CAPÍTULO 1

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Eran las 7 de la mañana y como cada día me llamaba mi madre para despertarme.
-¡VAMOS SARA! Levanta o llegarás tarde al instituto.
+Ya voy mamá...
Me arreglé, me puse mi horrible uniforme, yo era una chica de una familia rica, con amigos ricos, que solía asignarmelos mi madre, todo el mundo imagina que es la vida que toda chica de 16 años desea, con todo lo que quiera o necesita a su alcanze: dinero, lujos...pero había algo que ellos tenían y que yo nunca tuve y envidio, libertad, libertad de expresión, de vestirse con la ropa que uno quiere, de decir cuatro palabrotas si hacen falta, de salir a conocer gente nueva que no sean los repelentes niñatos ricos que quiere que conozca mi madre, de elegir tu instituto, con chicos y chicas y sin uniforme; sí, estoy en un instituto solo de chicas y privado. Mi madre dice que los chicos son muy maleducados y que se me pegarían sus malos modales si conviviese con ellos en el instituto. Yo no quiero esta vida, no me gusta vivir así, llego a casa y sí, vale, tengo un enorme patio con una enorme piscina y una tele de cine y millones de cosas más, pero estoy sola, bueno, no sola, mal acompañada. Yo nunca pude elegir a mis amigos, siempre me tuve que ir con los hijos de los amigos de mis padres, el caso es que a pesar de que yo me críe siempre en este ambiente, a veces me gustaría romper las reglas, ponerme lo que quiera, hacer amigos de otra condición social y hablar de algo más con mis amigas que no sea de carreras de caballos y cuidados de un perro de raza. Yo necesito una vida normal de una adolescente, con sus sueños incumplibles. ¿Es tanto pedir una vida normal?
Pensaba eso cada mañana que me miraba al espejo, rosa, que como no eligió mi madre, como cada mueble de mi habitación, decía que el rosa era un color femenino y que yo debía ser una señorita muy femenina. ¿Pero que chorrada es esa? Odio el rosa, todo en mi vida siempre a sido rosa, ¿por qué rosa? ¿porque soy una chica? ¿HOLA MAMÁ? Hay mas colores en el arcoiris. En fin, el caso es que me miraba al espejo con la misma cara de resignación que cada mañana, me peinaba y bajaba a desayunar.
-¿Dónde esta mi querida hija?
(No sé para qué preguntas, si me estas viendo.)
+Aquí mamá.
Mi madre aún pensaba que tenía 10 años, me trataba igual, como si no supiese lo que era un pene o como si nunca hubiese visto un beso. Siempre que veíamos una película y salía una escena romántica la quitaba. ¿Por qué? Tengo 16 años y mi madre sigue pensando que no sé como se crea un bebé. Que idiotez por favor. Mamá ya no soy una cria.
Desayuné y me metí en el coche para una de mis emocionantes mañanas(nótese la ironía). Llegué al instituto y me despedí de mi madre cariñosamente, a pesar de que me tratase como a una niña pequeña, era la mejor madre que una hija rica de 16 años puede tener.
Iba a entrar por la puerta cuando escucho que alguien me dice algo:
+Chss, tú, si tú pijita.
-¿Qué? ¿Eres idiota?
+Vaya, vaya, si las pijas tambíen saben insultar.
-¿Me puedes decir qué quieres o dejo ya de malgastar mi tiempo contigo?
+Jajajaja, nada, que tienes un móvil rosa muy bonito...
-¿Me has robado el móvil? ¿Pero tú de qué vas? Devuélvemelo ahora mismo.
+Cógelo tú, ¿o es que estas acostumbrada a que mamá te lo de todo?
Corrí detrás de él como si me fuera la vida en ello. Corrí un montón, hasta que me cansé y paré. ¿Donde estaba?
-¿HOLAAAAAAA? ¿HAY ALGUIEN? DEVUELVEME MI MÓVIL O LLAMO A LA POLICÍA.
De repente se oye una voz detras mía.
+¿Como vas a llamar a la policía sin móvil? Jajaja ah que es verdad eso de que las rubias no piensan...
-No tanto como que los niños son unos maleducados todos, trae el movil ahora mismo.
+¿Qué pasa si no te lo doy? Jajaja
Me aproximé hacia él y comencé a pegarle sin piedad.
+Vale, vale, toma, toma es todo tuyo jaja tranquila, y...¿cual es tu nombre?
-No te importa.
+Tienes unos ojos preciosos no te importa.
En ese momento me olvidé de que dentro de la frase bonita había intentando hacer la gracia fallidamente. Suprimí la idiotez y me quede con lo de los ojos. Me fijé y la verdad era un chico muy guapo, alto, musculoso, ojos azules, pelo corto y castaño claro, preciosa sonrisa...pero no se le veia de mi clase social. Conocía a un chico diferente a mi, era extraño pero a la vez emocionante, me encantaba.
-Déjame, por tu culpa llegaré tarde a clase.
+¿Y por qué no te olvidas de las clases y vienes conmigo a tomar algo?
-¿Bromeas? Nunca en mi vida saldría con un idiota como tú, ¿Entendido? Nunca.
Él sonrió y me dijo:
+¿No te han enseñado tus padres a decir "nunca digas nunca"?
-No, ni tengo interés en ello.
Me fui caminando hacia un camino que ponía que dirigía hacia la escuela.
+¿Seguro? Te interesaría.
-¡DÉJAME! NO QUIERO VOLVER A VERTE NI SABER NADA DE TI, SOLO ERES UN IDIOTA QUE ME ROBO MI MÓVIL LA MAÑANA DE LUNES, SE ACABÓ.
+De acuerdo jaja lo que tú digas, princesa.
-QUÉ NO ME LLAMES PRINCESA. ¿Qué pasa? ¿Te diste un golpe en la cabeza y te quedaste así?
+Adiós princesa, no me eches de menos.
-Descuida imbécil, no lo haré.
Era la primera vez en mi vida que habia hablado con un chico que hablase normal, y la primera vez que insultaba a alguien en voz alta. Creo que es un progreso para empezar a ser normal. Me fui corriendo a clase pero cuando llegué ahí estaba mi madre muy enfadada, con su mirada solo me decía que no volvería a ver el Sol en meses. Todo por su culpa, ¡será idiota!
+¿Donde estabas muchacha?
-El caso es que...mamá puedo explicatelo, pero debes...debes prometerme que me creerás.
+Vamos, dilo.
-El caso es que iba a entrar a clase cuando un chico cogío mi móvil y tuve que ir a recuperarlo.
+¿QUE UN CHICO QUÉ? VAMOS MUCHACHITA, ESTARÁS CASTIGADA SEMANAS, TE PONDRÉ UN PROFESOR PARTICULAR QUE VENDRÁ A CASA, ESTO NO VOLVERÁ A PASAR.
-Pero mamá...solo fue un malentendido.
+Entra al coche, tu padre y yo ya hablaremos sobre esto.
Sabía que esto pasaría, mi madre siempre ha sido así de extricta, conociendola seguro que ella le hubiese dejado que se llevase su móvil.
Llegué a mi casa y mi madre me llevó a mi habitación, me dejó bien claro que ya no volvería a ese colegio, ni a ningún otro, que me traerían un profesor particular y daría clases en mi casa. Qué culpa tendría yo de que me robasen el móvil y quisiera recuperarlo.
Me puse a practicar ballet en mi habitación cuando me llega un mensaje.
*Mira por la ventana*
¿Quien era? Mire y era él, ¿QUE HACE? ¿Cómo ha conseguido mi numero? ¿Cómo sabe donde vivo? Y lo más importante...¿para qué viene? ¿que quiere?
-¿Eres tonto?- Le susurré yo por la ventana. Fuera de aquí antes de que te vean mis padres o estarás en problemas.
+Baja.
-¿QUE BAJE? ¿Tú estas loco? Mis padres me han castigado de por vida y por tu culpa. Fuera de aquí.
+Mañana iré a la puerta del instituto, esperame alli.
-No, no voy a ir mas a ese instituto, mis padres me han puesto un profesor particular...
(SARA, SARA, ¿CON QUIÉN HABLAS?)-escuché de fondo la voz de mi madre.
-Mierda, vete de aqui, corre.
+MI NOMBRE ES JENN, ENCANTADO SARA.
Cerré la ventana a toda prisa y me puse a bailar ballet.
-¿Con quién hablabas?
+¿Yo? Con nadie mamá, solo...solo era la música.
Cerró mi habitación con aire de sospecha. Oí como me llegaba otro mensaje.
*Lo siento, casi te pillan por mi culpa, me has parecido una chica muy agradable, lo del móvil fue una excusa, yo soy buena persona, sólo que no sabía como acercarme a ti...*
Mi corazón estaba latiendo a mil por hora, ¿le gustaba? Ya ni sabía qué pensar...nunca me habia pasado eso, era...extraño, su mensaje me había causado una tímida sonrisa.

CONTINUARÁ...

YO SOLÍA LLAMARTE AMOR.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora