Cuando era pequeño pensaba que mi padre era el mejor del mundo. Mi superhéroe. Supongo que todos los niños piensan eso de sus padres. Todo el mundo lo adoraba, siempre intentaba ayudar. Por eso fundó una organización pequeña sin ánimo de lucro para las personas que les costaba internarse dentro del mundo social. Mamá le ayudaba, aunque ella ya tenía su propio trabajo. Trabajaba en una biblioteca del centro de Providence, a tres manzanas de dónde vivimos. Volviendo al tema de papá, siempre le gustaron los lugares pequeños pero significativos, por eso la organización se reducía en un pequeño piso lleno de vida. La gente entraba a montones cada tarde con caras largas y ojos tristes o sin vida. Yo era muy pequeño, papá nunca me contó porque fundó la organización y yo suponía que era porque le gustaba ayudar y verlos felices y cómodos en su entorno. Pero mientras iba creciendo me di cuenta que la fundó por mi.
Cuando tenía nueve años, los niños de mi clase se metían conmigo. Nunca entendí porqué. Era un niño que siempre hacía los deberes y intentaba llevarme bien con todos. Al contrario que ahora, que no tengo estudios. No tenía ningún apodo que me caracterizase, por eso nunca llegué a enterarme de que se reían tanto. Cada día, recuerdo, que llegaba a casa, con la espalda encorvada. Mis padres veían que pasaba algo extraño. Me lo preguntaron montones de veces aunque nunca les decía la verdad o evadía las preguntas directamente. Tenía miedo de ir a clase cada mañana, pero Joy siempre estaba ahí. Me decía que era el día indicado para plantares cara, pero yo no lo llegué a hacer. Era ella la que siempre salía en mi defensa y ellos le tenían miedo. No porque fuera brusca, bueno, puede que un poco sí, sólo era porque no sabían qué decir ante sus respuestas ingeniosas y mordaces. Pasó mucho tiempo y seguían haciéndolo, hasta que crecí, me hice más alto y mis respuestas ya no eran esconderme detrás de la espalda de Joy. El primer día de clase, cuando tenía trece años, salí y les planté cara. Siempre recordaré sus caras al verme decirles todo lo que se me vino a la cabeza. Al parecer funcionó, porqué después de aquello ya no volvieron a molestarme.
Mis padres se enteraron. Les dije que lo tenía controlado, que no pasaba nada. No pararon de darme a lata y les mandé a la mierda. No estoy orgulloso de haberlo hecho. Entonces fue cuándo papá fundó la organización para personas antisociales sin ánimo de lucro. Aunque yo no era antisocial, padecía de bullying y ya está.
Dos años después fue cuándo mamá desapareció y la organización no volvió a ver luz. Papá continuo trabajando cómo abogado pero no era el mismo. Se refugio en la bebida. Es un milagro que no lo hayan despedido aún. Aunque sea buen abogado. Después de todo esto ya no se preocupo más por mi cómo lo hacía antes.
Ahora es cruel y ya no tiene intención de hacer nada para intentar mejorar su vida.
Nuestra vida.
La idea de que mi madre se comprara su libreta por eBay me hace sospechar. Me hace sospechar que puede que ella, antes de irse, ya tenía planeado todo esto. En su cuenta no había ningún número de teléfono ni la dirección de dónde vive. Estoy sospesando la idea de que puede que esté mucho más cerca de lo que creemos.
Joy ahora está en el trabajo y no creo que molestarla sea lo más gratificante del mundo. Puede que mi padre tenga información sobre mi madre que no me hubiera querido dar nunca. Si le pregunto igual me manda a hacer puñetas, no quiero arriesgarme pero pienso que puede que si me arriesgo a hacerlo gane algo de información.
Espero a que vuelva del trabajo, aun es muy pronto. Subo a mi habitación y hurgo en el cajón dónde guardo todas las cosas que conseguí recuperar de mamá. Libretas que nunca me he hojeado y libros, muchos libros reposan dentro del cajón. No recordaba que fueran tantas cosas.
Maldita sea, parece el bolsillo de Doraemon.
Lo esparzo todo por el suelo de la habitación y me siento. Tiene pinta de que me va a durar mucho rato. Cojo la primera libreta preparado para ver lo que me espera. La abro y me encuentro con la primera página vacía. La siguientes estan completamente escritas con su letra clara y azul. Parecen frases y citas. Al final de cada hay una iniciales. Debía ser el escritor. Me estiro y cojo un rotulador negro del escritorio. Marco en la tapa de la libreta "citas y frases". A continuación agarro otras de sus libretas mientras dejo la primera. Nombres. Sólo eso. Supongo que son de libros pero hay alguna que otra que me suena más como película. Recuerdo que algunos libros de los que hay apuntados los tengo yo. La dejo y sigo.
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Buscando En Las Estrellas.
JugendliteraturWyatt no siempre fue un chico complicado, ni negativo, ni cerrado en si mismo. Su madre desapareció, los abandonó a su suerte, a su padre y a él. A partir de entonces todo cambió; las sonrisas desaparecieron, la alegría se apagó, la relación padre-h...