Decisive project.

13.

Anoche no me acosté hasta las cinco y media de la madrugada. A las ocho, me he despertado al escuchar mis compañeras de piso prepararse para ir a trabajar, lo que he aprovechado para salir de la cama y desayunar algo para luego volverme a meter bajo las sábanas y pasar acurrucada prácticamente todo el sábado.

No decido abandonar la habitación hasta las siete y media de la tarde. He pensado que podría sorprender a Júlia y Lana preparando algo para cenar, y así celebrar mi cumpleaños con ellas.

Llegan justo a tiempo. La mesa está puesta y la cena está lista para comer.

- ¡Qué bien huele! - murmura Lana al abrir la puerta.

- He preparado la cena.

- ¿¡Nos has preparado la cena!? - pregunta Júlia excitada.

- Si - respondo orgullosa.

- Pues nosotras te traemos el postre - dice Lana entrando a la cocina con un pastel lleno de velas.

Hoy sí, diecinueve de octubre. Mi cumpleaños. Desde primera hora de la mañana he recibido llamadas y mensajes de amigos y familiares. Si sigo entreteniéndome con el móvil, voy a llegar tarde a casa de mis padres. He quedado con ellos y con mi abuela para comer juntos. Con todo el lío del rodaje llevo sin verles desde Junio.

Cuando llego el Lunes al plató, me encuentro con Amaia esperándome en la esquina.

- ¿Qué tal el fin de semana? - pregunta.

- Genial, el sábado de resaca y ayer comí con mis padres y mi abuela.

- Qué bien.

- ¿Y el tuyo?

Mi amiga se para en seco y me dirige la mirada más rara que haya visto jamás.

- Tuve una cita el sábado...

- ¿¡Qué!? ¿Con quién?

- ¿Tu qué crees?

- No puede ser...

Amaia sólo puede asentir y dar saltitos de alegría.

- Esto es genial - digo dándole un abrazo. - ¡Mis dos mejores amigos!

- Comemos juntas y te explico los detalles - afirma.

- No sé hasta qué punto me interesan los detalles, pero... - comento de camino a la puerta.

- Dios mio - interrumpe mi amiga antes de entrar al plató - Dime que tu también lo estás viendo.

- ¿El qué?

- Allí. Detrás de las escaleras. Junto a la salida de emergencia - insiste.

Me cuesta encontrar la salida de emergencia. Ni siquiera sabía que había una. Cuando al fin veo de lo que está hablando mi amiga, tengo que ahogar el grito. Son Alba y Pol en una situación bastante delicada. No me puedo creer que le esté haciendo esto a Timothée.

- Vámonos antes de que nos vean - dice mi amiga tirándome del brazo.

- ¡Será zorra! - grito una vez dentro del edificio.

- Tienes que decírselo a Chalamet.

- ¿Por qué yo? Tu también los has visto.

- Porque es tu amigo, esa de allí es su novia y cuando antes lo sepa, mejor.

- Ya...

Llevo toda la mañana pensando en qué voy a explicarle ¿Cómo se le dice a alguien, al que admiras y respetas, que has visto a su actual pareja comiéndose la boca con otra persona? Y peor aún, ¿cuál es el mejor momento?
No hay manera. Timothée se ha pasado prácticamente toda la mañana grabando. Y encima, Amaia ha estado persiguiéndome a todas partes, preguntando constantemente si le había contado algo ya.
Por lo menos a la hora de comer ha dejado de atosigarme con la pregunta y me ha estado contando la cita que tuvo con Àlex.