~ 𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 14 ~

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                                                                                 ℝ𝕖𝕔𝕙á𝕫𝕒𝕞𝕖


Cuando Jungkook se despertó ya no estaba amarrado. Gimió cuando se sentó porque le dolía la espalda y la cabeza. Ya no podía sentir la droga en su cuerpo, eso le hizo sentir una oleada de alivio.

Odiaba estar controlado y sabía que la noche anterior había sido demasiado abierto con Taehyung, como nunca antes. Se preguntó si había dicho algo en su estado drogado, algo que Taehyung no debería saber.

No quería que Taehyung supiera.

Se frotó la frente y fue entonces que se dio cuenta que sus muñecas y tobillos, se sentían extrañamente fríos y no dolían tanto como él hubiera imaginado después de luchar contra las restricciones. Las toco y se dio cuenta que sus heridas y rasguños habían sido tratados con gel de áloe vera. Frunció el ceño, cosas como estas sólo se le ocurrían a alguien como Anne, cuando era su psiquiatra.

Tenía la mala costumbre de ser maternal con él, o más bien lo que ella estaba tratando de hacer para que hablara con ella.

— Buenos días — Jungkook sacudió la cabeza, hasta que encontró la fuerte voz. No había visto a Jost. Mierda. Su corazón latía fuertemente sobre su pecho e hizo lo mejor para no parecer sorprendido. Sabía que necesitaba su medicamento y lo localizó en un vaso de plástico en la mesita de noche. Tomó el vaso con cautela y se tragó la píldora en seco, tratando de no dar importancia al rostro satisfecho de Jost.

—Despierto por fin, eh.

—Sí — dijo Jungkook con fuerza, regresando el vaso a su lugar. Sentía asco del hecho que su nuevo psiquiatra hubiera puesto esa mierda sobre él. No le gustaban las manos de otras personas sobre él, a menos que él los hubiera atraído.

— ¿Quieres un poco de agua para eso?—

— No. — Jost sólo se limitó a asentir.

—  Así que, te has saltado tus medicamentos de nuevo — Jungkook no dijo nada. No soportaba a Jost. No podía soportar a ningún psiquiatra. No necesitaba uno. No necesitaba con quien hablar. No tenía nada que decirles a ninguno que los pudiera satisfacer. Especialmente no a Jost. Debe ser uno de los psiquiatras más molestos que ha tenido hasta la fecha. Jost continúo hablando como si Jungkook hubiera contestado—¿Por qué? —

— No me dio la gana — dijo Jungkook con frialdad, asegurándose de mantener el contacto visual, tratando de no parpadear.

— Oh — Jost asintió y escribió algo en su libreta. Jungkook lo miró. En ella escribía todo lo que Jost creía que sabía de Jungkook. No sabía una mierda. —¿Por qué no te dio la gana? Sabes perfectamente que pasa si no los tomas — Jost estaba acostumbrado a que Jungkook no le respondiera, así que continuó— Te estás volviendo paranoico — dijo— pierdes el control muy fácil.

~Cállate.

—¿Quieres decirme acerca de las cosas que oyes?—

~Cállate.

— ¿No los oyes? —

— Cállate — dijo Jungkook con los ojos cerrados. Sabía que estaba templando de ira y apretó los puños. Sabía que si no se hubiera tragado aquel montón de pastillas, en estos momentos se encargaría que Jost se ahogara en sus propias lágrimas. Jost lo ignoró.

— ¿Quieres hablar de lo que pasó en la corte? ¿Cómo te sientes al respecto? — Jungkook quería gritar y romper algo. Esa fue la peor pregunta de todas. La despreciaba. Todos sus psiquiatras la habían usado. Todos, pero Anne...Anne le gustaba hablar de todo lo que no fuera Jungkook, en ocasiones pidiendo su opinión. Jungkook no sabía muy bien que pensar de eso, pero sabía que había querido entrar en su cabeza, había intentado hacer que se abriera poco a poco. Eso lo había hecho sentir gravemente con el cerebro revuelto.

* 𝕆𝕦𝕥𝕣𝕚𝕘𝕙𝕥 𝔻𝕖𝕔𝕖𝕡𝕥𝕚𝕠𝕟 *Donde viven las historias. Descúbrelo ahora