Tohru sirvió té para las dos después de la cena. Kanna había ido a pasar la noche en casa de Riko. Mientras Kobayashi tenía algunas cuestiones de trabajo que aún le preocupaban, el delicioso sabor del curry picante y el té la relajaron, y gradualmente, sus pensamientos dejaron de regresar al trabajo. Ella notó que, ya a medio terminar, el té la estaba calentando de adentro hacia afuera. Ella lo olió, luego lo bebió. Olía dulce y ligeramente ahumado, con un toque de canela, y el sabor tenía un agradable sabor. Ella bebió la bebida sin pensarlo dos veces.
Estaban mirando un drama en la televisión cuando Kobayashi recordó el aroma.
"Oh, ¿qué había en el té hoy?", Preguntó ella.
Tohru parecía pensativo.
"Era té de jazmín regular, ¿no?"
Fue a ver el armario.
"No, el jarro de té de jazmín está aquí ... fue esto en su lugar".
Abrió la tapa del frasco y lo olió. Sus ojos se abrieron con sorpresa.
"¿Qué? ¿Qué es? Te puedo decir que te equivocaste de alguna manera. Se muestra en tu cara ".
Tohru se mordió el labio.
"Es una mezcla de té verde ... en su mayoría normal, pero uno de los ingredientes ... es - es de otra dimensión. Es crisantemo de dragón "
"... ¿Huh? ¿Qué tipo de efecto tiene eso?
"¡No puedo decir con certeza qué le hace a los humanos! ¡Sus débiles cuerpos no tienen sentido! Pero se lo damos a los dragones enfermos para que estén sanos ".
Kobayashi no se veía muy angustiada.
"Supongo que tenemos que ver los efectos por nosotras mismas, entonces".
Tohru todavía no parecía completamente convencida por el enfoque científico de Kobayashi; ella estaba retorciendo sus manos nerviosamente.
"Ven aquí", alentó Kobayashi, y dio unas palmaditas en el asiento junto al de ella. "El espectáculo está comenzando".
Vieron un pequeño espectáculo de acción sin sentido que Tohru disfrutó mucho; Kobayashi puso su brazo con valentía sobre el hombro de Tohru. Tohru chilló de placer, acariciando el contacto.
Kobayashi sonrió secretamente a la naturaleza expresiva de su criada dragón. Tohru llevaba todas sus emociones en la manga. Ella era una criada perfecta, hermosa y gordita. Ella notó el pecho de Tohru descansando contra su costado y distraídamente estiró su brazo libre para aplastarlo. Tohru tarareaba de placer contra su hombro.
Kobayashi sintió alrededor de la carne suave. Había pasado un tiempo desde que habían jugado tan libremente así. Fue emocionante, de verdad. Dejó que su brazo rodeara la espalda de Tohru vagando hacia abajo sobre la exquisita tela, y palpó la parte trasera grande y suave de Tohru con amplios toques de su palma. Tohru solo se levantó del asiento para ofrecer sus activos a las manos apreciativas de Kobayashi. Entonces Kobayashi dio a la parte posterior de Tohru una buena paliza, y Tohru inhaló un fuerte suspiro de placer. Su espalda se arqueó, y la punta de su cola se arqueó elegantemente, con necesidad.
"Mmmm ..." ella suspiró. "Kobayashi-san, se siente tan bien cuando me reclamas para ti misma".
"¿Estaba reclamando algo?" Preguntó Kobayashi, divertida. Sus labios rozaban la oreja de Tohru, y ella mordió el lóbulo de la oreja.
"¡Aahh, Kobayashi-san!"
Ante eso, Kobayashi solo dejó escapar un murmullo bajo. Arrancó la corbata de Tohru con cierta urgencia, pero sus manos se movieron con el nudo. Ella tiró de la tela y resopló con impaciencia.
