Capítulo I

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New York City, conocida como «la ciudad que nunca duerme».”la gran manzana” “La capital del mundo”… y otras denominaciones más… que ahora no las recuerdo precisamente…

Con sus cinco estados era la ciudad que alberga al menos una persona proveniente de cualquier parte del mundo, ciudad donde todos los idiomas hayan encontrado su maravillosa “Torre de Babel” en el siglo XXI, y así como uno de ellos, lo era mi familia, inmigrantes coreanos, que habían resuelto establecer su vida en esta fantástica ciudad…

Como cada mañana me levanto a hacer ejercicio, me gusta correr todas las mañanas, es un gran relajo mío, mi vida es así, rutinaria, podría decirse que algo amargada, claro que yo siempre no fuí así.

Mi nombre es Kim Hyung Jun, tengo 25 años, estudio Administración, en la Universidad de Columbia, para ser mas exactos estoy siguiendo un MBA, recorro casi la mitad de la ciudad, y siempre que necesito de él, vengo aquí a refugiarme y recordar los bellos momentos que compartimos, de quién hablo, pues… del hombre que quizás marco mi vida para siempre… por el único por la cual derramo algunas lágrimas… mi padre, la única persona con la que realmente alguna vez llegue a sonreír… supongo.

Luego de pasar un momento con mi padre, llego a casa, he allí el motivo principal de que relaje mi cuerpo atravesando la mitad de la ciudad, mi familia…

Mamá, Kim Nam Mi, surcoreana-americana, es decir mamá había nacido en Corea pero cuando cumplió los 3 años fue llevada a vivir aquí, a New York. Aquí es donde mamá conoció a papá, aunque papá provenía de la típica familia surcoreana, no encontró ninguna dificultad el casarse con una digamos… americana, porque eso es lo que era mamá, a pesar de tener raíces coreanas, no seguía por así decirlo el prototipo de ellos, eso no quiere decir que mamá no conociera lo que es ser una coreana. He ahí el primer defecto que mi abuela encontró en mamá, además de ser católica claro está, por supuesto mi abuela era cristiana.

Mi abuela Kim Yeong Min, a diferencia de mamá llevaba estrictamente las costumbres coreanas al pie de la regla, dentro de ello era algo que totalmente detestaba, que por el hecho de ser tal, debía escoger ella con quién debía casarme y sobre todo elegir cuando. ¡Absurda idea!

Día agotador el que me esperaba…

Al llegar a casa de vuelta de la inmensa maratón que realicé, he ahí de nuevo algo que realmente odiaba ver, la correspondencia, bueno en realidad odiaba todo, nada era bueno para mí… ¡Ufff! Cuentas, cuentas y más cuentas.

Jun:: Mamá, acaba de llegar la correspondencia – no contesta – mamá
Sra Kim:: Aquí hijo en la cocina, ¿Dónde estabas, porque demoraste?
Jun:: Fuí al parque – respondí, mientras barajeaba la correspondencia.
Sra Kim:: ¿Al parque?
Jun:: ¡Si!
Sra Kim:: ¿Para qué?
Jun:: Para encontrarme con mi ‘novio’… - enfaticé la palabra ‘novio’
Sra Kim:: Claro hijo, y yo soy Jenifer Lopez, jajaja – si eso era cierto, era muy gracioso el hecho que tuviera novio, casi imposible digámoslo así, era un tema que usaba para contentar a mi madre, mientras me alejaba, empezaba a nombrar los sobres…
Jun:: Cuenta de luz, cuenta del banco, hipoteca – paso uno a uno los sobres de las cuentas - ¡Ah! Este dice remitente, SM, tiene un sello de - lo reviso otra vez – ¿privado-confidencial?
Sra Kim:: Ese es mío -. Lo arranca prácticamente de mis manos – como quieras – al verla noté que tenia lágrimas en los ojos.
Jun:: ¿Mamá, acaso estuviste llorando? – le pregunto de lejos.
Sra Kim:: Claro que no, tú si lo hiciste… - señala mis ojos mientras gira y sonríe cálidamente, como escondiendo esas pequeñas lágrimas de mí…
Jun:: No es cierto – giraba estrepitosamente mientras, ocultaba la verdad…

¡Si! Mamá y yo nos mentíamos cada vez, el mostrarnos llorar seria mostrarnos debilidad, y eso no podía pasar. No al menos en una casa donde ahora ambos éramos cabezas de hogar…

QUIZÁS EL MAÑANA NUNCA REGRESE OTRA VEZ (MINJUN, HYUNSAENG)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora