Mi lugar

Papá y mamá.

Queridos papá y mamá,

hoy escribo para deciros lo orgullosa que estoy de vosotros, lo mucho que me habéis enseñado, a ser fuerte, valiente y a no rendirme nunca.

Estáis en lo bueno y en lo malo, en cada error, en cada instante de felicidad, en cada momento, siempre a nuestro lado.

Algunas veces me enfado y discutimos, os contesto mal, otras veces ni lo hago.

Estáis en mis momentos de bajón, ofreciendo vuestro hombro, escuchándome y haciéndome sonreír, mientras sin darme cuenta, se van evaporando todas mis tristezas.

Me disteis la vida una vez y desde entonces no habéis dejado de hacerlo.

Me habéis enseñado el mundo, a que se puede amar pero no se puede confiar en todas las personas, que te tienes que quedar con los que hoy por hoy están y no se van, los que te acompañan en el camino, por muy duro y frágil que sea.

Dicen que suerte es cuando te toca la lotería, cuando gana tu equipo favorito o cuando sueñas y se cumple, pero se equivocan, suerte sois vosotros, mis hermanos, la familia que nos quiere y los que por desgracia se fueron sin decidir, pero que nunca olvidaremos.

Gracias por ser mi familia, porque sin vosotros no concibo la vida.

Os haría eternos si la eternidad fuese posible, quizás no en vida, pero siempre lo seréis en mis sueños, en mi corazón y en mis pensamientos.

Soy de pocas palabras, de poco cariño y de mucha bordería, pero siempre os quiero y os querré, aunque vengan miles de rayos con la tormenta y la luna sea imposible de ver, os veré en la oscuridad y en la ignorancia porque dicen que el lobo solitario muere, pero la manada sobrevive.

Feliz día ayer, hoy y siempre.