En la sala de abordaje.

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Estoy sentada en la sala de espera del aeropuerto, estoy por salir a Londres, mi ciudad ideal y mi sueño dorado.

Siempre me ha parecido una ciudad hermosa, llena de historia, cultura y belleza. Soy fiel seguidora de The Beatles, Harry Potter, Hugh Grant, Tom Hiddleston y Johnny Depp. Había hecho mi plan desde hacia varios años: primero ingresaba al país como turista, trabajaba algunos años de au pair, después conocería a Benedict Cumberbatch y después me casaría con el obteniendo mi nacionalidad inglesa. Fácil.

Mientras paso el tiempo de espera decido sacar mi portátil y entrar un rato a mis redes sociales. Me pongo los audífonos y escucho The Beatles a todo volumen.

Después de un rato, noto como la gente me mira de manera extraña y bajo un poco el volumen. Maldita sea, no puedo expresarme feliz a mi manera. Suelto un suspiro y decido ver el capítulo online de Game of Thrones que había quedado pendiente.

Algo sucede conmigo que, cuando escucho su intro me falta el aire, la piel se me enchina y me da un pequeño orgasmo auditivo. O lo que mis amigos llaman "eargasm".

Como sea, estoy en pleno éxtasis con el intro y de repente siento unos golpecitos en la parte trasera de mi hombro izquierdo. Me quito el audífono y miró hacia atrás.

-Hola querida. ¿Te encuentras bien?- me pregunta un desconocido con boina y lentes negros.

-Si señor, ¿porque? ¿Esta usted bien?.- respondo viéndole de reojo.

-Completamente, sólo me ha parecido que estas llorando.

Rio en silencio y niego con la cabeza. ¿De verdad era un orgasmo lo que me pasaba? Me pongo un poco roja debido al suceso gracioso.

-No señor, todo esta perfecto gracias.

-No me digas señor, aún soy joven.

Me volteo completamente para verlo bien y me hace un signo de silencio atravesando un dedo por su boca.

Trago saliva nerviosa, frente a mi tengo a Benedict Cumberbatch disfrazado de civil. Parte de mi estúpido plan va a la perfección.

-Hola.- digo en un susurro y temblando como una hoja.- es un placer conocerte.

-Oh, eres un encanto.-respondió poniéndose de pie para sentarse junto a mi-¿Cómo te llamas?

-Danny,- le tiendo la mano para estrecharla pero el la besa caballerosamente. Claro, tenía que ser inglés.

-El placer es todo mío. ¿Te gusta GoT?- pregunta desviando la mirada hacia la pantalla de mi portátil.

-Si, bueno... No he leído la saga completa de libros de George R R Martin, pero soy seguidora de la serie.- respondo nerviosa bajando la pantalla.

-¿No crees que es muy sangriento?- pregunta sonriente.

-Bueno, realmente no lo veo por eso. Es simplemente que la manera en la que GRRM plasma la realidad de la vida, vale literalmente oro.

-De eso se trata un libro, ¿no? De plasmar realidades.

Si existe algo de lo que puedo hablar por horas y horas sin cansarme poquito es GoT, Beatles y por supuesto... Tom Hiddleston. Sentía ese momento crecer en el pecho así que intente no exaltarme demasiado al contestar.

-Bueno, cada libro de GRRM tiene varias características, ¿sabes? Pero todos comparten una en totalidad. Me parece tan increíble como alguien puede describir a la perfección que la vida no siempre tiene un final feliz.- me encojo de hombros nerviosa.

-¿No hay final feliz en la vida? ¿Cómo lo sabes? Pareces segura de ello.

-Porque cuando crees tener todo lo que siempre quisiste, dinero, compañía, lo que sea... Siempre hay un maldito giro del destino que te demuestra que en realidad no tienes nada. Y te lo quita.

-Eso es muy profundo, ¿no crees? ¿Te sucedió algo para que pienses así?-baja un poco sus lentes y me mira fijamente dedicandome una sonrisa.

-Es la realidad, siempre debes luchar por tu final feliz y si... Perdí una gran amistad sólo por una tontería pero... No quiero hablar de ello.-le sonrio de vuelta perdiéndome en sus ojos azules.

-De acuerdo ¿A dónde te diriges Danny?- pregunta tras un suspiro audible.

-Voy a Londres, entré en un programa de au pair.- vuelvo la mirada al ordenador y decido entrar a tumblr.

-Es fantástico, supongo que te veré allá.- dice sonriente y saca su teléfono para perderse en el.

Estoy un poco ansiosa, nerviosa, feliz y con ganas de tirarme encima de Benedict después de ver tumblr repleto de fotos suyas. Pero me contengo, respiro hondo y sigo bajando por la pantalla.

-Esas imágenes son muy graciosas.- dice de repente cerca de mi.

Bajó de golpe la pantalla de mi ordenador y la abrazo fuertemente. ¿Cuanto tiempo llevaba viendo esas fotografías que ponían a Martín Freeman y a él en situaciones comprometedoras? No puedo evitar sonrojarme bastante.

-Yo... Yo no las hice, soy inocente lo juro.-digo torpemente mirando a otro lado.

Benedict suelta una gravísima carcajada.

-Lo se, he visto un montón de ellas gracias a Martín. Me parece fascinante todo el mundo de historias que salen sólo de una cabeza.- sonríe de lado.

-Me causan risa, es verdad, pero yo voy más por Sherlolly.- digo guardando mi portátil en el bolso.

-¿Sherlolly? ¿Es esa cosa que suelen hacer los fans? De juntar los nombres y así... Supongo que es por Molly y Sherlock, ¿no?- se rasca la nariz tremendamente sexy mientras sonrio y asiento lentamente.- Bueno, me parece que tendrán que esperar a ver que sucede.

-¿Tu no me puedes adelantar un poquito?- pregunto juntado un poco el dedo índice y pulgar.

-Por supuesto que no, va en contra de las reglas. Cabe mencionar que ni yo sé.- responde cruzando los brazos con una hermosa sonrisa.

En ese momento la voz que anuncia el momento de abordar suena por las bocinas. Me siento un poco triste de tener que separarme de tan tremendo hombre.

-Amm.. Benedict, ¿Te molestaría firmarme un autógrafo?- le pregunto en voz baja, sacando mi bolígrafo y la servilleta de mi café.

-Por supuesto que no, cariño.-dice tomándome el boli de las manos y tomando la servilleta.

-Gracias, eres increíble.- le digo una vez que me regresa las cosas y guardo la servilleta en el bolso del portátil.

-Oh, muchas gracias, me haces sonrojar.- dice sonriendo de lado y poniéndose de pie.-Que tengas un buen viaje Danny.- toma sus maletas y se aleja caminando lentamente.

Lo sigo con la mirada y una sonrisa enorme en los labios. Mi plan estaba casi completado, sólo me faltaba obtener la nacionalidad inglesa. Después de todo, ya me había casado con Benedict Cumberbatch en la sala de abordaje y le había hecho tres hijos con la mirada.

Me pongo de pie felizmente tomando mis pertenencias y me dirijo a la puerta para abordar el avión sintiéndome una completa sucia al pensar en Benedict.

Londres me esperaba y yo a el, un mudo nuevo de posibilidades se abría ante mi, y yo iba hacia el con toda la intención.

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⏰ Última actualización: Jul 20, 2014 ⏰

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