Parte 1

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¿Qué es el amor?, ¿Quién realmente es merecedor de el?, ¿Cómo saber si estoy enamorado? ¿Cómo saber si ya no lo estoy?

Malditas dudas que giran en mi cabeza. El me ama, o eso dice. Pero, ¿Lo amo yo? No quiero lastimarlo, eso afectaría su desempeño en el equipo, y obviamente eso no lo puedo permitir.

Además, eso del "amor" no es para mí.... Ya ame una vez y lo único que obtuve de ese ferviente sentimiento fue una estúpida rivalidad con aquel a quien yo amaba. Creía que me veía como alguien cercano a él ya que me permitía estar a su lado... me regalo el primero de mis besos y mi primera experiencia de placer...y todo ¿para qué? Para saber que solo hacia eso para controlarme, para evitar que pudiera superarlo.

No me amaba, solo utilizo mi idolatría hacia él para asegurar su lugar en el equipo. Y lo peor de todo esto, ya amaba a alguien. Iwaisumi-san ocupaba el lugar que yo creía mío. Y no es que él fuera malo, simplemente era el objeto del amor de Oikawa-san.

Era ciego a lo obvio de esa realidad. No quería darme cuenta de la mirada que constantemente se dirigían, la complicidad de ellas. Y la pasión, ese sentimiento poderoso y ardiente. La pasión que desbordaron creyéndose solos.

Fui testigo de ese secreto a voces que todos callaban. Quería darle una sorpresa al esperarlo para irnos juntos, estaba emocionado pensando en que podría invitarle un helado o algo para cenar, pero el sorprendido fui yo. Los sonidos lascivos que llegaron a mis oídos me incitaban a irme corriendo y dejar a los enamorados solos, pero su voz, aquella voz que esperaba fuera solo para mis oídos repetía una y otra vez, como si de una plegaria se tratara "Iwa-chan, mas" "iwa-chan te amo"" Iwa-chan", "Iwa-chan".....

Ese no era el nombre que debería salir de sus labios, ni tampoco debería escucharse tan jodidamente sensual aquel susurro que me adentraba directamente al infierno.

Todo acabo después de eso. Ambos se disculparon, uno mirando hacia el suelo claramente arrepentido, el otro un poco incomodo.

No dije nada, no grite, no pelee. Nada. Solo, me sentía vacio. Por un momento, sentí que Iwaisumi-san trataba de decir algo, pero supongo que no hay muchas cosas que puedas decirle a quien le arrebataron algo que deseaba tanto y creyó tener.

El enterarme que formalizaron su relación cuando me cambie de escuela solo logro destruir los frágiles muros que me habían mantenido en pie después de aquello. Escuchar de la relación que tenían, la que todas las chicas envidiaban y algunos chicos criticaban. Lucharon para proteger eso que tenían, lucharon juntos para salir adelante.

Cada logro que tenían, cada paso hacia adelante que daban, hundía poco a poco a este pequeño Kohai que aun a su pesar, los admiraba como jugadores. Sentir tanto por alguien es aterrador. El me engaño, me uso, jugó con la inocencia que predominaba en mi....pero aun así, sabía que si me buscaba regresaría a su lado. Aun sabiendo que no me amaba, aun sabiendo que sus labios reclamaban otros muy diferentes a los míos. Aun así, volvería, siempre, cuando él quisiera...

¡Noooooo!

Ya no más, no volveré a derrumbarme. No dejare que nadie tenga ese tipo de poder sobre mí. No necesito el amor. Solo necesito el vóleibol. Pero para eso, Hinata debe estar en la mejor forma posible.

Está bien, seguiré con esta farsa. Es por el equipo. Es por el Vóleibol.

Ahora bien, ¿Cuándo espesó esto?.....

Ohhh! Ya lo recuerdo. Llevamos saliendo un mes. Un mes desde que me dijo que me amaba después de uno de los entrenamientos. No entendí bien porque me decía eso, ni porque su mirada era más brillante que de costumbre. Después comprendí que era porque estaba a punto de llorar. ¡Que locura! ¿En serio iba a llorar por decirme aquello? No puedo negar que se veía tierno y algo lindo, por ello no pude decir que no.

La caída de un ReyWhere stories live. Discover now