~ 𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 16 ~

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𝕊𝕖𝕟𝕥𝕚𝕞𝕚𝕖𝕟𝕥𝕠𝕤 𝕀𝕀

—Le agradas— Anne se recostó en su silla, arqueando las cejas de sorpresa. 

— ¿Él te dijo eso?—

—No directamente, claro—dijo  Taehyung—  pero él dijo que tú eres quien menos lo ha molestado de todos. 

— Ese es el mejor no-cumplido que he recibido — dijo ella  riendo un poco. 

—¿No puedes regresar?—preguntó Taehyung, incapaz de alejar el tono de suplica en su voz—¿No sería mejor para él que tuviera un psiquiatra que le agrade? —

—Eso ciertamente ayuda mucho, sí. — Anne frunció el ceño, lamiéndose los dientes mientras pensaba. — ¿Cómo actúa contigo? —preguntó finalmente—  ¿Habla contigo? 

—No acerca de las cosas que me gustarían saber —dijo Taehyung con un suspiro—  Cuando le pregunto me evita, así que dejo de intentarlo. 

— ¿Estás teniendo cuidado?— preguntó, mirándolo de cerca, al igual que su madre lo hacía cuando estaba pequeño, preguntándose si se había robado una galleta antes de la cena. — Como dije, visitarlo y hablar con él, pero ten cuidado de que no te atraiga igual que lo hizo con el otro oficial. — Taehyung tragó saliva. Siempre había sido un mal mentiroso, pero tenía que mantener una cara seria. Estaba seguro que Jungkook ya había logrado atraerlo.

 — Soy cuidadoso — dijo, no completamente seguro de que eso era verdad. Tal vez no era tan cuidadoso como debería, pero no ayudaba el hecho de que él no tuviera el miedo que todos los demás le tenían. 

— Bien — asintió Anne —  Tienes razón, voy a pensar acerca de lo de regresar— Taehyung estaba muy agradecido. 

*** 

El siguiente día fue muy agitado. Hubo un robo a mano armada en la ciudad, donde el dueño de un banco había sido encerrado dentro de la bóveda y Taehyung fue uno de las personas elegidas para ir a ayudar. Se puso un chaleco antibalas y junto con Namjoon, Yoongi y uno de los viejos oficiales que Taehyung no conocía, entraron en el banco. La adrenalina había estado bombeando dentro de sus venas, mientras caminaban hacia el interior, hacia la bóveda, con las armas listas, en constante alerta ante cualquier movimiento o sonido. 

Había sido estimulante y Taehyung aún lo sentía cuando regresaron a la estación. Todo había salido bien, había sido un robo de aficionados y el chico (alrededor de los diecinueve años) se había entregado al ver que muchos oficiales estaban en la escena.

 Su primer pensamiento cuando regresó, fue que tenía que contárselo a Jungkook. Tenía que decirle lo que había hecho y lo increíble que se había sentido al poder ser finalmente capaz de hacer algo. Jungkook no estaba muy impresionado.

— ¿Eso es todo? — dijo, cuando Taehyung había terminado de contar su relato, bajándolo de las nubes cuando habló con tono desinteresado— Taehyung, fue ridículo. No hubo acción en lo absoluto. Eso fue, como, tres horas de juegos sexuales sin orgasmo. ¿Ni siquiera disparaste un arma?— Taehyung frunció el ceño. 

— No hubo necesidad de eso. Jungkook, arruinaste mi historia—casi gimió, lo que hizo que Jungkook rodara los ojos. 

— Ridículo. 

— Como sea —se quejó Taehyung cruzando los brazos. 

— Dime, ¿alguna vez has disparado un arma?—

 — Por supuesto que sí — dijo Taehyung, con mala cara. — Entrenamiento.

 — Pero no mientras trabajas aquí— Taehyung negó con la cabeza. No había ninguna necesidad de eso. 

* 𝕆𝕦𝕥𝕣𝕚𝕘𝕙𝕥 𝔻𝕖𝕔𝕖𝕡𝕥𝕚𝕠𝕟 *Donde viven las historias. Descúbrelo ahora