Prólogo

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Quién iba a pensar que esa sonrisa me iba a cautivar.
Que esos ojos hermosos, tan hipnotizantes, me iban a enamorar.

Siempre me preguntas “¿Por qué yo? ¿Por qué entre tantas tú me haz escogido a mí?”
Realmente no encuentro respuesta clara.
No me enamoré de ti por tu cara bonita, ni por tus dulces besos.
No me enamoré de ti por tus risas, ni por tu cuerpo.
Pero sin duda, son cosas que me encantan de ti, que me complementan.

Me enamoré de ti simplemente porque sí.
Porque al mirar profundamente en tus ojos,
supe que nos pertenecíamos.
Porque estando contigo todo es diferente
el tiempo se detiene y nada importa, solo tú.

No sé cuándo fue que te empecé a querer tanto,
pudo haber sido cuando nuestro saludo se convirtió en horas de charla,
o tal vez cuando aquel día qué por más que trataba,
mis ojos no podían dejar de mirarte.
Pudo ser cuando luego de estar unas horas juntos
sentía que no podía separarme de ti.
O quizá cuando había pasado tiempo sin verte, desperté y mi corazón
no latía con la misma fuerza y alegría
que cuando estoy contigo.

Mi pequeña sonriente,
Yo he decido quererte,
quererte mucho,
quererte bien.
Aunque aveces dudes de mi capacidad,
no te puedo culpar,
mis actos pudieron decir mucho en un pasado,
pero no es eso lo que debe importar,
te he demostrado que he cambiado,
y no te volveré a fallar.
Voy a aprender a quererte
mi amor,
voy a prender a hacerlo.
Día con día, paso a paso,
polvo a polvo, pelea a pelea,
reconciliación a reconciliación.

Te voy a querer y te voy a querer tanto,
que te haré pensar que todos aquellos que estuvieron antes de mí,
jamás te quisieron.

Gracias por darme esta oportunidad
mi bella niña,
este será un hermoso y nuevo comienzo.

De tu desastroso amado para la niña con la sonrisa más bella en la faz de la tierra.

Mi pequeña sonrienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora