Impulsos de vida

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Alguna vez despertaste sin ganas de seguir? Has sentido a la nada llamarte? Te has cuestionado sobre esa nada misma? Mientras miro mis manos, esta tarde lluviosa me recuerda que no estamos solos. Hay miles de seres que despiertan cada mañana con la misma sensación de ahogo. Suele acontecer que dicho ahogo se relacione con la pérdida o duelo. Y luego, vacíos que se llenan para recordarnos que nada es como uno se lo imagina. - Lisa, recuerdame por la mañana que lleve el cuaderno azul conmigo. No sería divertido que alguien más que nosotros pudiera leerlo. Tampoco ha sido del todo productivo para ti, no? Lisa? Ella era tan dulce. Me tomaba de la mano, me miraba a los ojos y me llevaba de paseo por las profundidades. Claro que mis pulmones humanos no resistían mucho tiempo. Pero, generalmente, podía descubrir cada tarde algo nuevo. El agua posee tantas maravillas. El agua es como el lugar por donde fluimos con el ser amado. No puedo imaginar el amor de otra forma que no sea nadando sin oxígeno hacia las profundidades. Llenos de temor, de adrenalina, de vehemencia. Hay un punto en la profundidad en la que te sientes enloquecer y quieres dejarte llevar. Ella me cuidaba. No todos saben nadar tan profundo. Siento mucho la despedida. No estaría pudiendo sobrellevarla como quisiera. Es razonable que no podamos continuar... Somos muy distintos dicen. Creo que la diferencia radica en los valores meramente. El cuaderno es nuestra historia, no prometo que te guste ya que al leerla me queda un vacío tal que me lleva de inmediato a mirar el océano y pensar en esa nada absoluta. Muchos dicen que me he inventado todo esto. Muchos de los pocos que han accedido a la lectura de mi libro. Lisa, estés donde estés, llevame contigo.

La nadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora