Contigo o Sin Ti.《Kookmin》

°Final°

Me halaba del brazo mientras nos dirigimos a nuestra habitación, los dos aún estabamos en pijama que consistía solamente en boxers y una franela algo grande y fresca.

Al estar los dos dentro del lugar, se acercó lentamente hacia mi y comenzó a tocarme los brazos de arriba hacia abajo, no pude evitar cerrar mis ojos, pues sus caricias eran exquisitas. Pasó mi franela sobre mi cabeza dejándome desnudo del torso para arriba, no aguantaba más verlo tapado así que hice lo mismo con la suya.

Lo empujé bruscamente contra la pared y capturé su labios con los mios, mis manos recorrían toda su bien trabajada espalda y él tiraba de los cabellos de mi nuca para así intensificar más nuestro muy intenso beso.

Me giró repentinamente y me abrazo por dentras apretando levemente mis pectorales mientras sentía como su miembro rozaba mi trasero haciendo que soltara un gemido. El solo imaginarme a JungKook dentro de mi me ponía demasiado duro y no sabía si podía esperar más para sentirlo. Poco a poco fuimos caminando hacia la cama donde al recostarme, pude notar como comenzaba a bajarme la ropa interior dejando al descubierto mi culo.

— Me encanta tu cuerpo Jimin.

Sobaba mis glúteos con una suavidad increíble, le daba besos a mis hombros y yo solo sonreía por el acto, era una verdadera delicia. Él se apartó de mi y aproveché para voltearme, se estaba quitando su ultima prenda y no fui capaz de ocultar mi expresión de asombro al ver como su hombría salía disparada ante mis ojos.

Colocó su mano en mi pecho para recostarme en la cama y enseguida se posicionó entre mis piernas haciendo que nuestras partes se rozaran un poco. Me sentía en la gloria; JungKook besaba mi clavícula y yo enterraba mis uñas en su musculosos brazos, era totalmente perfecto.

— ¡Vamos Kook, no aguanto!.

Sonrió al escuchar mis pequeños jadeos para luego meterse un dedo en su boca y bajarlo hasta mi estrecha entrada. Arrugué mi frente al sentir como hundía su dedo en mi y lo movía en circulos; era un sensación torturadora, pero deliciosa al mismo tiempo. Su frente sudaba y no dejaba de besarme mientras metía otro dedo para comenzar a abrirlos y cerrarlos dilatandome.

Los sacó de un solo tirón y yo abrí mis ojos sintiéndome vacío, él dejó de besarme y se colocó recto agarrando su miembro con una mano mientras con la otra subía mi pierna derecha para así tener más acceso a mi cavidad.

Apreté las sabanas cuando sentí que se abría paso dentro de mi, suaves gemidos salían de nuestras bocas y nuestras expresiones de placer eran totalmente complicadas de disimular. No tuvo que esperar mucho para comenzar con sus embestidad, pues esto lo hacíamos casi todos los días y para ser sincero, no me cansaba.

Se tumbo sobre mi colocando sus brazos alrededor de mi cara y pegó su frente a la mia mientras los dos nos moviamos a un ritmo constante. Quitó una mano y con esa misma agarró mi miembro y comenzó a proporcionarme miles y miles de sensaciones divinas; no podía más, sentía que iba a explotar en cualquier momento.

Cada vez le daba más duro y más rápido; el sonido que provocaban nuestros cuerpos al chocar era demasiado erótico y divino. No debaja de bombearme, tanto con su miembro como con su mano, estaba a punto de tener alguna clase de colapso, pues me sentía en el paraiso.

— Voy a correrme.

— Correte para mi Jiminnie.

— Entonces tu también hazlo para mi.

Y fue en ese momento donde sentí un líquido caliente en mi interior seguido de gritos ahogados. Pude ver como al mismo tiempo, manchaba la mano de Kook al igual que mis abdominales; él enseguida se llevó sus dedos a la boca y me saboreo haciendo que mordiera mi labio inferior.

Enseguida salió de mi y se recostó a mi lado, ambos teníamos la respiración agitada y nuestros cuerpos estaban cubiertos por una fina capa brillante que hacía que cada uno de nuestros musculos se notarán más.

— Te amo JungKookie.

— Y yo te amo mucho más mi Jiminnie.

Era bueno saber que después de todo lo que tuve que pasar, al final había logrado estar con él, con mi dulce y hermoso hermano menor.