Matt

Snarf

Central Park... Uno de los lugares donde mejor me siento. Sin atascos, sin ruido de coches, sin gente caminando apresuradamente...

Me encanta venir aquí solo para poder disfrutar de un poco de calma. Escuchar a los pájaros cantar, todo eso...

Sé que en Nueva York a los pájaros no se les escucha demasiado, todo pasa tan rápido en esta ciudad. Y no puedo decir que mi trabajo en Carter Corporation sea una excepción a esta regla.

Desde hace 3 meses, trabajo como junior y estoy a cargo de la comunicación, el poderoso y misterioso señor Carter fundo la compañía y solo en unos años se ha convertido en una de las firmas mas influyentes de la ciudad, suspiro al observar al patito mientras recoge las ultimas migajas de pan mojado que flotan en el agua.

Vamos a hablar sobre mi vida, en estos momentos esta ocupada entre 2 hombres... Uno ocupa todo mi tiempo libre y el otro ocupa toda mi mente.

El primero, aunque suave, es muy peludo y juguetón. Su actividad favorita consiste en mascar cualquier objeto que le guste y dejarlo sobre mis rodillas.

Se llama Snarf, antes de ser el perro de la familia, era sobre todo mio y de mi mamá. Cuando ella murió, fue mi confidente. De ninguna manera lo dejare solo en casa de papá.

Snarf se acerca demasiado a mi por enésima vez con mirada suplicante.

-No gordo peludo, no voy a hallarme contigo en ese aguan tan sucia.
Intentó acariciarle, pero Snarf comienza de nuevo a morder otro palo a unos metros de mi. Apoyo mis brazos en el respaldo del banco y miro lo que hace sonriendo. Y luego, rápidamente, como es habitual, mi mente comienza a pensar en él. Ya sabes, el segundo hombre, el que ocupa mi mente todo el tiempo, el que conocí el primer día de trabajo y en el que pienso cada vez que respiro.

Se llama Matt. La buena noticia es que nos llevamos súper bien, quizás demasiado bien. Y la mala noticia, es que es mi compañero de trabajo.

Recuerdo el primer día de trabajo. Llego a nuestro pequeño departamento con una gran sonrisa en los labios. El día había comenzado fatal, me habían robado mi bolso, me quede muy impresionada ese día, era la única persona que me parecía normal, cerca de él me sentía muy bien.
Al principio solo me caía bien, simpatizamos rápidamente, yo le encontraba atractivo, pero como un amigo, el amigo en el que puedes llorar sobre su hombro cuando todo va mal. Pero no te imaginas lo que puede pasar en una noche...

Una noche en la que estaba deprimida, nos pasamos horas hablando en mi casa, me quede dormida en sus brazos, jamas me había sentido tan protegida en los brazos de un hombre. Esa noche no intento nada conmigo, solo estaba allí, para mi, y fue entonces que me di cuenta, era un hombre increíble, de esos que no se encuentran muy a menudo, así que empecé a verlo de una manera diferente, riendo me tontamente de sus chistes, sonrojando me ante sus hermosos ojos avellana, poniendo me celosa cuando otras chicas se le acercaban demasiado... Por que si, la competencia es fuerte, Matt es el tipo de hombre que tiene miles de teléfonos sin necesidad de buscarlos, tiene ese aire inocente que lo hace tan atractivo, tan encantador.
Snarf se acerca alegremente y deja el palo en mis pies, me pregunto si es posible que un día se canse de hacer siempre lo mismo.

-después de todo hay muchas personas que se enamoran de su jefe o mánager, entonces por que no de su compañero de oficina ¿verdad?

+dudo que tu perro pueda responder a esa pregunta.

-(¡maldita sea, he pensado en voz alta!)- roja de vergüenza volteo hacia la voz masculina que se acaba de dirigir a mi, un joven me mira con un brillo divertido en sus ojos, tiene el aspecto de alguien que me dice "voy a ocupar el lugar de tu perro en la conversación" - Dudo que tengas la respuesta.

+No lo se, si tu compañero de oficina te gusta realmente... ¿Por qué estas aquí hablando con tu perro?

(¡¿En serio?! ¡¿Esta metiendo sus narices donde no le importa!?) - Es curioso, por que me estas recordando el por que prefiero la compañía de mi perro a la de algunos seres humanos.

El joven se ríe a la vez que acaricia a Snarf, el cual lo recibe alegremente. Le echo una mirada furiosa a ese traidor, ¡¿Desee cuando te dejas acariciar por cualquiera?!

+Parece que tu perro me aprecia.

-(Genial... Tienes un perro ¿es eso?)

+ No... Prefiero los gatitos.

- Lo miro sorprendida, sonriendo nerviosa miro el cielo - (¡¿En serio?! "Prefiero los gatitos" ¡¿Pero que es esto?!) - lo miro fijamente por un instante, se parece increíblemente a Matt, con un lado mas... Decidido - (¡Mónica! Tienes que dejar de pensar en Matt, ¡Vas a terminar por verlo en todas partes!) - antes de que pueda retirarme, su celular suena y se aparta rápidamente, murmurando algo que no puedo entender.
Me quedó mirando como una tonta mientras el joven se aleja, ¡lo menos que puedo decir es que me ha molestado y perturbado significativamente!
Le pongo mecánicamente la correa a Snarf y nos ponemos en marcha hacia el apartamento.
En el camino de regreso, suena mi celular, es Lisa.

- ¡Hola lisa!

+ Hola preciosa.

(Lisa se ha convertido en una muy buena amiga. Trabaja también como secretaria en Cárter Corporation, recuerdo lo avergonzada que me sentí la primera vez que la ví.
Es el estilo de mujer que siempre parece perfecta, ni una arruga en su ropa, ni un cabello fuera de su lugar, siempre impecable... En fin, todo lo contrario a mi.)

+escucho ruido... ¿Dónde estás?

-estaba en el parque y me paso algo super raro... Luego te cuento, ¿y tú?

+ordeno mi casa, es muy divertido... Gracias a Dios que anoche estuve mas entretenida...

-¡¿Qué?! ¡¿Con quien?! ¡Cuenta!

+si... Yo creo que por ahora no...

-¡No te pases Lisa! - Ella tiene la habilidad para guardar el suspenso, lo malo es que yo no tengo paciencia.

+me tengo que ir, te marco en la noche.

-¡No puedes dejarme así!

+te marco después de tu clase con Matt, ¡besos! (Cuelga la llamada)

-¡Mi clase! ¡Es verdad! Sera mejor que me apresure.
(Practico Thaï Boxing desde que tengo 8 años, lo practicaba con mi papá, pero no lo he hecho desde que me mude, pero... Matt ha cambiado las cosas.
E

l da clases en su local, además la practica asidua de lucha libre le ha esculpido un cuerpo perfecto.
Naturalmente, me dije "si me apunto a sus clases podre verlo en otro ambiente que no sea el trabajo" ¡pequeña idiota!
Lisa no sabe sobre mi atracción hacia Matt, menos de mis esfuerzos por acercar me a él, cada que hablamos, ella asume que somos amigos.