Ante los ojos de la Reina [SNK MINIFIC]

1.- Galliard Porco: Memorias

No hubo necesidad de que alguien lo mencionara. Desde el momento en que nuestras miradas se cruzaron, supe quién era ella.

Fui rehén de los demonios de Paradis, me tomaron a la fuerza poco después de que cortaran mis extremidades en la batalla ocasionada por Eren Jaeger, uno de los más peligrosos por sus convicciones, como me comentó el jefe Zeke, no sé dónde está Pieck, tampoco si sobrevivieron los demás guerreros, mis ojos fueron cubiertos en cuanto me inmovilizaron. Sin embargo, al zarpar y llegar a esta isla, todos los olores se me hacían familiares, por cada paso que daba eran mil gritos de agonía de un ave encerrada en un cuerpo gigante y de carne, que no obedecía sentimientos. ¿Todo esto sufriste? ¿Habrá sido suficiente para los demonios como tú? No, no son demonios, son sólo soldados.

Viajamos por tres o cuatro días, hacia el interior, parando en varios sitios, en todos fui escoltado, nunca logré ver nada, pero me sentía feliz de alguna manera escuchando las voces de dos personas muy ruidosas, como si me supiera las canciones que entonaban sus voces, me sentía nostálgico.
Un aroma en particular invadió mi nariz e hizo ruborizar ambas mejillas la última vez que cesamos el viaje y me lanzaron de rodillas. Había escuchado que se trataba del rey, de seguro sería sacrificado en contra de la tan renombrada familia real oculta en esa asquerosa isla. Sin embargo, la molestia continuó, mi agonía se intensificó en cuanto comenzaron a discutir sobre mi futuro, pues quien hablaba con autoridad y determinación, era la persona con la voz más cálida que haya oído, no habían dudas, la conocía, su timbre estaba en mi cabeza, en mis recuerdos, pero no lograba ver con claridad en qué parte de esta laguna de memorias acumuladas después de mi hermano, estaba alojada esta mujer.

Tenía la mandíbula rota para no morder mis extremidades y cada vez que se regeneraba un poco de tejido en mi cuerpo volvían a cortarlo, esta vez, su escarmiento era arduo, después de todo eran bestias. Comprensiblemente no había cabida para errores, sabían que de liberarme, trataría de matar a todos y cumplir nuestra misión.

Hacía mucho tiempo que no sentía esta presión en el pecho, bastante pasó desde la última vez que tuve problemas con mis memorias, o problemas con lo agobiante del sufrimiento de alguno de los antiguos portadores del titán mandíbulas. ''Quítenme la venda'', necesitaba gritarles, necesitaba ver que había a mi alrededor, quería ver quién estaba frente a mí, de quién era la voz familiar. Comencé a hacer ruidos hasta que alguien pateó mi estómago, sabía que ellos no querían hacerme daño, ¿pero por qué?

— Descúbranlo —

Una tenue sombra detrás de esas palabras me querían decir algo, algo como ''tardaste'', algo como '' ¿sigues ahí?'', la oía triste, la oía nostálgica, estaba vacía.

Quitaron la venda de mis ojos y tardé un poco en desplegar el párpado. Aun así, la luz me enceguecía hasta tal punto de solo ver a la persona que estaba frente a mí, rodeada por una radiante luz que hacía aparecer la imagen de una santa, la pulcritud. Cuando recuperé la vista pude verla con claridad, sus cabellos claros y largos, la piel pálida, sus profundos ojos... era tal y como la recordaba, tal y como la retrataba en mi cabeza; con una mirada perdida y un alma vacía.

Cuando nuestras miradas se encontraron una lagrima cayó por mi mejilla, me sentía orgulloso, me sentía escandalizado, estaba nervioso y feliz... creo que eso era, era felicidad. Ella me observó con detención y sentí como violó la seguridad de mi cuerpo y arremetió en contra de mi corazón, pero solo sonrió como si esperase a otra persona. Fuimos cómplices, yo lo sé, cómplices de ocultar la verdad que había entre nosotros.
Llevaba el rostro con un rojo fuego por lo que había vivido y sabía que mi hora había llegado también.

— Procedan... —

La diosa habló por última vez y luego volteó, siento que dijo algo después, pero no lo puedo recordar, ya no lo puedo recordar, solo veo la difusa imagen de alguien acercándose a ella con una caja pequeña y luego todo fue oscuridad.