Póngame un café con confesiones, por favor

30 4 0
                                    

Siéntate, tomemos un café, “¿qué tal tu día?”.

Podríamos hacer lo de siempre,

compartir nuestras inquietudes

y al marchar darte un beso en la mejilla,

“nos vemos mañana”.

Pero siéntate, hablemos de cosas serias.

No te he mentido nunca,

pero podría decirte más verdades.

No te rías, hablemos de cosas serias,

que hoy voy a declararme.

Sabría muy bien por dónde empezar,

 pero por decencia empezaré con palabras.

Cómo explicártelo,

yo soy tan mío y tú tan de otro modo

que quizá

podríamos plantearnos un “nosotros”.

Compartamos posesiones.

Construyamos un presente con vistas al futuro.

Que no, que no me he vuelto loco,

que te quiero, que te quiero de ese modo

en que todo me da miedo.

Lo sé, confiabas en que no haría esto.

Lo siento, no más besos en la mejilla.

Termínate el café y pasa al cuarto,

quitémonos la ropa,

permite que me siga explicando.

Poeta cobarde; versos a un amor no confesadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora