Oye, hace mucho que no hablamos.
Bueno, más bien que no te hablo. Lo siento. No es fácil hablarte, ya lo sabes.
Todo lo que sabía sobre este mundo, contigo, ya no existe.
Por cada persona, palabra o sentimiento que pasa por mi cabeza, siempre, antes, estás tú.
Lárgate. Hazme ese gran favor.
Hoy es un día frío. De esos de chocolate en taza, sofá y manta. Da igual si es para ver algo o disfrutar leyendo. Algunos somos raros y nos sentamos a mirar el tiempo pasar. Es un poco doloroso porque cuando no piensas en nada siempre acabas pensando en todo. Escríbeme en tu cuerpo y yo te recordaré en mis pensamientos. O no, mejor no.
Me da miedo salir a la calle sin cogerte de la mano, y todavía no entiendo exactamente el porqué si soy feliz. No me falta de nada.
Miento. Otra vez.
Dicen que las mentiras solo son verdades pero en otro idioma. ¿Quién lo dice? Me parece una soberana estupidez.
Creo que yo me miento todo el rato. Me duele el pecho, cada vez que te pienso.
Bastante a menudo.
Las personas somos como las flores. Por eso, por favor, tú nunca te marchites.
