Hoy cortaron el internet
Sucedió así nada más, estaba viendo videos en youtube, y luego nada.
Al principio no entré en pánico, supuse que era una falla de esas típicas, reiniciar el modem era la opción correcta. Ese pensamiento me tranquilizo, tome un alfiler y presione el botón de reinicio del modem, nada. El ícono de internet seguí mostrando un triángulo amarillo con un signo de exclamación en el medio.
Guarde la calma. Lo reinicie de nuevo, nada, lo reinicie de nuevo y nada. Lo conecte y lo desconecte, nada. Mierda.
Después de mucho considerar mis opciones decidí llamar por teléfono a la compañía, estaba atrasado por un mes con los pagos, pero era la primera vez que me atrasaba, debían de darme un poco de tiempo para juntar el dinero, eso quería decirles, que necesitaba el internet.
Levante el teléfono fijo y sentí la frustración salir de su caja. El mensaje con voz robótica recordándome que no he pagado mi cuenta de teléfono e internet. Mierda.
Tal vez si salgo y le pido al vecino que me la clave de su internet, sólo por unos días en lo que pago mi cuenta, le prometería que le pagaría la mitad de su siguiente recibo por ese enorme favor. Empecé a tronar mis nudillos, me mordía las uñas y mi respiración estaba empezando a ser más y más rápida, abrí la puerta de entrada, salí, di tres pasos y toque la puerta, nada, la toque dos veces más seguido por un "buenas noches vecino" nada, golpee tres veces más, esta vez con mucha fuerza por supuesto nadie contesto, probaría con el vecino de la derecha, sé que me odia porque siempre saco la basura muy tarde o muy temprano, a veces no la saco, las moscas, la putrefacción y toda la mierda que un ser humano produce se quedaban en el patio a sol y lluvia, el vecino de la derecha me recordaba amablemente que sacará mi basura al toque de campana (aviso de que se acerca el camión recolector) sólo respondía con una sonrisa -estúpido engreído lame suelas, pensaba-. Pero en épocas desesperadas medidas desesperadas, di 8 pasos desde la puerta de mi vecino de la izquierda, toque la puerta dos veces seguido de un "disculpe la molestia, vecino", la obscuridad de la calle, el silencio de la avenida y la soledad de las casas eran las únicas respuestas. Golpee una y otra vez la puerta, espere y espere, nada, ni siquiera un sonido de pasos disimulados en la obscuridad, o el correr de una cortina para ver sigilosamente al que toca en la obscuridad.
Supuse que no había nadie y no conocía a los demás vecinos de la calle como para ir de puerta en puerta rogando por una clave de internet. Además, nadie había salido a ver por la ventana, hice mucho ruido, el suficiente para que el ocasional residente chismoso se asomará para ver quién era aquel que se atrevía a perturbar sus sueños y delirios de grandeza y estupidez.
Entré de nuevo a casa, tal vez fue un fallo repentino y ahora entraría y la conexión estaría reestablecida. Pero no, el estúpido triángulo amarillo seguía ahí, incluso se notaba más grande, lo sentía en la habitación conmigo, oprimiendo mi pecho. Revise las redes disponibles y sólo había dos, vecino derecha e izquierda. Podía intentar adivinar la clave, seguramente la habían cambiado por alguna pendejada como el nombre de su nieto o de su esposa fallecida, tal vez el nombre de su marca favorita de bolsas para basura, no lo sé, mierda qué sabía yo más que necesitaba internet. Vi el reloj de la computadora, 11:21 pm, aún era temprano, para alguien que tiene insomnio casi todas las horas de la madrugada son temprano. Respire, tome un vaso con agua, comí sobras de la comida.
Me fui a acostar, decidí que no valía la pena mortificarme, mañana resolvería el asunto y ahora trataría de dormir temprano por primera vez en, no sé, tal vez ¿dos años? Pero cuando estaba bajo las cobijas, con la almohada detrás de la cabeza, escuche algo que no había escuchado desde hacía muchísimo tiempo, tal vez no muchos recuerden este sonido tan peculiar, el sonido de un teléfono fijo que está conectado a internet, un sonido mecánico, robótico, un idioma informático que no decía nada y decía todo, transfiriendo datos, desde artículos interesantes hasta pornografía grotesca. Obviamente estaba alucinando por la ansiedad, la falta de sueño, el estrés, la mala alimentación, supuse que una vida llena de podredumbre lleva a la locura, no es una idea tan descabellada.
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Offline
HorrorUna noche tranquila, hasta que te quedas sin internet, desconectado. Fuera de línea.