Cap 30- Tatuaje

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Cap 30 - Tatuaje

Elías:

Me sorprendió muchísimo recibir la llamada de mi madre, diciendo que vendrían a California de visita.

No me gustaba mucho la idea, ya que estaba por llevarse a cabo un gran operativo y necesitaba estar concentrado.

Al fin de cuentas no me pude negar y los recibí en mi departamento. Estaban felices de verme, ya llevábamos varios meses desde mi accidente y no se me querían despegar ni un segundo.

- Lo siento mamá, pero tengo que ir a las oficinas a reportarme.

- Llévame contigo ¿O me vas a decir, que no hay un parque por ahí cerca en donde pueda tomar el sol?

Mi madre, tan terca, desde niño nunca me deja ni a sol, ni a sombra. No sé da cuenta que ya soy un hombre adulto y me se cuidar solo.

- Está bien, vamos.

Nos fuimos y se quedó sentada en una banca como dijo ella, tomando el sol. Hice lo que tenía que hacer lo más pronto que pude y volví por ella.

Al acercarme la ví hablando con un hombre y la sangre se me congeló en el cuerpo al ver de quién se trataba.

Era Marcos, la mano derecha de Leo, el cabecilla del clan Grimaldi. ¡Ya debían saber quién era yo y se acercaron a ella como advertencia!. Lo peor del asunto es que mi madre se veía de lo más confiada hablando con él.

¡Si tan solo ella supiera!

Había puesto a mi madre en peligro, debía sacarla de aquí. Debía detener a esos desgraciados lo más pronto posible, antes de que quisieran lastimar a mis padres.

Me acerqué a ellos, disimulando no conocerlo.

- Mamá ¿Nos vamos? - ambos se pusieron de pie inmediatamente. Ella se veía nerviosa. ¿Acaso la habría amenazado? No, no lo creo, ya que antes que yo llegara se veía de lo más tranquila.

- ¿Él es tu hijo? - preguntó sonriendo. Como si de verdad no lo supiera.

- Si

- Es todo un hombre.. - me sorprendió que hablara como si me hubiera conocido antes. No sé cuál fue mi reacción que trato de explicarse - Es que tú mamá hablaba de su hijo y creí que se refería a un niño.

Claro, mamá siempre hablaba de mi como su bebé.

- ¿Nos vamos? - volví a preguntar, a la vez que la tomaba del brazo.

- Claro que si mijo - le tendió la mano al hombre, la cual él tomó delicadamente entre la suyas, como si se tratara de algo muy delicado - me dió mucho gusto conocerlo, espero tengamos la oportunidad de encontrarnos una vez más antes de regresar a mi casa.

- Eso espero.

¡Ni en sueños!

Nos marchamos y ya en el auto reprendí a mi madre.

- Por favor mamá, no puedes estar hablando con cuánta persona se te pone enfrente. Aquí no es como en casa ¿Tienes idea de quién era el hombre con el que hablabas?

- No, pero era muy amable...

- Era el desgraciado de Marcos, el segundo en mando del imperio Grimaldi. Lo más seguro es que se acercó a ti, para dejarme saber que ya sabía quién era mi familia. Se tienen que ir inmediatamente....les pondré seguridad...

- No digas tonterías Elías, ese hombre no me inspiró ningún tipo de amenaza.

- Mamá, claro que no lo iba a hacer... Cuando lleguemos al departamento hablaremos con papá y le diré lo que sucedió. No te va a quedar otra opción que obedecer.

Enseñame a Olvidar II: volver a nacerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora