Enseñame a Olvidar II: volver a nacer

Cap 31- La verdad

Cap 31 - La verdad

Natalie:

- ¿Tú les dijiste en dónde estoy?- preguntó furioso a Melissa, cuando nos vió en la puerta.

- Si, yo les dije - respondió.

- ¿Por qué hiciste eso?

- Porque necesitan hablar...

- Yo no tengo nada que hablar con estos señores - nos volteó a ver - así que será mejor que se vayan.

- Nos puedes dejar solos, por favor - pedí a Melissa, ignorando lo que dijo.

Volteó a ver a mi hijo y le acarició el brazo.

- Por Favor - dijo antes de salir.

- ¿Se puede saber de qué quieren hablar? Veo que ya no se esconden ¿No les da miedo que los arreste?

- ¿Piensas arrestar a tus padres?

- No se preocupen, no lo pienso hacer, al menos no por ahora.

- Que condescendiente eres hijo - dijo Will en sarcasmo, a la vez que entraba al departamento.

- ¿Se puede saber qué mentiras me piensan contar esta vez? ¿O será que ya se cansaron de fingir? - preguntó viéndome a los ojos.

- No hijo, ya me canse de sufrir - me metí al departamento y cerré la puerta tras de mí. Él me observó en silencio y se dirigió a servirse una copa - me cansé de esconderme, de no poder dar un paso sin tener que cuidarme las espaldas.... He sufrido más cosas de lo que cualquier persona pudiera soportar. Quiero descansar, pero creo no voy a poder hacerlo hasta el día que me muera y crèeme hijo, espero ese día con anhelo.

- Aparte de asesina, cobarde - dijo y tomó el resto de la copa.

-¡ELÍAS! - dijo furioso William y se dirigió a él, pero yo lo detuve antes que continuará.

- ¿Cobarde? Es fácil decirlo cuando no has tenido que sufrir ni la mitad de lo que yo he sufrido. Cuando siempre as tenido una vida llenas de amor y tranquilidad.

- ¡De mentiras! - me interrumpió.

- Mhmm...de mentiras...- era hora de hablar - Siéntate - ordené. Intento hablar, pero no lo deje. Me escucharía aunque fuera lo último que hiciera - me vas a escuchar y después - le mostré mis manos- soy toda tuya. Me puedes entregar a las autoridades... ¿Te imaginas las medallas de honor que recibirías?. ¡Wow! Sacaste de la tumba a Natalie Grimaldi. ¡La maldita... Natalie.... Grimaldi! Lo malo del asunto es que no se si te las puedas colgar, porque te ha crecido tanto tu maldito ego que se te subió a la cabeza.

Sé que me odias y lo entiendo, pero es hora que sepas la verdad, que sepas quién es Natalie Grimaldi. La zorra que mandaba matar gente, por capricho.

Me observó con ojos de odio y caminó rumbo a la puerta. William sacó la pistola y la preparó. Se detuvo al escuchar el click

- No serías capaz - dijo nervioso. Porque aunque sabía que Samantha y Rogelio darían su vida por él, aún no conocía a Natalie y a William.

- Ponme a prueba hijo - respondió Will - Tú te has empeñado en meterte con la gente equivocada y aunque nuestros hombres te han protegido hasta cierto grado, no son dios. Si los hombres que nos odian te piensan destruir, que mejor que lo haga yo que fui el que te dio la vida.

- ¿De qué hablas? - preguntó confundido.

- Que no solo te quieren los hombres a los que has destruido, si no también nuestros enemigos - dije llena de dolor- Leo y sus hombres te han protegido las espalda, aún sabiendo que estás contra ellos. Ese hombre que te quiso liquidar en la ambulancia, era alguien que me quería dañar a mi. No te asustes....que tu padre y yo nos encargamos de él.