Prólogo.
—¡Corré! —Le dice a Camil con dificultad, corríamos por que unos hombres nos estaban siguiendo, escapabamos, hasta llegar a nuestra hogar y sentirnos seguras.
—Tengo mucho miedo Sammy —comentó Camil mientras lloraba.
—Tranquila amiga, te prometo que todo estará bien, saldremos de esto —susurré y escuche la voz de esos hombres, haciendo que mi piel se pusiera de gallina.
...
Aún recuerdo ese suceso, ese desagradable suceso que nos cambio la vida con mí amiga Camil.
Dos almas puras se corrompieron por dos hombres sin escrúpulos, sin razonamiento, sin respeto al sexo opuesto.
Pero aquí estábamos, intentando sanar nuestras heridas externas e internas, intentando sonreírle a la vida nuevamente, intentando confiar en las personas y en especial en el amor y en los hombres.
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Mi Gran Perdición
Teen Fiction-Cómo me encantaría que me miraras como la miras a ella -digo ya con las lágrimas saliendo de mis ojos