Carta de desamor

Para ti:

Mi corazón se detuvo cuando te vi por primera vez, llevabas una gorra de estoperoles puntiagudos y una felicidad iluminaba tu rostro. Me quede paralizado admirándote sin que tú siquiera notaras mi presencia, entraste aquel establecimiento de comida, tarde en recuperarme y volver a lo que estaba haciendo. 

No sé qué sucedió, al principio no le di importancia, al fin y al cabo es casi imposible que te fijaras en mí. Un día mientras caminaba por el pasillo, encontré a un amigo, pasaste por un lado, volvías a llevar aquella gorra. Al parecer mi amigo te conocía y le pregunte por ti, te volteaste y salude, contestaste, morí de pena. Llevaba la peor ropa de toda la semana. Desde ese día no pude quitarte de mi mente, me enamore a primera vista ¿Y tú?... Ni siquiera recuerdas ese día.

Pregunte por ti a uno de tus amigos por chat, me confirmo algo que presentía, me sentía infinitamente feliz de tener una oportunidad. Te mande un mensaje, tardaste un día en contestar, lo recibí y salte de alegría. Hablamos sin parar por una semana, me arme de valor, fui hasta ti y tu círculo de amigos, no sabía que decir. Te salude y me senté como si conociera a todos los demás, igual tu ¿cómo lo sabrías?

Pero no eras lo que esperaba, tu cara radiante, tu sonrisa, tu serenidad... se convirtieron en perversidad y rareza. Eso no me desanimó, es más, puedo decir que me interesó más tu peculiaridad, no pude volver, ahora te quería más.
No sé si en verdad te amaba o solo sentía tener una oportunidad y luchaba por ella, por alcanzar el ¨amor¨.
Hice cosas para acercarme a ti, cosas de las que ahora me arrepiento, porque te mentí. Intento permanecer cerca, ahora sin casi nada de esperanza y con decepción, quizá tenga aún un poco de esperanza del tamaño de un átomo.
Descubrí cosas de ti y tú de mí, sin que siquiera supieras quien era, tal ves ya lo sabes pero evitas confirmarlo para no hacerte-hacerme daño. Estaré aquí, esperando un poco de valentía para decirte todo esto. Te quiero.