Erase una vez un cochinito saltarín al cual le gustaba nadar en riveras del río, un día, el río fue contaminado por desperdicios arrojados de plantas e industrias starko. Los vengadores del lado oscuro habían causado un aumento de materiales tóxicos en el riachuelo. El cerdo no tuvo más opción que desencadenar una batalla contra estos funestos seres que destruían su ecosistema. Junto con la vaca golpeadora y el caballo veloz, crearon, mediante tecnología alienígena, implementos y artículos variados para una guerra, sueros que concedían habilidades y poderes increibles a quienes se lo injertaran y con eso fueron a batallar a sus detractores. La cruzada fue de corta duración, con excesiva ventaja a favor de los animales, al punto de ser considerada una cruenta masacre, acabaron con el enemigo y su empresa y vivieron felices por siempre.
