TODO PUEDE PASAR- Seventeen- Woozi-y Tu

Capítulo 47: Promesa

El rostro de Woozi y el mío estaba tan afligido.

Poco a poco, estábamos concientes de que si seguíamos corriendo, nos cansaríamos y ellos nos alcanzarían.

Sabía que ellos estaban conscientes de eso.

- Woozi, no creo poder más...

Mis pasos se debilitaban.

Woozi: ¡Sigue, vamos!.

Él intentaba jalárme con la fuerza que le quedaba, sin soltar mi mano en ningún momento.

Estuve nueve meses haciendo casi nada, y otros meses en descanso, mi condición física para correr no era la mejor, no era la misma condición que tenía hace tiempo.

A eso se le podría llamar, "efectos después del embarazo".

¡¿Y porqué justo ahora?!.

Por culpa mía, Woozi se estaba forzando en avanzar conmigo, y en lo único que ayudaba era en alentar a Woozi.

No quería que nos alcanzaran.

Si ambos eramos atrapados, ¿que sería de JiHonnie y JiHana?, amenos necesitan a uno de nosotros ahora.

Ellos necesitan de sus padres ahora, y nadie sabe donde estábamos, ni siquiera nosotros sabíamos en donde nos encontrábamos.

No puedo permitir que ellos se queden solos.

Amenos, que uno de nosotros esté con ellos.

Amenos uno de nosotros.

Woozi: ¡Vamos! ¡casi llegaremos a la carretera y pediremos ayuda!.

Le era tan fácil decirlo, pero somi y compañía se encontraban a escasos metros de nosotros.

Somi: ¡No lo permitiré!.

Por mi JiHoonie, por mi JiHana...

Uno debe de hacer todo por los hijos, ahora puedo comprender bien a mamá.

Supongo que era mi turno de ser secuestrada.

También, lo haré por Woozi.

Uno de los acompañantes de Somi estaba por alcanzarnos.

- Woozi, por favor, no des la vuelta por ningún motivo, y cuida de JiHonnie y JiHana.

Woozi: ¡¿Qué estas diciendo?!, ¡podremos lograrlo!. - Me miró con desesperación.

- Tú si, pero yo no.

Woozi: ¡No pienso abandonarte!. - Forzó aún mas nuestras manos unidas.

- Woozi, te lo pido, no voltees y sigue corriendo. - Rogué, hasta con mis ojos.

Woozi: ¡Pero!.

- Arropa bien a JiHoonie y a JiHana por mí, diles que...los amo.

Woozi: Por favor, sigue conmigo, sigamos.

En su cara podía notar que lo que le decía, le afectaba.

Sonreí con calidez, negando.

- Te amo.

Y con la fuerza que me quedaba, solté nuestras manos, y lo empujé hacía adelante.

Y así, decidí noquear a esos cuatro sujetos, arrojé todo el pesor de mi cuerpo hacía ellos.