él. Y me equivoque. Con la mirada busque a quien podría estar observándome mientras el líder del consejo recitaba el discurso que seguramente tenía preparado de antemano.
Varias sillas más abajo de Veigar, un traje morado me llamó la atención y descubrí al responsable de sentirme observado.
Kenen con la mirada fija en mí, apunto con la cabeza al consejo al notar que lo descubrí, pero sus ojos de color chocolate seguían mirándome a mí, diciéndome cosas que no podía entender.
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Miradas de chocolate y miel
FanfictionEl consejo de League of legends reúne a todos los campeones para advertirles de un peligro desconocido. Durante la reunion, tres de los invitados intercambiaran miradas con un deseo oculto y acabaran el día de la manera más inesperada. Oneshot. Avis...