PARTE 1
Imagina que te mudas a Londres, estás muy feliz por poder conocer todo, porque harás nuevos amigos y esas cosas, llegas hasta a tu casa y lo primero qué haces es subir a tu cuarto y comenzar a desempacar, cuando terminas tus papás te preguntan si no quieres ir a comer y tú aceptas muy feliz. Mientras comen comienzas a hablar sobre tu nueva escuela.
Tú les dices muy nerviosa y con el estómago revuelto
—Papás, estoy muy nerviosa por mañana, pero al mismo tiempo estoy feliz porque conoceré a nuevas personas...
Ellos con una sonrisa te dicen:
—Tú tranquila, todo saldrá bien.
Terminan de comer y se van a casa, te preparas para dormir, te quedas mirando el techo por mucho tiempo, solo estás pensando en qué pasará mañana y qué pensarán de ti pero al final lograste dormir.
Despiertas y te arreglas muy bien, te pones tu mejor ropa y te maquillas un poco. Cuando llegas vas a la oficina del director para que te diera tu horario, ya había alguien hablando con el director entonces te toca esperar, después de esperar un rato alguien abre la puerta, tú volteas rápido y viste a un chico que salía, te le quedaste viendo por lo guapo que estaba, en ese momento el chico te volteó a ver y rápidamente miraste a otro lado, de reojo viste que él te sonrió y te enamoraste más.
Es tu turno de entrar con el director, él te da tu horario y te indica hacia donde tienes que ir, mientras vas caminando vas leyendo el horario en eso chocas con una chica.
Ella te dice furiosa:
—¡Fíjate por donde caminas! ¡Me lastimaste!
Tú toda apenada te disculpas.
-Lo siento es que no estaba poniendo atención por donde iba, intento encontrar mi salón ¿me podrías ayudar?.
Te contesta casi gritando.
—Yo no te ayudaré nada, no me vuelvas a hablar, lárgate.
Te pones demasiado triste, encuentras el salón y buscas un lugar, te recuestas en el banco y te aguantas las ganas de llorar, en eso llega el profesor y cierra la puerta.
Mientras saca sus cosas les dice:
—Buenos días alumnos saquen sus libros...
En ese momento alguien desesperadamente toca la puerta y el maestro va a abrirla, volteas a ver la puerta y te das cuenta que es el chico que habías visto en la oficina del director.
Él muy agitado dice.
—Lo siento no encontraba el salón por favor déjeme entrar.
El maestro con una sonrisa le dice.
—Claro que si, entra, busca un lugar.
Tú volteas a ver otro lado y recuerdas que el único lugar que está solo está junto a ti, cuando se sienta tu ves de reojo que él se te quedo viendo, volteas a verlo y le sonríes. Termina la clase y sigue el receso, tú decides quedarte en el salón y escuchas música, el chico se va. Mientras escuchas música entra la chica con la que te habías topado con sus amigas.
Te quita las audífonos y te dice.
—Hola tarada, ¿que estás haciendo?
Tú ibas a contestar pero ella no te dejo.
—La verdad no importa, me dijeron que te gusto el chico nuevo eh? ¿Pues adivina que? El será mío así que no te le acerques.
Tu enojada le contestas.
—La verdad no me importa, no me gusta, si lo quieres ahí está, mira viene entrando.
Se van juntos y tú te sientes peor, pasa el día y cuando terminan las clases vas saliendo del salón y ese chico te toma del brazo:
—Oye ¿estás bien? Te he visto muy triste.
Casi llorando le contestas.
—Solo no he tenido un buen día, no te preocupes por mi.
—Si me preocupo por ti, yo puedo escucharte, no estás sola, ¿quieres ir a tomar un café conmigo?
Tú sonríes y le dices.
—Muchas gracias, claro, me encantaría.
