Desperté sobresaltada en medio de lo cama, de nuevo una pesadilla. Rodé en mi cama para mirar por la ventana, aun estaba oscuro fuera.
Salí de mi habitación en busca de un vaso con agua para quitarme el sabor pastoso de la boca seca, apenas había logrado dar unos pasos y una mano proveniente del piso me tomo del tobillo, obligando a mis pies a pegar un brinco, mire hacia abajo, a donde había sentido el toque, y entonces lo mire. Era el, de pronto todos los recuerdos vinieron a mi mente.
Anoche fue el aniversario del club de mi amigo (por llamarlo de una manera) Carlo. Carlo era famoso por sus fiestas sin fin y buen ambiente, lo que le ayudo a que el club que puso con ayuda de la herencia de su abuelo, fuera el lugar favorito de los citadinos para festejar y pasar una noche interminable.
Al final yo decidí ir solo porque me lo pidió todos los días de la semana pasada, no porque fuera una partidaria honoraria de las fiestas.
En algún momento de la fiesta, sentí una mirada penetrante, mire varias veces en esa dirección solo para encontrarme con el, recuerdo que con solo verlo se me acelero el corazón, era alto, de figura musculosa y piel clara, llevaba uno de esos cortes estiló
Rockabilly en su cabello del
Color de los granos de cafe, que tanto se usan, pero lo que más me impresiono fueron sus ojos, esos ojos color miel que me dejaron se aliento.
He tenido experiencia con esta clase de chicos, engreído, creyendo que el mundo les pertenece solo a ellos, y la verdad estoy bastante aburrida de eso.
Pero la frase que salió de sus labios fue lo que me hizo detenerme al instante.
-Disculpa, estaba observando desde haya- señalo un lugar en la esquina del
Club- y me di cuenta, que tienes una pierna ligeramente más trabajada que la otra.
-Que?- fue lo primero que se me ocurrió decirle, el había venido solo para decirme que mis piernas estaban disparejas?
-Si, digo con esa falta que traes se puede apreciar desde el otro extremo del lugar-
Lo mire un largo tiempo a los ojos y decidí tomar el vaso de mi bebida y alejarme de el. Como era de esperarse el me siguió.
-Espera, déjame verlas solo una vez mas.
Me gire para quedar frente a el.
-Déjame ver si entendi- le dije cruzándole de brazos- eres uno de esos enfermos que no pueden contenerse de decir verdades incómodas? O es que solo te pegaste muy fuerte en la cabeza?
El me miro con una sonrisa torcida, tan irresistible, que tuve que mirar hacia otro lado.
-Una Folter- susurro- podria haberte reconocido a kilómetros.
Inmediatamente me tense, que el supiera lo que yo era me puso a la defensiva al instante.
Lo tomé del brazo y gire sobre mi misma para retorcerlo y quedar con completo control sobre el.
-sígueme y luce contengo y feliz- le dije al oído.
Caminamos hacia lo baños de mujeres, pero antes de llegar gire a la izquierda por una puerta, con el aun sujeto. Una vez dentro lo solté Con tanta violencia que se estampó en los estantes de la habitación donde había entrado.
-Quien eres, y que quieres. Y más te vale que te apresures porque como te imaginarás no tengo mucha paciencia-le dije sacando mis guantes de cuero de las botas y poniéndome los en las manos.
El me miro unos segundos con esa sonrisa torcida.
-No era necesaria la violencia Kat- se frotaba el brazo y se acomodó la chamarra de piel.
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El círculo
Любовные романы-Comprende de una buena vez, no importa lo que hagas, lo que soluciones o empeores, yo Siempre, siempre voy a estar en esto- -Entonces estaré en esto contigo- Conozcan a kat, la chica misteriosa, la chica mala, escurridiza. Conozcan a Aiden, el chi...