Prólogo

325 17 5
                                    

La tormenta se acercaba cada vez más rápido; mi corazón parecía querer explotar, no entendía como toda la situación había llegado hasta este extremo, mi madre muriendose cada segundo que pasa; mi padre llamandome zorra, yendose lejos junto a su otra familia; abandonandome. Lo único que quería era escaparme ya de aquí, tenía que irme lejos, porque si alguna autoridad descubre que soy una menor sin adultos a mi cargo, podrían mandarme a un centro de niños huerfanos, y eso, era lo que menos quería, así que tome lo más rápido que pude mi valija junto a mi equipaje de manos, y salí desesperadamente por la puerta, sin mirar atrás, supongo que así sería más fácil dejar ir una gran parte de mi vida, mi ciclo de vida comenzo en esa casa, en esa pequeña y ruidosa habitación, junto a mi madre en una bañera, esperando a tenerme, y ahí estaba él, mi papá, dandole la mano, y apoyándola en cada paso, en cada desición que ella tomaba, fuera mala, fuera buena, a él no le importaba, porque nos amaba a mi y a mi mamá, y ella creyó que eso nunca cambiaría, pero que equivocada que estaba, hoy, ella está muerta, el desgrasiado ese, junto a su nueva familia, y yo, me encuentro en un aeropuerto buscando mi billetera para pagar el pasaje, está por salír, y tengo miedo de perder el vuelo, puede que con la prisa me haya olvidado de tomarla, pero esa idea se va al ver que hay efectivo suelto, eso quiere decir, que mi billetera esta abierta, puede que por la prisa no la haya cerrado; luego de pagar el pasaje, y esta vez cerrarla, voy apresuradamente al área de escaneo y envoltura de equipaje; les entrego todo lo que quiero despachar y al decirme que todo está ok, salgo lo más rápido que puedo, en busca de la puerta de despegue, pero todavía debo pasar por el free shop, olvide agarrar algo de cenar para el vuelo, aunque se supone que dentro del avión me daran cena y desayuno, dado a que ya son casi las nueve de la noche, y tristemente tengo varias horas de vuelo, siento que este será el peor vuelo de mi vida, las lágrimas y esas imágenes que estan en mi cabeza no me dejarán dormir, y tampoco al resto de pasajeros, así que intentaré calmarme y tomar pastillas para dormir.
Hoy ya era un nuevo día, aunque igual mi cabeza seguía pensando en lo ocurrido horas atrás, y por un largo tiempo, esos pensamientos no se iran, porque es duro ver como tu madre muere en tus brazos, y que tu padre te abandone, es aún peor, se los aseguro.
Luego de un largo tiempo caminando, encuentro mi casa, es a dos cuadras de la gran manzana, si, estoy en Nueva York, en los Estados Unidos de América; y al parecer mi nuevo vecino no está tan mal, tiene pinta de ser fortachón, musculoso, y fan de los deportes, veremos como va la cosa más adelante, lo primordial aquí es cuidarme de las autoridádes, y poder seguir mi vida sin ningún tipo de problema.

Mi Novio ¿Mi Hermanastro?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora