El asedio de Charleston

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Año 1718, en Nassau.

27 de abril, miércoles:

Duncan Walpole, reconocido pirata que alguna vez habría servido a la Armada Real inglesa, regresó a Nassau, el asentamiento de todos los "marineros independientes".

Luego del asesinato al gobernador Laureano Torres en La Habana, a manos de Duncan, los residentes de Nassau creyeron que podían estar "en paz", y seguir con sus actividades delictivas con normalidad, sin la presencia de los españoles en Las Antillas, no había peligro relativamente real en el radar de los piratas, se equivocaron.

Rogers, Woodes Rogers, un corsario inglés, el gobernador de Las Bahamas (lugar geográfico donde, evidentemente, se encuentra Nassau), ya tenía en la mira que esto podría llegar a suceder, ante un evento como el asesinato de Torres, la corona británica decidió tomar cartas en el asunto. Una flota de la armada real desembarca en la isla, ante la atenta mirada de Duncan, Jack y Edward.

Charles Vane y Benjamin Hornigold son los "representantes" de la comunidad pirata en el siguiente acto; Rogers es claro, les da un mes a todos para pedir la rendición y unirse a la corona, o el castigo sería la horca, y requisarían el lugar, declaran que es insalubre, la increíble cantidad de enfermedades y la suciedad de la isla (esto es una excusa de la corona, en realidad querían tomar Las Bahamas para expandirse territorialmente y tomar otras colonias).

Rogers se marcha, una carrera contra el tiempo comienza, los piratas tratan de buscar una solución ante la amenazante andanada de cañones que se avecina, y a Edward se le ocurre una idea;

-Ese malnacido nos dijo insalubres, ¿verdad?, necesitamos medicamentos y alcohol para los enfermos.

A lo que Duncan pregunta:

+¿No estarás pensando en...

-Sí, no tenemos tiempo, tenemos que tomar una ciudad. Va a ser divertido, mientras estemos en el Reina Ana nadie nos podrá tocar, ya sabes el temor que le tienen a mi navío, Duncan.

+¿Y en qué ciudad está pensando usted, maestre?

-Charleston en Carolina del Sur, no está tan lejos, en un mes llegamos y volvemos con lo que necesitemos.

Partieron, Duncan con su "Jackdaw" (el nombre de su navío, toma el nombre de un pájaro de la zona, por su pico, muy similar) y Edward con el Venganza de la Reina Ana, rumbo a Charleston.

Por lo visto, Rogers le dio un ultimátum inclusive a las demás islas, en el viaje, cada vez se encontraron con más y más puestos de guardia rodeando la costa (Duncan, ágil y un experto en el sigilo, era el encargado de lanzarse al agua e ir matando a los guardias uno por uno, despejar el camino y continuar con la travesía).

Una vez llegan a Charleston, Edward, el capitán del Venganza, envía a sus tripulantes a secuestrar civiles, concretamente tres, la estrategia que usarían sería la más extorsiva e inmoral, la tortura y asesinato.

Cubierto con las mechas encendidas que lo adornan, y a bordo de su sombrío barco, el hombre de barba enmarañada y oscurecida, exclama:

-¡A todos, les daré tres días!, ¡Si en tres días, no tengo lo que quiero, tomaremos la ciudad, ustedes eligen!

Era lógico el pedido, el pirata quería medicinas, ron, dinero, todo lo necesario para fortalecer Nassau, y para expulsar a Rogers llegado el momento, utilizando su navío.

Se notaba una gran presencia de la población observando en la costa a los tres individuos colgados de cada mástil, cada uno simboliza un día, la gente está consternada, no saben qué hacer, esperan que su gobernador tome una decisión, y se limitan a mirar qué sucede.

Pasa el primer día, y al amanecer, Edward desenfunda uno de sus trabucos y le dispara en el abdomen a uno de los prisioneros.

Uno menos.

El disparo le heló la sangre a los ciudadanos de Charleston, era el primer aviso para su gobernador, tenía 48 horas para tomar la decisión, los piratas iban muy en serio por lo visto.

Decide dar la orden de que la guardia de la ciudad prepare sus armas para disparar contra ambos navíos (el Venganza y el Jackdaw), los piratas, al ver lo que estaban planeando los Charlestonienses, preparan los cañones. Edward es claro, toma su espada y la hunde en el cuello de un segundo prisionero:

-¡Un día menos! Exclamó

Esto sumió en el terror a la ciudad, al gobernador no le quedaba otra alternativa, tuvo que ceder al pedido pirata, cargaron ambas embarcaciones y se llevaron el botín a Nassau, vendieron lo innecesario para comprar armamento, y aguardaron a la muy próxima visita del gobernador Rogers.

Allá por Mayo de 1718, vuelve la armada británica, no parecían muy dispuestos a cumplir con su "pacto" de que si en un mes arreglaban las carencias de la isla, los dejarían en paz.

El primer cañonazo fue prueba suficiente, Rackham, Duncan, Vane y el capitán Edward estaban listos para contrarrestar a la flota inglesa, fue una batalla naval muy intensa, en la que, Woodes Rogers tuvo que huir, el GOBERNADOR, con el ejército, tuvo que volver por donde vino.

Sin dudas una gran victoria para los piratas, luego de este asedio y lucha, Edward anuncia su retiro, organizan una fiesta en el bar unos meses después, donde Mary Read y Anne Bonny (que eran las camareras en Nassau) señalan al mar y sentencian:

-Vuelven por nosotros, muchachos.

Era Robert Maynard, enviado por Rogers con una flota mucho más grande que la última, con la intención evidente de asesinar a todos los piratas.

Duncan y Edward entendieron a la perfección, subieron al Reina Ana y comienza la que tal vez es la persecución marítima más espectacular en la historia de la piratería, 21 de noviembre de 1718, desde Nassau hasta Virginia, el Venganza contra el Ranger (navío de Maynard), tal vez los dos barcos más temidos de altamar.

Ambas naves quedaron varadas al meterse a los canales de Las Bahamas, donde, cuando subió la marea, el viento no era suficiente para que se muevan, por lo que recurrieron a los remos, con el resto de la flota hundida a manos de los piratas de Nassau, solamente quedaban ellos dos, Edward y Maynard, el Venganza logra dañar gravemente al Ranger, y el capitán pirata ordena que tomen la nave, un error. Los ingleses estaban mejor armados que los piratas, la disputa fue pareja, hasta que entró Maynard al juego, le dispara a Edward Thatch, falleciendo éste ipso facto, a lo cual, su tripulación se rinde.

El asedio de CharlestonWhere stories live. Discover now