—Sé que son tiempos difíciles, pero no hay nada más que podamos hacer...
Las palabras de su padre seguían saliendo, pero Jimin desde hace bastantes kilómetros había dejado de escucharlo. Su mente solo oía las pezuñas del burro que tiraba de la carretilla en la que se encontraban montados, junto a otros tantos campesinos.
Todo se había arruinado, cada vez pagaban menos y apenas lograban tener un pan por día. Jimin y su padre se encontraban en los huesos, lo que hacía aún más difícil encontrar un trabajo de campo, por el cual juntos apenas lograban tener un par de peniques.
En medio de la desesperación, el hambre, las guerras y la crisis, aceptaron ser parte de un feudo. Lo último que Jimin quería.
¿Realmente tendría que trabajar como condenado de sol a sol, solo para tener una cama y un poco de comida?
Prefería estar en la capital, haciendo pocos trabajos, pero trabajando para el mismo, no para un hombre que abusaba de su dinero y poder.
El sonido de engranajes sonando y el bullicio de muchas voces, hicieron que Jimin saliera de sus propios pensamientos y logrando que su padre se callase. Habían llegado. El manto de la carretilla fue removido, el sol le dejó ciego pero en minutos logró recuperarse, dejando ver a un hombre de sonrisa cuadrada parado frente de todos.
—¡Enhorabuena! Bajen, tienen que tomar un baño y vestir con prendas dignas, solo así se les darán sus tareas y podrán acomodarse en sus lugares— El chico lucía entusiasmado, notablemente feliz de ver caras nuevas. —Soy Kim TaeHyung y los guiaré mientras tanto.
Jimin puso un pie afuera y lo primero que vio fueron las grandes puertas de madera cerrándose, dejando a todos los individuos dentro incomunicados con el exterior. Soltó un suspiro y dio una mirada rápida. Las paredes que tenían asediado al lugar eran metros y metros de altura, con algunas torres donde habían hombres armados y vigilando. Miles de campesinos se paseaban, cargando cosas, hablando, entrando y saliendo de pequeñas chozas. Todos se veían felices y Jimin no podía entenderlos. Afuera morían personas y las guerras estaban en su punto más alto.
—¿Sucede algo?
La voz extraña distrajo a Jimin y girando su mirada, se encontró con el chico que les recibió, esta vez preocupado. —No, nada. Todo esto es muy asombroso— Mintió y fingió su mejor sonrisa, no debía verse malagradecido.
—Descuida, no eres el único absorto— La sonrisa del chico volvió a su lugar. —Anda, vamos, luego de que descansen podremos darles sus trabajos. Soy TaeHyung, uno de los hombres de confianza del señor feudal.
—Lo sé, lo escuché. Soy Park Jimin, estoy a disposición de lo que necesiten.
Sin más palabras, todos los recién llegados fueron llevados a darse baños y vestirse. Jimin miraba todo con recelo, no podía fiarse del todo, quizá se veía seguro y todos lucían cálidos, pero sentía un rechazo al sistema de vivienda que se llevaba dentro.
Las prendas de vestir eran de mucha mejor calidad que las suyas, Jimin veía a su padre alucinando mientras las telas se acomodaban a su cuerpo.
—¡Hagan una fila horizontal!
Todos los hombres y las pocas mujeres presentes se alinearon con rapidez, Jimin miraba un tanto aturdido, pero como todos se colocó en su lugar y firme esperó.
TaeHyung estaba entre el grupo de hombres que pasaba de persona en persona, discutiendo entre ellos las tareas que podían tener. Jimin de reojo observaba como cada una de las personas, agradecía e incluso soltaba lágrimas de gratitud. Y es que afuera todo estaba jodido, aunque a Jimin le costara admitirlo, si no tenían aptitudes para defenderte y con los tiempos que corrían, nadie sobreviviría.
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Feudalism →kookmin
Short StoryCruzadas, feudalismo, señor feudal. ❆one-shot. ❆kookmin - jungkook x jimin. ❆especial 4k. ❆historia original. ❆park_jmxcy. ❆terminada.