♥§»★♪DaiSuga♪★«§♥
Volvía a casa del entrenamiento, mientras iba de camino a casa pensé en qué regalarle a Daichi por su cumpleaños, que era en dos días.
Últimamente ha estado actuando de una manera un tanto rara.
Cada vez que me acercaba a él parecía que evitaba el contacto visual conmigo... ¿Habré hecho algo mal?
Solía acompañarme a casa, pero ahora evita quedarse solo conmigo.
Suspiré frustrado.—¡Ya llegué!— saludé a mi madre al entrar.
—¡Bienvenido! Tómate una ducha, la cena estará lista en breve.Mi madre siempre ha sido una gran cocinera. Por eso, esperaba con ansias la cena.
Me desvestí al entrar en mi habitación y me tomé un baño tal y como me dijo mi madre. Seguía pensando en por qué Daichi estaba tan raro.
Al salir sentí un frío correr por toda mi espalda.—¡Frío! ¡Tengo que secarme!— dicho esto, cogí una toalla y procedí a secarme.
Me cambié al pijama y bajé adonde me esperaba la fantástica cena que había preparado mi madre.
Una vez terminada la cena y haber lavado los platos subí a mi habitación.
Me fijé en el calendario que estaba encima de mi escritorio, el cumpleaños de Daichi estaba marcado con rotulador rojo.
Suspiré de nuevo y saqué mis libros para terminar los deberes.
Mi mente no lograba concentrarse...—Maldito seas, Daichi...
Conseguí terminarlos y me fui a dormir pronto.
Al día siguiente desperté antes de que sonara el despertador. Una vez terminadas todas las tareas matutinas me fui a la escuela.
Me encontré con Daichi y le saludé. Él se puso todo rojo y saludó con nerviosismo. Hasta aquí llegó mi paciencia.—¡Daichi! Ya está bien, ¿por qué me evitas últimamente?
—No, Suga, ¡claro que no! N-no tengo ninguna razón para evitarte...— se puso más rojo y empezó a sudar.Es un caso perdido... De repente mi cara empezó a enrojecer. ¿P-podría ser que Daichi está-- No, no puede ser. ¿Verdad?
—A-ah, v-vale...— me sonrojé hasta las orejas, tal vez sí que tenía razón...En el club le pedí a Asahi hablar con él a solas, y él accedió.
Le conté lo que pasaba con nuestro capitán y por alguna extraña razón comenzó a reírse.—Madre mía, no me digas que no te diste cuenta. Todos los del equipo piensan que hay algo entre vosotros.
—¿¡¿T-todo el equipo?!?— mi cara comenzó a arder de nuevo, esto era pura vergüenza.
¿Cómo podía ser tan estúpido?
De repente se me encendió la bombilla.—¡Asahi!— el mencionado se sorprendió ante mi repentina reacción. —Ya sé qué regalarle a Daichi. ¡Gracias!
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"Hoy es el día" pensé.
Me levanté de mi cama e hice todo lo necesario para prepararme.Las clases fueron normales, más de algún alumno le felicitó a Daichi. Michimiya Yui también lo hizo y era de esperarse, he de admitir que me puse un poco celoso, pero no se notó... Creo
En el club todos le felicitaron, obvio.
—¡Feliz cumpleaños!— dijimos todos al unísono.
Daichi estaba feliz, se notaba. ¿Quién no lo estaría después de todos los regalos, las risas y las bromas?Ya era hora de irnos a casa.
Esta vez, Daichi me esperó. Lo que me hizo sonreír alegremente.—¿Y bien? ¿Cuándo me darás tu regalo?— preguntó mientras me acompañaba a mi casa.
Me puse nervioso de nuevo y me empecé a sonrojar otra vez. Allí fue cuando me paré y Daichi me miró extrañado.
—C-cierra los ojos —le pedí.
Él dudó un poco, pero los cerró. "Vamos, es ahora o nunca" pensé.
Me acerqué a él lentamente y puse mis manos sobre sus hombros, seguidamente me puse de puntillas.
El problema fue... Que en vez de darle un beso en la boca, se lo di en la mejilla por vergüenza y nervios.
Daichi abrió los ojos, no parecía sorprendido y sonrió.
—¿No crees que habría sido mejor en los labios?Me sonrojé mucho más ante esa pregunta, y por lo que pude apreciar, le hizo gracia a Daichi. Ya que, se rió un poco.
Yo me quedé sin palabras.
Daichi me abrazó por la cintura y me atrajo a él. Antes de que pudiera decirle algo, me plantó un beso en los labios.
Nos quedamos abrazados durante un rato.—T-te quiero Daichi... ¡Feliz cumpleaños!
—¡Este es el mejor regalo de cumpleaños del mundo! ¡Te quiero Koushi!Waaa~ Mi primer One-Shot!
¡Espero que les guste!
~Lunnie