Detective y Ladrón

~• 18 •~

Natalia.

Apenas podía soportar los gritos de estos demonios infernales. Solo un bebé no me hacía escándalo y esa era Raven...¡Solo ella! Me frustraba escucharlos cada rato, hacia tres cosas al mismo tiempo.

—¡Deja de agarrar mi cabello!—exclamé a Dick que sonreía satisfecho.—¡Y tú no estés peleando con Diana!—ordené a Alex que se quejaba y golpeaba a Mujer maravilla.

Llegó el peor momento de mi vida, cambio de pañales. Por suerte aprendí a usar mis poderes demoniacos, por lo que no tenía que hacer tantos esfuerzos.

—¡ugh!—quedé asqueada al ver esa...bola de excremento en mis propias narices.—¡Qué diablos comiste Diana!

Al limpiar los pañales de las niñas no fue tan malo...—solo que no olvidaré el de Diana—ahora era el turno de los chicos por lo que todos me miraron raros.

—Yo tampoco quiero ver sus penes pero no quiero seguir con aquella peste en mi nariz por más de cinco horas.

Mientras más me acercaba ellos gritaba y trataban de gatear lo más lejos posible, el primero fue Damian.

—No le diré a Raven que la tienes super chiquita cuando eres un bebé.—comenté a mi hermano que me miraba con pura seriedad.

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—Me aseguraré de que Mindy no se entere de que vi tu mini pene.—le dije a Alex que este se sintió bastante ofendido.
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Quedé básicamente algo anonada al terminar de cambiar el pañal de Cyborg. Solo lo puse con los demás mientras que cambiaba el pañal a Aquaman.

—¿!Qué diablos es eso!?...mejor no quiero saber.—Aquaman rió ante mi rostro de asco y confusión al ver su...cosita.

Cuando finalmente terminé me senté en el sofá con pereza. Todos parecían conversar...aunque no entiendo su leguaje de bebés.Mi brillante mente me dio una fantástica idea por lo que tomé mi celular.

—Alfred...necesito que me hagas un favor.

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—¿El señor Bruce está de acuerdo sobre esta situación?—preguntó Alfres mientras cargaba a papá.

—Pues estás con él...pregúntale.

—Mis condolencias Señor Bruce,al parecer tiene un día muy...pesado.

Narradora.

Batichica salió de la casa son con el bebé Alex, pues lo usaría como conejillos de indias para su nueva máquina,luego de revisar los últimos detalles disparó al chico haciendo que este creciera.

—¡Soy un niño! Esa máquina no sirve.

—Espera unos segundos.—espetó Natalia mientras volvía a dispararle el láser azul nuevamente al chico.

—¡Mucho mejor!—esté satisfecho miró su cuerpo joven.—No le digas a Mindy sobre mi cosita.

—No prometo nada.

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De regreso Batichica y el ladrón en busca de Baby boss que aún permanecía en Arkham, los dos entraron el silencio.

—Oye que hago con esto...es muy incómodo.—comentó Alex mirando su alrededor.—De vuelta a este infierno no es fácil salir...

—Has lo mismo que hice.—dijo Batichica inconscientemente.

Al llegar a la celda de Baby boss...este chupaba su dedo índice con satisfacción y felicidad, esta asqueada tosió,interrumpiendo La Paz del hombre obeso.

—¿Niña bonita?—dijo este felizmente al tiempo que se acercaba a ella.—¡Es incluso más tierna de cerca,me gustaría verte como una linda,gordita y dulce bebé!

Alex trató de no carcajearse al oír esas palabras, una mirada asesina solo lo hizo ponerse nuevamente serio ante la situación.

—¿Cómo construiste el chupete?—preguntó la ojiazules.

—No te diré nada.—respondió este con un puchero.

Batichica no soportó otra hora con los berrinches de ese hombre obeso. Finalmente dio por terminar la conversación y se marchó. La alarma de seguridad fue activada con tal solo casi pisar el ascensor, al mirar la situación esta quedó furiosa al ver como el hombre obeso escapaba felizmente.

—¡Catboy ve por...!—esta quedó callada al ver que no estaba el chico gato.

Saliendo de Arkham fue en busca del gato apestoso—quien estaba afuera relajándose y jugando con las llaves del manicomio—Le había tomado bastante por encontrarlo pero lo logró. Una paliza recibió este al verlo relajado como si nada había ocurrido.

—¡Por que tanta violencia mujer!—Liberaste a Baby boss.—gritó esta furiosa dándole una buena cachetada.

—Soy un ladrón. Ni un héroe que hace justicia.—levantándose del suelo está la tomó por la barbilla mientras se acercaba a ella.—Karma is a bitch.

Tras haber susurrado esa frase este rió satisfecho con su venganza. Sin más remedio lo agarró por el cuello y lo volvió a convertir en un bebé.

—Karma is a bitch.—con una sonrisa victoriosa cargó al pequeño de máscara negra de vuelta a la mansión.

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La mansión estaba totalmente vacía y lo único que quedaba era una localización bastante extraña.

¿Cómo diablos un hombre tam gordo pudo hacer las cosas tan rápido?

—No te volveré a transformar en adolescente...hasta el nuevo aviso.

El castaño lloró a todo pulmón con la intención de irritar a la chica, sin preocupación del berrinche de este...le dio un chupete común y corriente,lentamente lo meció hasta calmarlo.

—Supongo que no es tan malo tener un bebé.—pensó la castaña.