¿Qué hacemos?

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- ¿Y tú eres la lista del grupo? - Ginny andaba de un lado a otro y de manera frenética delante de Hermione.

No sabía si pegar una bofetada a su amiga o pedirle que le contase más acerca de su conversación con Draco Malfoy.

Se encontraban en el dormitorio de las chicas, Hermione estaba sentada en su cama mientras acariciaba a su gato y delante tenía a Ginny, la cual no la miraba, mantenía la mirada fija en sus desgastados zapatos.

- En serio Hermione espero que me lo expliques - la pelirroja se cruzó de brazos y se plantó frente a su amiga, su expresión era de decepción - Porque yo no lo entiendo para nada.

Hermione acarició una última vez a su gato y se dejó caer en la cama soltando un leve suspiro.

- Yo tampoco - reconoció a su pesar - Pero es que me dijo todo eso y parecía arrepentido... No sé, nadie se había esmerado tanto por mí nunca, no de esa manera. Supongo que soy una idiota.

- Una de las grandes - le corrigió su amiga mientras se sentaba en la cama donde ella estaba tumbada - ¿Cuál era el trato?

- Nos veríamos hoy en la entrada de la Sala de los Menesteres - el gato de Hermione volvió a colocarse al lado de ella, así que Hermione le volvió a acariciar mientras miraba al techo - Si todo salía bien, tal vez le podría perdonar; si no, él me dejaría en paz para siempre.

- Por dios, que dramáticos - Ginny se burló de Hermione, recibiendo una colleja por su parte - ¡Ey! Admite que solo fue una pequeña discusión.

- Lo fue - admitió de nuevo la morena - Y la verdad puede que se nos fuera de las manos, pero estaba muy agobiada y llevaba varias semanas bastante saturada... Supongo que exploté.

- He de admitir que me gusta la parte en la que le pegaste con el libro - comentó Ginny tratando de hacer reír a Hermione, ella sonrió vagamente.

- Estás deseando que todo salga mal - Hermione miró a su amiga - ¿Verdad?

- No te niego que me encantaría ver a Malfoy de rodillas delante tuya y que tú le mandases a la mierda - afirmó Ginny - Pero dudo que eso ocurra.

- Llevas razón, Malfoy nunca haría eso...

- ¡Que va! - exclamó la pelirroja - Eres tú la que sería incapaz de mandarlo a tomar por...

De repente el reloj marcó la hora punta con un sonoro gong.

- ¡Tenemos que irnos! - exclamó Hermione levantándose energéticamente de la cama, casi alegre de no tener que escuchar a su amiga despotricando durante horas contra Malfoy - Tenemos que llegar de las primeras para coger buenos sitios, además, así podremos hablar con Harry antes de que todo comience.

- Que pereza... - susurró la pelirroja mientras agarraba su abrigo y caminaba con Hermione hacia la puerta con parsimonia.

Bajaron las escaleras rápidamente hasta llegar a la sala común, donde se encontraron a Ron junto con Seamus Finnigan.

- Con todo lo que has trabajado Hermione... - Ginny hablaba con la morena mientras caminaban a través de la sala - ¡Más le vale ganar!

- ¡O no morir! - comentó Seamus con una sonrisa.

Hermione le pegó un codazo.

- ¡No tiene gracia! - exclamó, mientras que Seamus se acariciaba la parte que había sido golpeada por ella - ¡El pobre debe de estar a punto de sufrir un ataque de nervios!

- Y sería la guinda del pastel para que sea el centro de atención durante todo el curso - dijo Ron con resentimiento - "Harry Potter sufre un ataque antes de el torneo" Seguro que le encantaría...

Nuevo comienzo DRAMIONEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora