Capítulo 5

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El tiempo pasó y Darío cada vez era más celoso, más posesivo, o quizás simplemente ahora estaba dando de ver quién era realmente. Sin embargo Yuli aún seguía con él. Ella poco a poco comenzó a alejarse de sus amistades, de vestirse como le gustaba, dejo de salir a bailar, incluso su personalidad cambió. Lloraba más de lo que reía y eso, eso ya no era bueno.


— Hoy cumplimos tres años juntos, ¿No sé qué regalarle? ¿Tú qué me recomiendas ¿ah Mariana? — pregunto Yuli mientras escribía algunas cosas de la universidad.

— Que lo dejes... — le respondió su amiga muy sería, Yuli achico los ojos con incredulidad.

— ¿Como me dices eso Mariana? en ocasiones mirá que de verdad no te entiendo, te morías porque dejará a Esteban — Yuli frunció el entrecejo, puesto que realmente nunca fueron nada, más que "amigos" –. Bueno, a que no saliera con Esteban, incluso tu misma hiciste que Darío me hablara ¿Y ahora me dices que lo deje? Eres incoherente ¿Sabes?

— ¡Pues si hubiera sabido cómo era jamás te habría dicho que salieras con él! y realmente me culpó Yulianna, ahora sé que hice mal, ni siquiera conocía a Darío y te empujé a él, ¡vive manipulandote! — Yuli se quedó en silencio, pero no por mucho.

— Oye, yo amo a Darío, y soy muy feliz con él, y no es nada como dices tú Mariana, él me ama y se preocupa por mi.

— ¿A sí? y si eres tan feliz como dices dime porque ya no sonríes como antes, ¿Por que ya no usas la ropa que tanto te gustaba? ¿Porque ya no sales con nuestros compañeros de universidad? ¿Díme? ¿Si eres feliz, díme porque casi siempre estás llorando?

— No es así, no es como lo dices. Él es un chico genial y muy tierno, yo lo amo Mariana, nada va a cambiar lo que pienso de él. Ni lo que tú pienses ni lo que mi madre diga, se que en ocasiones se enoja mucho, pero es que yo lo desespero, soy desesperante y atolondrada, lo saco de quicio — su mejor amiga no podía creer lo que salía de los labios de Yuli, le molestó demasíado que pensara de esa manera.

— ¡Noo! Yulianna, no es posible que pienses de esa manera, ¡por favor! ¿cómo va a ser tu culpa que él sea un loco posesivo? ¡jamás! escúchame bien, ¡jamás creas que es tú culpa! Eso es violencia psicológica, y él está sabiendo muy bien como manipularte.

— Yo...

— ¡Yulianna! — se escuchó una voz a lo lejos. Era Darío, siempre se encontraban entre los descansos de clases. Yuli se levantó a prisa puesto que a Darío ya no le agradaba que charlará tanto con Mariana, decía que ella solo le metía estúpidas ideas en la cabeza.

— Nos vemos luego Mari, — se despidió dándole un beso rápido en la mejilla. Mariana puso los ojos en blanco.

— Hasta luego Yuli, ¡Y piensa lo que te dije por favor! — medio grito ésto último pues Yuli ya iba corriendo hacia Darío.

(...)

— Mamá... ¿Que me pongo? hoy cumplimos 3 años, quiero estar bonita para él.

— Awww mi niña hermosa, tú ya eres preciosa te pongas lo que te pongas, no hay necesidad de esmerarse tanto. ¿Y si te llevas el vestido rojo de la graduación? hace mucho no lo usas y te ves preciosa con el — Yuli se lo pensó un buen rato, pero luego recordó el teatrito que Darío le armó diciendo que todos los hombres la estaban mirando, que cuando volviera a usar ese vestido regresaría desnuda pues eso era lo que ella quería, que todos la mirarán.

— Mmmm no mamá, ese ya no me queda, ¿no ves que he subido unos kilos? parezco una ballena embutida dentro de el. — Eso también se lo había dicho Darío cuando fueron a cenar y el le pidió una ensalada y agua alegando que últimamente había subido mucho de peso que él no saldría con una gorda.

— ¿Ballena? ¡¿De dónde rayos has sacado eso?! estas incluso más delgada que cuando lo compramos. A ver... mírame Yulianna — se sentó en un banco frente a su hija —. ¿Acaso eso te lo ha dicho Darío? ¿Él te ha dicho eso?  — Yuli se removió incómoda en su lugar, y miró por la ventana.

— No mamá, obviamente él no ha sido.

— Entonces de donde han salido esos locos pensamientos Yulianna.

— Pues el espejo mamá, ¡el lo  a hace a diario!

—Tú nunca has sido una muchacha insegura, pero desde que estás con Darío te veo triste, apagada, ya no eres la misma hija. Y no me gusta, se supone que una relación es para apoyarse, ser felices y yo no veo eso en ustedes... Yuli, ya no quiero que veas mas a Darío, él es demasiado posesivo, celoso, incluso creo que podría ser un golpeador, ya no quiero que te haga daño hija. — Yuli abrió los ojos como platos, no podía creer lo que su mamá le estaba pidiendo, ella nunca le había desobedecido en nada, pero no podía dejar a Darío, ¡Le amaba!

— Pero mamá... no puedo, no puedo dejarlo, ¡yo lo amo! – su mamá negó tristemente.

— No Yuli, lo que tú tienes con él ya no es amor, él no es bueno, ¿no lo ves hija?

— ¡¿Entonces que es?! ehh... — Exclamó levantándose de la cama claramente molesta.

— ¡Es una relación enfermiza y tóxica Yuli! ésto no te llevará a nada bueno, comprende por favor, Darío no es bueno, necesita ayuda, y mientras no lo acepte no la recibirá, y te seguirá dañando.

— ¡No mamá! basta, ésta es mi vida y haré lo que yo quiera, voy a estar con quién yo quiera. Tengo suficiente edad como para tomar mis propias decisiones, y decidió seguir con él porque lo amo madre.

—Yuli... hija...

— No madre, basta. — A continuación Yuli salió de su habitación cerrando de un portazo.

Su madre se quedo sorprendida, su hija jamás había actuado de esa manera, ellas siempre habían sido tan unidas, ¿pero ahora? La desconocía por completo, ésta no era la Yulianna que ella había criado.

Esa noche Yuli no llego a dormir a su casa, su mamá le marco en varias ocasiones, incluso sus hermanos pero ella solo mando un mensaje diciendo que estaba bien, que había ido a dormir a casa de una amiga. A la mañana siguiente fue a casa con Darío, ambos estaban muy serios, y justo cuando su madre planeaba regañar a Yulianna, ambos abrieron la boca soltando una noticia que le helo los huesos...

Se casaban.

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Tras una mirada [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora