No nos acercábamos a Anastasia y Ana María, los profesores y nuestros padres no nos dejaban acercarnos a ellas, no podíamos trabajar con ellas, no podíamos jugar con ellas, yo esto siempre lo vi injusto, ellas solo eran unas chicas solas, nadie se acercaba ellas, las gemelas Falcón, cuando nacieron, sus padres murieron cuando ellas nacieron, su casa fue quemada. Para sorpresa de todos, ellas sobrevivieron, nadie sabía cómo ni porque murieron. Según la policía, la hornalla fue dejada encendida.
Otro día mas, otro día viéndolas ahí, solas y neutrales, leyendo algún libro que encuentran, yo siempre trato de acercarme pero siempre me descubren, esta vez, será distinto, me escondo entre los arbustos y voy a donde están sentadas. Sor María aun no llega al patio, logro ponerme detrás de ellas y escucho como murmuran algunas frases del libro.
-Nuestras faltas ignoramos-empezó a murmurar Anastasia
-Las del prójimo aumentamos-termino la oración Ana María
Me sorprendía su pasión por los libros, normalmente, chicas de 15 años se interesan más por la moda, maquillaje y chicos, pero ellas no, tal vez sea porque están solas.
-Y la dulce voz de...-Anastasia siguió leyendo pero se interrumpió a si misma diciendo un poco más alto-Puedes dejar de esconderte? Es molesto.
Cuando me doy cuenta, las gemelas me están mirando con frialdad, como si fuera un intruso. Trago saliva y contesto nervioso.
-S-soy Martin González-empiezo a hablar-e-estoy en su clase
-Eso no nos interesa-hablo Ana María mirándome molesta-lo que queremos...
-es saber porque siempre nos miras a la hora del descanso y del almuerzo-siguió Anastasia-es molesto
La tensión se sentía a kilómetros de distancia y era muy densa, tanto que se podría cortar con un cuchillo. Aclaro mi garganta y me levanto.
-Es que me interesan-respondo sincero- me agrada que sean-no logro terminar mi oración porque Ana María me interrumpe
-Unos monstruos de circo?-habla molesta
-Unos Freaks?-pregunta irritada Anastasia
-Diversión humana?-hablan juntas y me miran
Yo estoy molesto, de verdad creen que yo soy igual al resto? Que las critico por como las llaman el resto?
-No son ni una cosa, ni la otra-contesto mirándolas a los ojos-son solo unas gemelas que, a pesar de lo que la gente diga, ustedes siguen adelante
En cuanto me doy cuenta, me miran anodadas, y antes de que digan algo, el grito de Sor María irrumpe el patio
-Señor González-se acerca y me agarra de la oreja, haciendo que me duela-que hace cerca de estas? Que no recuerda las reglas?-
Antes de que diga algo, me lleva dentro y con la directora. Estas hablan y llaman a mis padres, a lo cual me veo obligado a esperar afuera mientras oigo el grito de mi padre junto al de la directora de la escuela. Este día no puede ser peor. Cuando mis padres salen, nos vamos directamente a mi casa y ahí me gritan de todo un millón y me prohíben jugar o salir con mis amigos por dos meses, no le presto mucha atención a lo que dicen, solo estaba el pensamiento de las gemelas, el cómo me miraban anodadas al escuchar lo que dije.
Al día siguiente, llego a la escuela y al abrir mi locker veo una nota, la abro y noto que solo dice una cosa; "ven a la biblioteca Atte. A&AM" yo no sabía quién escribió esa nota, pero mi curiosidad me gano y fui. No sé porque acepte ir. Al abrir la puerta, un grito desgarrador sale de mi garganta al ver la escena enfrente de mí; Anastasia y Ana María, colgando de una soga en el techo.Estaba en estado de shock, no me di cuenta que muchos alumnos llegaron junto a profesores a ver lo que yo vi. Llegaron los paramédicos y las bajan de ahí y la llevan al hospital, directas a la morgue. Al día siguiente, fue su funeral. Todos lloraban y se lamentaban, hipócritas, solo lo hacen para verse bien, nunca les importaron. Cuando el funeral termino, un hombre se me acerco y me dio una carta
-estaba en el vestido-me dijo y yo asentí. Fui a un parque y me senté, abrí la carta y comencé a leer:
"Martin González
Escribimos esta carta para informarle que usted fue nuestro verdugo, estamos seguras de que no sabe de lo que hablamos, así que se lo contaremos de principio;Cuando nacimos, usted sabia y muchos más también que nosotras teníamos un defecto, y eso hiso que fuéramos vistas como monstruos, nosotras pensamos que nadie nos querría y mi hermana (Anastasia) tenía la esperanza de que si, así que hicimos un pacto de sangre; el día que alguien se acerque y nos diga que no somos monstruos, moriríamos el mismo día. Con el paso del tiempo el pacto fue casi olvidándose y perdíamos la esperanza de conocer a ese alguien. No fue hasta que lo conocimos, nuestra primera charla fue inusual, usted se nos acercó a escondidas y nos habló con voz firme que no creía que herramos monstruos, claro que no pudimos hablar más por Sor María. En ese momento recordamos el pacto y a la noche, sin que nadie nos viera, entramos a la escuela y nos colgamos.
Díganos, que se siente ser un verdugo? Que sus palabras nos mataron?
Atte. Anastasia y Ana María"
Quede sorprendido y mi mirada quedo perdida. No puedo creer que hayan muerto. Unidas al nacer, Atadas al vivir, Separadas al morir
FIN