Austin se separó totalmente de mi, abrió lentamente sus ojos al igual que yo. Ahora no sabía si sonreir si reclamarle o tirarle nuevamente una cachetada. Mejor espero su reacción. Si mejor.
-Ahh...uhm...Lo siento no sabía que hacer bueno si sabía moría por hacer esto pero...Discúlpame ¿Sí?
-Hagamos como sí esto nunca hubiera pasado ¿Sí? No se porque pero hazlo, yo lo haré.
Y abandoné el lugar un poco desconcertada a lo que había pasado ¿Reaccioné bien? ¿Está bien lo que hice? ¿Debí haber dicho otra cosa? De la nada ya me encontraba casi a medio salón donde era la fiesta y no tenía ni rumbo a donde ir ni a quien hablarle y lo peor no me ubicaba ni donde estaba ni donde estaban Raissa y Joey. Oh por Dios. Dí media vuelta y logré ubicar el bar, me sentía nerviosa, ansiosa y el recuerdo de ese beso de hace un rato era lo que nublaba mi mente en estos momentos, saqué mi celular ya era muy tarde, cuando habíamos llegado al lugar más temprano vi que tenía una notificación llamadas perdidas ahora que lo recuerdo ¿De quien eran?
Me quiero morir. Tengo seis llamadas perdidas de mis papás ahora seguro también llamaron Hanna y ella menos les habrá contestado, espero que se hallan comunicado con el hotel para que les informe algo, por lo menos para que estén tranquilos.
Olvídate de ese beso Azul.
-¡Azul!
-¿Qué? -respondí un poco asustada- Digo que, qué paso.
-Te estamos hablando y no nos haces caso.
-También te estuvimos buscando hace un buen rato y como no te encontramos vinimos al bar y aquí estabas pero ¿A dónde fuiste? ¿Fuiste a ver a Hanna?
-No, no. Fui a caminar por ahí -dije parándome de la banca del bar- Incluso encontré una piscina.
-A si, pero justamente pasamos por ahí hace un rato y Austin salía de ahí ¿Estuvieron juntos?
Oh no.
-¿Austin? ¿Estaba ahí? No me fijé en el eh.
Pude notar una mirada cómplice de sus partes, espero el idiota ese no haya soltado nada. Esperemos.-Bueno, yo ya estoy cansado ¿No creen que ya debemos irnos?
-Sí, estoy super cansada.
-No imaginan cuanto lo estoy.
Terminé lo que estaba tomando y dejé el shot sobre la mesa del bar, despidiéndome con una sonrisa amable al barman. Era amable. Tras ellos caminaba y pude ver la dificultad y lo pesado que era para Raissa estar aún con esos largos tacones, se me hacía lindo que Joey estuviera desatandolos y ahora que seguimos caminando rumbo a la salida, el los llevara. Nos despedimos de la prima de Joey que justamente cerraba la puerta de su gran casa. Fue muy amable con Raissa y conmigo, nos dijo que volvamos pronto y que esa era nuestra casa cuando necesitemos. Si supieras lo que me llevo de aquí querida prima, perdón, querida Emma.
Salimos de la casa y hacía bastante aire logrando sentir un fuerte escalofrío tapando mis brazos y mi espalda con mi cabello que producía un poquito de calorcito gracias a lo largo que era. En lo que fue del camino cambiamos unas palabras con mis amigos y un poco de risas de lo que fue esta reunión y lo largo que sería el viaje de mañana con Austin estando con resaca. No se preocupen queridos, yo lo enciendo. Llegamos al hotel y en sí ya no daba para más, estaba super cansada antes de subir al ascensor no aguante y ahora tengo los tacones sostenidos por mis manos, me despedí de Raissa y Joey recomendandoles que tengan mucho cuidado, muchísimo por si es que se les ocurre hacer algo. Llegué a mi habitación y me sorprendí al ver que Hanna estaba tal como la encontré pero había abarcado un poco más la cama, busqué su celular y sí tenía seis llamadas perdidas de papá y una respondida. Espera ¿QUÉ? La llamada duró cuatro segundos si es lo que estoy pensando Hanna habrá intentado cortar pero contestó y luego cortó. Típico en ella cuando duerme. Quité la ropa de mi cuerpo guardándola en una bolsa donde estaba poniendo la ropa que ya había usado y lavarla en mi departamento. Abandoné mi espacio para ir hacia el baño y darme un baño para dormir tranquila, el agua tibia suele relajarme y darme buenas ideas en estos casos, puse algo de música igual Hanna no despertaría.
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Azul.ado
RomanceÚltima noche en tu país. Última fiesta que celebrabas con esas amigas que habías compartido casi toda tu etapa escolar. Una copa de licor derramada en tu vestido, hizo que malogre tu noche. El mundo es tan pequeño que coincidentemente tenias que enc...