21. 🔞

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Lamento la espera 🙈

Pero les dejo un regalito 🔥🔥🔥

Volví en sí cuando Victoria me tomó de los hombros para sacudirme.

-¿Sebastian? ¿Estás ahí?

-¿Eh? Ah, sí.

-Te perdiste por varios minutos, ¿estás bien?

-Sí, probablemente es el frío que me congela el cerebro.

-¿Seguro estás bien?- dijo con una expresión seria.

-Estoy bien cariño, no te preocupes- dije acariciando su mejilla.

Cariño...

No estaba seguro del rostro de la mujer de mi sueño, pero recuerdo que era tan dulce como el de Victoria y tan amable como para darme su bufanda. La abracé de pronto, no solo para tenerla cerca sino para revisar si era de verdad lo que estaba pasando. Su figura no se desvanecía, así que esto era solo un deja vú. Uno demasiado vívido.

-Hora de irnos campeón- dijo sonriendo de lado y empezando a caminar.- O nos convertiremos en paletas de hielo.

-Tienes razón, casi no puedo sentir mis extremidades.

Ella tomó mi mano y seguimos caminando por el muelle. Eran las 5 de la tarde, había anochecido y ya íbamos de regreso al hotel. Sentí como si estuviéramos perdiendo el tiempo, pero era invierno en Europa, el peor clima para salir de viaje. No por el hecho de que hubiera tanta nieve, sino porque los días se acortaban y las temperaturas eran increíblemente extremosas. Eso era un gran impedimento. Me sentía como turista, ya debería de haber estado acostumbrado a estas temperaturas.

En cuanto llegamos a la calidez del hotel, sentí como si hubiera estado dentro de un hielo y se estuviera descongelando conforme caminaba por el vestíbulo. Se sentía extraño, pero era como si mis músculos volvieran a la vida después de un aletargamiento eterno.

-¿Qué quieres hacer?- dijo Victoria desplomándose sobre un sillón para tres personas en la sala de espera mientras frotaba sus manos.

-Lo que sea, de lo contrario habremos desperdiciado un día más- dije sentándome frente a ella en una silla.

-Tienes razón, pero mi cuerpo ya no aguanta tanto frío. Algo que es vergonzoso considerando que nací en un país nórdico.

-Eso no es motivo de vergüenza.

-Díselo a los suecos.

Sonreí.

-Debe de haber algo más que hacer aunque sea aquí adentro, espera aquí- le dije mientras me levantaba del sillón y me dirigía a la recepción.

-Buenas tardes, ¿tienen algún plan de actividades dentro del hotel?- pregunté a la recepcionista de cabello rubio cenizo que sonreía sin razón aparente.

-Por supuesto señor, ¿sería solo para usted?

-No, vengo con mi novia.

Novia.

-Ya veo, tenemos un paquete de parejas. Tiene un costo extra- dijo entregándome un folleto.

Tomé entre mis manos el papel de color rojo fuego y busqué con la mirada el costo hasta que llegué a los números en amarillo. Okay, 50 euros por pareja, no es tan alto como lo pensé e incluye spa, dos horas de jacuzzi y cena romántica.

-Se ve bien- comenté.

-La cena puede ser en su habitación o en uno de los gabinetes del restaurante.

Viena (Sebastian Stan - español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora