Capítulo 6: Sin pensarlo demasiado sería mejor

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Tama contempla perpleja al pirata. Acaba de aceptarla por completo como parte de la tripulación y, además, es la primera vez que la llama por su nombre...
-Gra-gracias...-su voz suena tenue y agacha la cabeza avergonzada por ello.
Nota como su corazón late emocionado, ya que es la primera vez que de verdad se siente aceptada y cómoda en un lugar.
-No llores, ¿quieres? He bebido bastante y puede que si lloras hasta te encuentre adorable...-comenta, mirando al frente como si nada, el pirata que la acompaña.
Tama se sonroja todavía más con esas palabras. Es extraño, pero no siente la necesidad de mandarlo a freír pepinos ni ningún otro tipo de verdura al escucharle...
-K-Kid...-le llama, suavemente, la chica.
El jefe de la banda se sorprende de golpe. La chica le resulta realmente tierna en ese momento y la mira nada más oírla.
-Kid, yo no...
Antes de dejarla terminar, un bache en el agua, quizás algún objeto pesado flotando, provoca que el barco dé un tropiezo, y tanto la chica como el pirata pierden el equilibrio, cayendo Tama sobre el cuerpo de Kid...
Nadie más en la tripulación se ha sobresaltado con el tropezón, puesto que la mayoría están durmiendo o lo suficientemente ebrios como para no enterarse.
Tama todavía sigue sobre Kid, escuchando el corazón del pirata latir con fuerza, acelerado, ¿o tal vez lo está confundiendo con el suyo propio? Trata de levantarse, pero el pirata la agarra del brazo impidiéndoselo. Entonces, el pelirrojo se iergue levemente para que sus rostros queden muy cerca. Tama lo mira a los ojos, al igual que él a ella, sorprendida y sonrojada, pero no intenta resistirse. La agradable brisa nocturna, resto del que ha sido un día de buen clima, les mece con dulzura, como si les diera suaves empujones para juntarlos todavía más... Es en ese momento, cuando Kid termina de juntar sus rostros uniendo sus labios en un beso.
El beso comienza siendo tranquilo pero feroz. Kid no se anda con chiquilladas, él domina y lo deja claro. Cuando la presión es tal que Tama siente la necesidad de separar los labios para coger un poco de aire, ya que el calor que recorre su cuerpo, a parte del propio beso, tampoco la deja respirar, Kid se abre paso con su lengua para entrar en la boca de Tama en busca de su lengua. Una vez ambos músculos sin hueso se chocan, Kid se hace con el control. Tama le sigue el ritmo con cierta dificultad, aunque no se queda atrás. Las lenguas de ambos se dan caricias la una a la otra con una mezcla de pasión, dulzura y fiereza. Solamente cuando el oxígeno ya no llega a sus pulmones de ninguna manera, ambos se ven obligados a romper ese contacto que no les ha disgustado en absoluto...
Tama, sonrojada hasta las orejas, no es capaz de mirar al pirata a los ojos.
Kid la observa detenidamente, con ansias feroces por devorarla... Sin embargo, le parece tan dulce e inocente que lo único que le sale hacer es acariciarle el pelo colocándoselo tras la oreja con suavidad, provocándole pequeños escalofríos nada desagradables a la chica. Se alegra pues de que el resto de la tripulación estén dormido y no puedan mofarse por estar siendo tan dulce, eso sí que es algo que no pega nada con él..., ¿no?

De pronto, Tama se pone en pie bruscamente, cargándose toda la atmósfera melosa que se había creado, y se marcha corriendo.
Eustass Kid se queda atónito con esto, pero el efecto del alcohol le está haciendo empezar a sentir mucho sueño, así que, ni aunque quisiera, podría ir tras ella para preguntarle qué le ocurre. Por eso, decide que lo mejor es irse a dormir al camarote...

De algún modo, Tama termina sentada tras la puerta que ha cerrado al entrar en un camarote que no es el suyo (es decir, que no es el de Kid) aprovechando que básicamente todos los piratas están durmiendo en la cubierta.
Trata de estabilizar su respiración tras la breve e intensa carrera mientras las lágrimas se le empiezan a a acumular en los ojos.
De repente, se oye un ruido; pero Tama no le da importancia ya que no lo oye con claridad al sorber con la nariz una vez comienza a sollozar intentando no hacer ruido.
La luz del camarote se enciende de golpe, pero Tama no levanta la cabeza aun así. Está tan sumida en sus pensamientos que no se ha dado ni cuenta de lo que sucede a su alrededor.
Solamente se entera cuando siente una mano posarse sobre su rodilla y otra sobre su hombro y escucha una voz que, amistosamente, le pregunta:
-Hey, Tama, ¿qué te pasa?
De reojo, comprueba que es Killer sin su máscara quién habla. Ha debido entrar en su camarote. Vaya, justo el único que no estaba durmiendo en la cubierta...
Tama no le responde. Intenta contener las lágrimas un poco más. Killer le acaricia con cuidado el hombro y le insiste:
-¿Ha pasado algo con Kid?
Sin saber por qué, Tama acaba moviendo la cabeza afirmativamente. Además, conteniendo como puede la voz llorosa, añade:
-Pero no me ha hecho nada malo...
-¿Qué tal si te doy un vaso de agua y me lo cuentas?-Tama levanta levemente la cabeza para mirar al rubio con desconfianza. Entonces, él le sonríe y le explica.-Aunque no lo creas, soy el que escucha las penas de los demás tripulantes. Puedes contarme lo que sea, no me voy a reír.
Tama termina accediendo sin saber muy bien por qué.
A continuación, se sienta en la cama de Killer, quien le trae un vaso de agua y se lo cede con cuidado para después sentarse enfrente de ella mirándola para transmitirle seguridad y apoyo.
-Kid me ha besado...-le dice, más calmada, Tama.
-¿Y eso es malo?
-No lo sé...
-¿Qué te preocupa?
-Mis padres, la taberna, Bayamela... Kid fue quien me sacó de mi hogar...
-¿Sientes que no debería gustarte que te besara?
-Sí... Él me separó de mi familia... Me obligó a convertirme en una pirata, una criminal...
-Pero te gustó que te besara-averigua Killer.
Tama mira al rubio sonrojándose por vergüenza. Deja bastante claro que tiene razón.
-Y eso es precisamente lo que me hace sentir mal...
-Así que tu sentido común te dice que tienes que odiar a Kid por separarte de tu familia y cambiar tu vida; pero a la vez, algo más fuerte te está diciendo que te ha gustado que te besara y que tal vez te guste él, ¿verdad?
Tama agacha la cabeza pensativa. Puede que Killer tenga razón. Desde el primer momento, se sentía hipnóticamente atraída por el capitán de la banda... ¿Acaso puede gustarle un hombre como Eustass Kid? ¿Un ser despiadado, un asesino de inocentes y culpables, un tipo que hace lo que quiere sin pensar en nadie más que en él? Eso es lo que la gente dice de Eustass Kid; pero, Tama no ha visto a ese ser tan reprochable y monstruoso en ningún momento, ni siquiera cuando la tiró al mar, cuando la obligó a unirse a su banda o cuando estaba dispuesto a matar a su padre...
Ante sus ojos, en ningún momento Eustass "Captain" Kid fue un monstruo... Para ella, es un hombre. ¿Malo? ¿Bueno? Depende para quién. Pero un ser humano a fin de cuentas...
La respuesta es pues, sí. Sí puede gustarle un hombre como Eustass Kid.
Entonces, surge una pregunta algo más difícil de responder, ¿puede a Eustass Kid gustarle una chica como Tama?
-Sé sincero-le pide Tama al rubio que la acompaña.-, ¿Kid me está tratando de seducir para utilizarme?
Killer mira a la joven con severidad. La verdad es que responder a esa pregunta no es fácil. Tama lo mira fijamente. Si no le contesta rápidamente, ella dará por hecho que ese silencio es un claro sí.
-Seré sincero-decide Killer.-Kid no es el mejor hombre del mundo, pero tampoco es el peor. Te dije que no te tocaría por respeto a él. No es porque él me lo haya pedido, es porque he visto cómo te mira... Normalmente, a Kid le da igual si me acuesto con alguien que a él le apetece utilizar un rato; pero esta vez sé que no puedo hacer eso contigo. No sé por qué Tama, ya te lo dije, tienes algo que le interesa a Kid, y la única que puede averiguarlo esforzándose para ello eres tú.
-¿Cómo se supone... que me mira...?-inquiere Tama, asombrada y ciertamente nerviosa.
-Te mira como si mirase la joya más preciosa del mundo, algo que solo quiere para él y nadie más.
-Eso no es posible...
-¿Que no?-Killer se echa hacia atrás, pone un gesto pensativo y suelta un risita al admitir.-Incluso te miró así cuando se quedó pasmado viendo tu culo.
Tama se sonroja por una mezcla de vergüenza y furia. Killer se ríe más al verla y ella le da un empujón que lo hace tumbarse en la cama todavía riéndose. La chica se levanta con malas pulgas y se dirige impasible a la salida cuando las últimas palabras de Killer antes de salir se clavan en su mente:
-No es malo que te guste alguien a quien nadie le da el visto bueno, Tama; sobre todo, cuando realmente no te ha hecho ningún daño, más bien al contrario, ¿no te parece?

El camarote del capitán del barco está oscuro y se escucha una respiración profunda dentro. Tama trata de llegar hasta la cama haciendo el mínimo de ruido posible, pero se tropieza con un zapato y se cae al suelo de bruces. Se queda inmóvil durante un momento, deseando que el pelirrojo no se haya despertado. No le apetece dar explicaciones de por qué se ha ido corriendo ahora... Por suerte, Kid tiene un sueño profundo después de haber bebido, y ni se ha enterado.
Tama consigue llegar hasta la cama sin más altercados, y se mete en el hueco que el pirata ha dejado. Una vez se tumba y se acomoda, siente como un brazo desde su espalda la cruza hasta dar con su vientre, y luego la empuja suavemente para chocar contra el cuerpo de Kid.
Tama siente la cálida respiración del pirata en su nuca, si bien, lejos de incomodarla, le resulta hasta agradable. Sin darse cuenta, se queda sin fuerzas para moverse. El sueño se apodera de ella y consigue que se quede totalmente relajada hasta que, al fin, termina durmiéndose profundamente.
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Este capítulo es algo más breve pero es también más intenso ( ' ▽ ' )ノ
Y también es un regalo ya que al fin he hecho el examen que me tenía amargada jeje "ψ(`∇')ψ
Me gustaría que me dijerais que os ha parecido y me apoyarais con ideas o propuestas ^^ jejeje
Y sin más,
Nos leemos en el próximo capítulo :D
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Pirata a la fuerza [Kidx(Personaje)]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora