Radiografía de un corazón herido II

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Hola, espero les guste si es así dejen sus comentarios y VOTOS.
ADVERTENCIA: este capítulo tiene contenido HOT e imágenes FUERTES. LEER BAJO SU PROPIA RESPONSABILIDAD.

¿Cómo terminó en esta situación?

¡Claro! Todo es cosa del idiota de Boruto. Hace un momento  estaba en el campo de entrenamiento desquitándo con un tronco su frustración y al siguiente aparece Boruto, se gritan, luego él la amarra y la carga sobre el hombro para llevarla a su casa.

Con ella a costa subió las escaleras hasta llegar al dormitorio, una vez ahí la depositó sobre la cama.

-Es momento de que escuches, luego te soltaré y si quieres te haré el amor.

-¿Estás loco? Suéltame, quiero irme a casa.

-Escucha, es verdad...me aparté, pero no fue por que todavía la ame.  Guardo su recuerdo como algo valioso en mi pasado y eso es todo. Si paré fue debido a ti.....

-Esto se pone mejor, lamento haber echo que te alejaras. Es obvio que no me quieres, así que deja que me valla.

-Calla....fue por temor, no puede proteger a la mujer que amaba. ¿Qué sucede si pasa de nuevo? ¿Y si no soy capaz de cuidarte? ¿Si algo malo te pasa? No sobreviviré.....

- Tonto, acaso no sabes que yo no necesito que me protejas, puedo hacerlo sola. Ahora suéltame.

Una vez que la soltó, ella empezó a caminar de un lugar a otro, mientras trataba de explicarle que no debía preocuparse por ella, tratando de calmar sus inseguridades. Él la dejó hablar, sabía que estaba molesta y quería que lo perdonara.

Cuando por fin dejó de hablar, fue a sentarse en la cama junto a él y le tomó la mano.

-Lo lamento- soltó Boruto.

-Deberías- replicó ella.

El Uzumaki se animó a besarla, suspiró cuando Sarada no lo empujó- Intentemos de nuevo...Por favor- por respuesta ella lo besó.
Como la última vez le quitó la ropa hasta dejarla desnuda, esta vez se detuvo a apreciar la lencería negra.
Jugó con las blondas negras del sujetador, que bonito ropa.

-Me alegra que te guste- cerró de golpe la distancia y empezó a acariciarle los pechos.

Sarada empezó a retorcerse de placer, mientras gemía de forma desesperada. Boruto siguió besando y tocándola por varios minutos, hasta que bajó las manos a sus caderas y le quitó la ropa interior. Luego acarició entre sus labios vaginales hasta sentir la humedad desbordante, solo entonces se separó.

-Qué sucede- Sarada respiraba muy rápido.

Él se desnudó por completo y tomó algo de la mesa de noche- Condón- enseguida se lo colocó.
Sarada rió y lo envolvió con sus brazos cuando se colocó sobre ella- Ten cuidado- le pidió.

-No te preocupes- con manos suaves le separó las piernas y se colocó en medio. Fue con cuidado al inicio entrando de apoco, aunque al final tuvo que hacer presión y se introdujo de golpe.

-Lo siento- susurró contra sus labios.

-No me dolió- respondió ella.

-Me alegro, me moveré.

Empezó con el suave vaivén de caderas, golpeando con cuidado hasta que la sintió relajarse. Entonces se animó a penetrarla con más fuerza, ella por su parte respondió con el mismo entusiasmo, elevando las caderas para darle el alcance.

-¡¡Ohh Dios!!

-Sarada.....Sarada- él la llama como en medio de una plegaria.

Siguen moviéndose al mismo ritmo hasta que alcanzaron el orgasmo, entonces  él se desploma sobre ella, que lo sostiene contra su cuerpo.

-Te amo Sarada...

-Y yo a ti, Boruto.

Después de unos minutos el Uzumaki se levanta para remover el condón y tirarlo a la papelera en una esquina del cuarto.
Cuando regresa a la cama, Sarada está dormida, se ve relajada. Opta por acomodarse junto a ella y comtemplarla mientras duerme. Sin darse cuenta, él también se abandona al sueño.

Varias horas después Boruto se remueve en la cama, aferrándose al cuerpo caliente que tiene al lado. Al inicio cree que es un sueño, mas poco a poco los recuerdos llegan. Hizo el amor con Sarada «espero no haberla lastimado».
Realiza una rápida revisión del cuerpo de la chica, pero no ve nada raro. Para saber si está dolorida tendrá que esperar a que despierte y. como la Uhiha sigue dormida, se limita a acariciarle la espalda.

- Eso hace cosquillas...- su voy lo sorprende.

-Creí que dormías.

-¿Estás dolorida?- pregunta Boruto con preocupación.

-Soy un ninja. Eso no fue nada.

-Qué bueno. Quiero repetir.

Ella se sube sobre él para motarlo. -Está bien, pero es mi turno para atarte- a prisa se bajó de él y fue por la cuerda que Boruto había usado para amarrarla.
Él levantó una ceja, como preguntando ¿En serio? Ella asintió con la cabeza como respondiendo a su interrogante no articulada. Boruto le sonrió y se mantuvo inmóvil mientras Sarada se subía, nuevamente sobre él.

-Tenga piedad de mí.- soltó el chico con dramatismo.

-Eso depende de cómo se comporte. Ahora manos sobre la cabeza.- Boruto obedece de inmediato y la Uchiha lo ata.- ¿Qué haré primero? Ya sé.

Boruto lanza un gemido grave cuando Sarada lo tomó en su boca, ella chupó y lamió con esmero por un tiempo, cuando lo sintió temblar se retiro, para montarlo de nuevo.

Con cuidado lo guió a su interior, después de acostumbrarse a su presencia empieza a moverse con entusiasmo, Boruto la ayuda impulsando las caderas y ayudándola a subir y bajar. Cuando ya no puede más, Sarada se sujeta a los hombros del chico para buscar apoyo y aumenta la velocidad.
Ambos luchan para conseguir su orgasmo, cabalgando hacia el placer, en un momento ambos explotaron.
Sarada, completamente saciada, se desplomó sobre el pecho del Uzumaki, este la rodeó con sus brazos a la vez que le acarciaba la espalda.De pronto se tensó.

-Sarada olvidaste el condón- la sintió tensarse igual que él.

-Ahora lo mencionas.

-Oye tú estabas al mando.

-Compraré algo en la farmacia.....

-Bien, ahora duerme. Te despertaré más tarde.

Continuará.....

Cuando el sol dejó de brillar- BorusaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora