Introducción

8 1 0
                                    


Hoy me desperté como todas las mañanas. Me mire en el espejo, consciente de lo feliz que estaba. Unos ojos brillantes y una sonrisa idiota en la cara. Alistandome para el dia pienso en mi novia, Miracle. Hoy tenemos una cita, hace días que no la veo. Estaba demasiado ocupada con sus estudios y yo con los míos, pero ya pasaron los exámenes por lo cual nos merecemos un buen esperado cafe. Quedamos a las doce en punto, así que mejor salgo cuanto antes.

...

La una de la tarde, veo a un señor de mayor edad caminando por la calle con su chihuahua. Se encuentran con otro perrito y los dos se ponen a jugar, mientras tanto el señor mayor se pone a hablar con la dueña del otro perrito. Parece que se conocen. Le doy un sorbo a mi bebida y me vuelvo a sumergir en la espera.

Las dos, una niña chica con su madre entraron al lugar. La pequeña parecía una copia exacta de su madre. Las dos con el cabello lacio y marrón oscuro, y desde donde estoy sentado unos ojos tremendamente brillantes. Con una leche chocolatada y un café frío, las dos se sientan en una mesa disponible cerca de mi. Mientras las observo comienzo a pensar si algun dia tendre una hija tan preciosa como Miracle o tan inteligente como los dos. Con este pensamiento me distraigo y sigo con la espera.

Las tres, la niña y su madre se van. Mientras caminan a la puerta la pequeña se va quedando dormida al caminar. Hay un pitido de una máquina que no para de sonar, sin embargo este sonido no le molesta a la niña, ella sigue caminando como sonámbula. A mi si que me vuelve loco, estoy a punto de gritarle al barista que haga algo al respecto cuando de repente para. Espero que Miracle llegue pronto, a esta hora tal vez podemos ir a comer en vez de tomar algo aquí, este lugar me está volviendo claustrofóbico.

Las cuatro, el señor de antes vuelve a pasar frente al lugar. Su perro no se ve tan feliz ahora, anda ladrando y jalando la correa. El pitido vuelve. Ahora también hay un niño pequeño llorando. Estoy preocupado ahora. No me ha llamado ni me ha enviado un mensaje. ¿Se habrá olvidado? Ahora veo a lo que le ladra el perro, ha pasado una ambulancia a la velocidad de la luz al lado de la puerta del cafe. Me levanto apresurado y guardando mis pertenencias a trompicones salgo corriendo a casa de Miracle. Tengo un muy mal presentimiento, ella nunca olvida nada.

Jadeando me encuentro en la cuadra de su casa. El mal sentimiento sigue. Corro más. Me encuentro de frente con su casa. La ambulancia y tres coches policiales se encuentran allí. Hay policías en todos lados, unos manteniendo el perímetro, otros parece que están buscando pistas. Justo ahora están abriendo paso para que unos paramédicos salgan, estos arrastran una camilla que contiene una bolsa negra. Un cuerpo. Mi estómago se hace un nudo y me apresuro a ver dentro de la casa. Mientras más me acerco escucho un sollozo más fuerte. Veo a mi suegra llorando desconsoladamente en los brazos de su esposo. Corro dentro de la casa para ver qué sucedió con el estómago en el pecho.

Sangre. En todos lados. En la pared, en el suelo, en los muebles. No puede ser, Dios por favor no dejes que el cuerpo en la bolsa sea ella.

...

Esa es la historia del peor dia de mi vida. Gracias a todos los santos el cuerpo no era Miracle, era su mejor amiga, Valentina. Al parecer las dos estaban solas en casa luego de una noche de estudios cuando entraron dos ladrones. Cómo pensaban que la casa estaba vacía entraron y al verlas entraron en pánico y les dispararon. Después de ello se dieron a la fuga y nunca los encontraron, digamos que el sistema policial de esta ciudad no es el mejor del mundo. Lo cual es sumamente irónico puesto que esa es una de las zonas más llenas de gente rica y se supone que son los más protegidos. De todas formas mi preciosa Miracle tuvo que pagar las consecuencias de este sistema tan fallido.

Ella sí estuvo relativamente bien, sin embargo en lo que llegaba la ambulancia perdió tal cantidad de sangre que entró en coma. La visite todos y cada uno de los días que estuvo en ese maldito hospital. Le lleve flores, su café favorito, sus canciones favoritas, le hable. No despertó. O al menos eso quieren que piense. Justo al año del incidente sus padres me llevaron al lado, me miraron con esa cara de desprecio de siempre y me escupieron que iban a desconectarla. Tuvieron la osadía de decir que si no había despertado en un año que ya no lo iba a hacer. Pero yo supe que era una mentira al instante, mi Miracle es una luchadora. Además de que muchas veces me apretaba la mano y movía sus párpados, el doctor decía que eran reflejos pero yo se que era ella intentando comunicarme algo.

Desde ese dia no la volví a visitar. Ellos me odiaban, lo más probable es que todo esto era un plan para separarme de ella. Dejaria que hicieran lo que les diera en gana, además de que si esto no era una farsa tampoco quería verla morir. Ni siquiera tuvieron la decencia de invitarme al funeral, es más, me dieron una orden de restricción y después de ello jamás volví a saber de ellos. Eso fue más prueba a mi favor de que todo esto fue una maldita mentira. Incluso ni me querían dejar visitarla al hospital, la única razón por la que lo permitía es porque el doctor lo recomendaba.

Es más, se que aun sigue viva en algún lado. Solo tengo que buscarla bien, esto es obra de sus malditos progenitores. Para guiar mi búsqueda he investigado un poco, así que tengo algunas cosas claras. Si intentaron robar su casa, y si fue internada al hospital, de ahí en adelante no se nada y es lo que tengo que descubrir. 

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 24, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Nunca te OlvidaréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora