MANUAL PARA SOPORTAR A PCY.

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Mori Sunlee o Lily era una obstinada pero atractiva chica japonesa de mal carácter y paciencia inexistente que ha trabajado duro en su récord educativo desde que tiene memoria. Posee una inteligencia y razón de una mujer madura y una responsabilidad pura que le otorgaron el puesto de presidenta de la clase B por cuarto año consecutivo, el mismo que ha sabido aprovechar sacando adelante su salón como ningún otro. Bastante adorada por cada uno de los profesores pero odiada por alumnos, incluso podía ser temida. Poseía una cruda verdad sin filtro que le sumaba más odio de la mayoría de la población estudiantil, a su vez también tenía encanto para conseguir lo que quería. No era muy abierta con las personas porque su único propósito era estudiar y lograr buenos resultados en su vida con ello, sin embargo estaba rodeada de tres desequilibradas chicas más y un chico que hacían un contraste tan diferente con su personalidad.

   Como presidenta de la clase, la joven Sun se encargaba de festivales, de guiar a algún alumno de su curso y de eventos extracurriculares en el instituto, y como era de esperarse a mediados de junio ha comenzado un nuevo evento con el propósito de atraer nuevos alumnos para el año entrante, como todo los años. Lily ya conocía el protocolo de cada una de las actividades, sin embargo éste prometía diferencias a los años anteriores, no solo por ser ligeramente más grande, sino, porque a su vez se haría a la par que el festival del dragón.

El festival consistía en una feria durante una semana en la que se realizarían juegos, bailes, presentaciones y demás de parte de los alumnos como nota final, era obligatoria participación, y ahora que se uniría con el evento de atracción de más alumnos solo significaba trabajo desbordante para ella y cada uno de los presidentes. Como método de ayuda el director y la junta de profesores tomaron como medida obligatoria que cada clase eligiera dos ayudantes para cada presidente. La clase A habían elegido para Baekhyun, su amigo y presidente, dos chicas que a duras penas reconocería. Los del C habían escogido para Kim Seokjin, un sujeto de cuadro de honor llamado Kim Junmyeon y un chino de nombre Luhan. Pero los del B no habían escogido todavía, así que debían ponerse en orden para iniciar las verdaderas actividades y estar manos a la obra con el trabajo duro.

    —Yo voto por Jaebum. — una larga fila de alumnos levantaron la mano de acuerdo, sin embargo eran dos personas para ayudarla, y solo tenían una. Nadie más quería acercarse a Sun Lee y no podían ser asesinados por ello puesto a que se entendía por completo. La mayoría la describiría como una arpía. El salón quedó en silencio completo por un largo rato hasta que Lily se levantó de su asiento de un tirón y habló autoritaria.

   —No necesitamos a nadie más. — decidió. Algunos comenzaron a murmurar hasta que uno de ellos se levantó para hablar, era Kim Jongdae.

   —El director dio una orden, Sun.

   —Y yo no puedo hacer más que seguirla, Kim. — concordó. —Pero no hago milagros. Tampoco obligo a nadie. — y lo hizo sentar con sus palabras. La puerta de madera hizo un chirrido desesperante en ése momento al abrirse, una pelirroja melena se asomó a tropezones y una vez dentro del aula cayó al suelo, el chico se levantó sin ningún problema y se sacudió su uniforme del polvo, intentando actuar natural. Algunos rieron mientras que Sun se quedó en su lugar mirándolo seria, como siempre.

   El desastre había abierto la puerta del aula de 4to B.

   —Perdón por la tardanza, ya saben como es el metro. ¡Uff!— exclamó. Jongdae rió escandaloso.

   —Tu tienes chófer, Chanyeol.

  —Cierto... — más risas. —Pero ya sabes, se quedó dormido.

  —Chanyeol, ésta es la última clase del día.

  —El no es de madrugar mucho. — explicó. Siguió su camino y se sentó sobre una mesa naturalmente. Intentó acomodarse su corbata pero terminó frustrándose y de un tirón la desamarró por completo, dejándola colgada alrededor de su cuello. Algunos suspiros femeninos se escucharon. —¿Y de qué es la reunión?— preguntó.

   Lee intentaba mantener la paciencia de la que carecía con ése chico.

   —Necesitamos ayudantes para los dos festivales. — explicó algo bajo la alumna Son Wendy. Chanyeol la miró y le sonrió asintiendo. Ella pareció sonrojarse.

   —¿Y cuál es el problema?— cuestionó. La incomodidad se reflejó en algunos rostros a excepción del de Lee que seguía completamente ajena a emociones demostrativas. Dos alumnos más se unieron a la conversación.

  —B-bueno...

   —Nos falta alguien.

   —¿Es tan difícil escoger a alguien?— preguntó Chanyeol, desorientado.

   Quedaron en silencio.

   —El problema no es escoger a alguien, Park. — habló Lily recibiendo toda la atención. —El problema es que no quieren hacerlo de forma arbitraria pero ninguno quiere participar tampoco. Ya elegimos a alguien, Jaebum, más que suficiente. De hecho, ya era suficiente solo conmigo. —  se cruzó de brazos. —Me parece ridícula esta votación. — señaló con su cabeza la pizarra con nombres de posibles ayudantes. Chanyeol sonrió y le arrebató el borrador y marcador a Jongdae, se acercó a la pizarra y borró todos y cada uno de los nombres a excepción del de Im Jaebum y en medio escribió exageradamente grande su nombre. Se giró y sonrió complacido, sacudiendo sus manos como si fuese terminado un trabajo.

   —Está listo.

   Lily rió sarcástica.

   —No. — negó al instante.

   —Sí.

  —Necesito a alguien responsable.

  —Listo. — repitió el alto.

  —Alguien con buen juicio. — se opuso otra vez.

   —Listo.

  —Necesito a alguien inteligente, Park. — Se acercó a ella y rodeó sus hombros con su brazo y tanto ella como todos los alumnos que estaban presenciándolo se sorprendieron cuando el hizo contacto con Lee. Chanyeol solo pudo ensanchar más su sonrisa a pesar de que le acababan de decir idiota y repitió por última vez las palabras que encadenarían a Sun Lee a su lado por un buen tiempo:

   —Listo.