Encuentro

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Era medianoche y las calles de Seúl se encontraban desoladas en pleno invierno.
Sus pasos sonaban como ecos en la gran ciudad, estaba nerviosa.Demasiado.
Había salido tarde del trabajo por culpa de su jefe, se había quedado dormida y como castigo la hizo quedar hasta tarde y cerrar la cafetería.
Lo odiaba tanto, no era la primera vez que le hacía esto.Si llegaba a pasarle algo sería su culpa.
Un frío helado recorrió su cuerpo, se sentía observada.Miró disimuladamente hacia sus costados, nada.Se pasó las manos por su pelo suelto castaño frustada, era solo su imaginación.

O eso creía.

Su madre iba a matarla apenas llegara a la casa.Seguro estaba preocupada.
Tenía miedo, estaba sola, y si sacaba su celular sería presa fácil para cualquier delincuente.
Se puso su capucha y aceleró el paso.Ya faltaba poco para llegar a la parada.
Su celular empezó a vibrar, de seguro era su madre.Pero no podía atender.
Era medianoche y sabía que a esa hora los micros tardarían más de lo normal.
Apenas llegó se sentó en el banco y se abrazó a si misma por el frío.
Tenía que parecer tranquila, respiro profundo y cerró los ojos.
Miró hacia la calle donde tendría que aparecer el micro.Nada.
Se maldijo por dentro de no haber renunciado el primer día que entró a ese maldito lugar.

Desde un oscuro callejón un chico la estaba obsevando, claramente ella no sabía.Sus ojos recorrían cada parte de su cuerpo.Sus piernas, su rostro y ese lijero rubor por el frío, era hermosa, tan inocente, tan frágil...Tan suya.
Su corazón empezó a latir con frenesí al ver como la chica miraba hacía donde estaba, pero sabía que no podía verlo.Sonrío.Estaba asustada.
Quería acercarse a ella, abrazarla, besarla, probar de sus labios y sentir su perfume.
Desde que la vio en aquella cafetería no podía dejar de pensar en ella.Tenía que ser suya.
Sea como sea.

El ruido de un motor acercándose llama su atención, sonrió al ver su micro acercarse.Por fin.

No iba a dejarla ir.Tenía una plan.

Subió al micro y pagó el boleto, solo se encontraba una señora descansando en un asiento individual.La castaña se sentó al fondo de todo así podía descansar, se sentó y apoyó sus piernas en el otro asiento para estar cómoda ya que no había nadie.
El micro empezó andar hasta que frenó de golpe, la castaña alarmada miró hacía afuera por el vidrio empañado y pudo ver con dificultad a un chico que tocaba la puerta.El conductor abrió y subió.Era alto, su ropa era de color negro y llevaba la capucha de su campera puesta, no podía ver su rostro.
Estaba nerviosa, se acomodó en el asiento sin dejar de mirarlo, no sabía si era un delincuente o solo alguien con mala suerte al andar por estas horas en la ciudad como ella.
Pagó su boleto y vió como el chico se acercaba, con la vista hacia abajo la capucha cubriendo la mitad de su rostro.
No sabia porque pero había algo en el que no le gustaba.
La castaña se tensó al ver que el chico se sentó del otro lado del pasillo, al lado de ella.
Tenía que estar tranquila, otra vez respiró profundo, no podía estar tan asustada por todo.
El chico observaba hacía la ventana mientras hacía garabatos sin sentido.

-Mierda-.Susurró y sacó su celular del bolsillo.Sus ojos se abrieron sorprendida y asustada al ver que tenía más de diez llamadas perdidas de su madre.
Optó por mandarle un mensaje y contarle todo lo sucedido, no quería llamarla, sabía que su madre iba a regañarla y los pocos pasajeros iban a presenciar la escena.
Se relajó al ver que la madre le contesto enseguida.No estaba enojada.
Guardó su celular pero algo la detuvo.

-Disculpa-.Una voz grave llenó sus oídos.Era él.
Sus ojos color miel se encontraron con la mirada de aquel chico, era algo moreno y sus ojos oscuros aunque apenas podía verlos por su flequillo, era hermoso.La castaña no pudo evitar sonrojarse ante la mirada del chico, se maldijo por eso.
-¿Si?-.Preguntó algo nerviosa.
-¿Que hora es?, mi celular acaba de morir-.Sacó de su bolsillo el celular haciendo sonreír a la chica.
-Claro-.Prendió la pantalla de su celular y le indico la hora.El chico asintió y le sonrió en forma de agradecimiento para volver a su ventana y sus garabatos.
No tenía idea de porque pero lo siguió mirando.
Suspiró y se acomodó nuevamente en su asiento, pero esa voz llamó su atención nuevamente.
Miró y el chico se levantó, causando que la chica se alarme ante su cercanía, se sentó a su lado.
-Perdón que te moleste de vuelta...-.Alargó, supusó que quería saver su nombre.
-Hye-.El chico sonrió y miro hacia sus labios.
-Lindo nombre, Hye-.Su voz era más ronca y grave, había dejado perpleja a la castaña, su voz.Era hermosa.-¿Puedo usar tu celular para mandarle un mensaje a mi madre?está preocupada seguro al ver que no llegué aún a casa-.
La castaña dudó unos segundos y le tendió su celular.

Su cuerpo explotaba de emoción al sentirla cerca suyo.Olía tan rico, quería sentirla más cerca.
El celular ya estaba desbloqueado, entró a mensajes y escribió una palabras para su "madre".Se había mandado el mensaje a si mismo.
Con una sonrisa triunfante le devolvió su celular.
Ya tenía su número.

El chico parecía no querer irse de su lado, vio como se acomodaba en el asiento y cerraba los ojos.No tenía que tenerle miedo, estaba pasando la misma situación que ella, era una mala noche para todos.Imitó al moreno y se dispuso a intemtar dormir, aunque ya no faltaba mucho para bajar a su casa.

Le estaba dando la espalda, y eso no le gustaba, sabía que le tenía miedo, pero tambien que le gustaba, pudo notarlo al verla sonrojada cuando le había hablado.Sonrió.
Era suya.

(..)

Abrió los ojos lentamente y se sentó enseguida al ver que ya faltaba poco para bajar, tenía que prepararse.Se puso la capucha y dispuesta a irse una mano la detuvo.
Su respiración se agitó al sentir su mano alrededor de su muñeca.
-¿No te vas a despedir?-.Le preguntó el moreno en tono burlón.Hye se tranquilizó al ver su rostro, por un momento había pensado que iba hacerle algo.
-Perdón es que tengo que bajar-.Respondió algo avergonzada.-Mi casa-.Señaló hacía afuera.
El chico la soltó despacio, sin dejar de mirarla.

-Nos vemos, Hye-.Dijo sin dejar de mirarla causando un leve sonrojo en la castaña.Cosa que no pasó por alto el moreno.
-Nos vemos...-.La intereumpió.
-Taehyung, Kim Taehyung-.Respondió serio, su mirada era intensa.Era hermosa.Era suya.
-Claro-.Sonrió.-Nos vemos Taehyung-.Se despidió con la mano y bajó del micro no sin antes agradecerle al conductor.
Al bajar pudo largar todo el aire que había contenido desde que Taehyung se había despedido de ella.Se pasó las manos por su cara aún atónita por lo que había pasado mientras se acercaba a su casa.

El micro arrancó, y Hye ni se inmutó de mirar hacía donde estaba Taehyung.
Estaba furioso, pero se tranquilizó así mismo al saber que tenía su número, donde vivía, donde trabajaba, todo.

-Eres mía, Hye-.







I'll be watching you [Kth]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora