Él era....un misterio. A diario lo veía caminar por la aldea, a veces iba a las oficinas del Hokage, otras por los puestos del mercado o restaurantes de y últimamente por la zona de construcción del nuevo barrio Uchiha. La constante son las chicas que siempre lo ven pasear, él con la frente en alto, el paso firme y galante. La piel pálida, los ojos negros eran el remate de esa aura oscura y luminosa a la vez. Tal vez algún día tome el valor para hablarle; mientras camino por los pasillos de la aldea trato de mantener los ojos en él, pero lo perdí. Por andar observando al chico se tropezó de frente, casi cayó al suelo pero alguien la sostuvo.
-Lo lamento- se disculpó de inmediato.
-No te preocupes.- Esa voz le provocó escalofríos mezclados con emoción, era él.- mi nombre es Yukiho.
Ella tragó duro, respiró profundo y se animó a responder.- Tomoe, mi nombre es Tomoe.
-Mucho gusto, bella señorita- Ese alago, aunque superficial, la emocionó.
-Gracias por la ayuda.
Ella se irguió y le dirigió una sonrisa luminosa que impactó al Uchiha.- Oye.... te acompaño- dijo Yukiho.
-No sabes a dónde voy.
-No importa, igual te acompaño- él le hizo una señal para indicarle que prosiguiera. Ella volvió a sonreír, para empezar a caminar con Yukiho al costado.
Ese día, por mera casualidad Yukiho Uchiha conoció a la mujer que, más adelante, sería consumida por la oscuridad para causarle problemas.
Yukiho Uchiha, normalmente, se alejaría de ese tipo de chicas y es que él no creía en el chiclé del jugador y la joven inocente. No. Eso siempre termina mal, pero ella era atrayente. Lo cautivó casi de inmediato, bueno después de darle un repaso y ser víctima de su sonrisa.
«Vaya mi vida se convertirá en una historia de amor cliché» solo por esta está vez haría una excepción.
Aunque era del tipo de chica que evitaba a toda costa, Yukiho la acompaño hasta su casa. Un lugar acogedor, rodeado de una huerta y con una construcción de cristal en la parte posterior.
-Un invernadero- le dijo.
Ella tenía una floreria en el centro de la ciudad, surtida con una gran variedad de flores de calidad, algunas traídas de otras aldeas. Por la conversación que mantuvieron camino a casa de la joven, supo que era responsable de una niña pequeña. Su hermana tenía apenas diez años, quedó a su cargo hace cinco años, cuando sus padres fallecieron.
Todo le indicaba que se alejara de ella, pero no lo hizo ni quiso hacerlo. La chica le atraía y quería descubrir el porqué.
Después de que la dejó a salvo en su residencia, emprendió el camino a la casa de una «amiga» por decirlo de una forma amable.
La ayudante del hogar le abrió la puerta y lo invitó a pasar.
La encontró sobre un chaise longue, recostada con lo que parecía un traje de baño -con toque de disfraz de odalisca- leyendo.Cuando escuchó los pasos elevó la voz:
A pesar de todo aquel gélido misterio de su aspecto y del placer que parecía darle quedarse en la oscuridad, poseía ( si no era más bien un don natural) cierto aire de esculpir el recuerdo de sí mismo en el corazón de los demás...
(Byron- Lara Canto I,XVII-XIX)
-Ya deja eso
Ella soltó una risa cantarina- Yo sólo quiero saber quién es la pobre criatura que no va a poder de dejar pensar en ti.....- él arqueó una ceja interrogando- vamos, no te hagas el tonto. La muchacha en la plaza.
Yukiho por fin entendió- ¿Nos vistes?- Ella asintió- Es alguien con quien tropecé.
-Pobre chica.... debo asumir que vienes a dejarme- Ella, aún recostada en el mueble, hizo un gesto dramático.
-No juegues conmigo. Él se colocó sobre ella y la besó. Le dio un repaso al traje de la mujer- ¿Estabas esperándome?
Ella se encogió de hombros- La esperanza es lo último que se pierde.
Yukiho ignoró el comentario y volvió a besarla. Ella movió las manos expertas para quitarle la camisa, luego los hizo girar, para posicionarse
arriba.- ¿Te quedarás toda la tarde?
-Me encantaría, pero no puedo. Debo regresar a casa. Hay cosas que atender sobre el nuevo barrio.....
-Ojalá que cuando esté terminado me invites a ir....
Él soltó un tal vez y no dijo nada más después de que ella lo empezó a besar.
Varias horas después Yukiho regresó a casa, mientras comía en la cocina escuchó un alboroto en la parte superior. Sabía que Sarada estaba en casa, así que lo tomó como una pequeña pelea de enamorados.
Sin embargo, minutos después escuchó que una puerta era asotada, acto seguido una Sarada furiosa bajó a toda prisa por las escaleras y salió de la casa sin reparar en su presencia.
Casi de inmediato Boruto apareció, Yukiho señaló la puerta- Se fue y muy enojada. Qué le hiciste.
Boruto se quedó en silencio, luego sonrojado solto- No me acosté con ella.
Eso dejó pasmado al Uchiha, quien después de unos minutos por fin logró articular palabra- ¿Acabas de descubrir que eres gay?-No.
-¿No pudiste levantar el mástil?- Yukiho lo miró con lástima.
-No- Negó Boruto horrorizado.
-¿Entonces?
-Creo que me sentí culpable.
-Culpable- Yukiho repitió la palabra tratando de darle sentido, hasta que algo hizo click- Ya veo. Boruto tienes que dejarlo atrás, ella falleció y es momento de avanzar.
-Es fácil decirlo, pero....
-o lo haces o la dejas ir. Escuché que un exnovio está en la aldea y lo vi, es un chico apuesto. Tal vez se fue con él a buscar lo que tu no puedes darle.
Boruto se puso pálido, no es que desconfiara de Sarada, pero ella estaba herida y ese tipo podía aprovechar la oportunidad para aprovecharse. Sin pensarlo dos veces salió a paso rápido de la casa, era hora de dejar todo atrás.
Yukiho observó a si amigo alejarse, tal vez lo mejor era irse de la casa.
-Debí quedarme con YoHeyi.
«Tal vez deba comprar una flores».
Disculpen los errores, en el siguiente capítulo regresa el borusara.
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Cuando el sol dejó de brillar- Borusara
FanficBoruto Uzumaki abandonó la aldea de la hoja cuando era joven y empezó una nueva vida lejos. Ha hecho nuevos amigos y tiene a personas importantes para él, pero todo eso cambia cuando Hikari es asesinada en combate. Aún después de conseguir venganza...