Introducción

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Era otoño. Las hojas caían anaranjadas y secas de los árboles del parque de la ciudad. Y en una banca, se encontraba la pequeña Azúl, pintando con crayolas.
Su mejor amigo Ángel llegó tímido hasta su lugar.

- Hola Azúl- dijo con una sonrisa.- ¿ me puedo sentar?-

Ella lo miró y se alegró de verlo allí.Le asintió con la cabeza y luego un abrazo. A ella le gustaba Ángel aunque solo fueran grandes amigos. El se sentó a su lado.

-¿Qué dibujas?- preguntó Ángel,fijando sus ojos claros en las manos de su compañera. En el papel se asomaban dos personitas pintadas de celeste.

-Somos tú y yo- dijo ella y empezó a pintar un semicírculo rojo sobre el papel, el cual fué interrumpido por una mano que agarró las crayolas con fuerza.

Era Bruce, un típico brabucón de su colegio, quien se burlaba señalándolos:

-jajá, miren a la parejita pintando con crayolas.-

Ángel frunció el seño y le dijo con tono decidido:
-Déjanos tranquilos-

-¿ Qué te pasa? ¿los interrumpo?- siguió Bruce y le arrebató los otros  crayones a Azúl, mientras parecía disfrutarlo.

-Devuélvele los crayones- insistió Ángel

-¡ dámelos !- gritó azúl

- ¡cómo lloran¡- alzó la voz Bruce y partió los crayones.

Al ver esto, Azúl empezó a llorar.

Ángel recogió los crayones del piso preocupado.

-Azúl,no llores- dijo y unió los crayones con las manos, y al cabo de unos segundos,  volvieron a su estado inicial. Azúl y Bruce se quedaron impactados.

Ángel le puso los crayones en la mano a Azúl como nuevos.

Bruce gritó asombrado -¿ Cómo hiciste eso?-

Ángel se acercó a su oído con expresión serena y le dijo:
- como estos crayones se unieron de nuevo, puedo partir a alguien en poco tiempo-.

Bruce salió asustado y callado, corriendo del lugar.

Ángel le sonrió a Azúl, quien lo miraba estupefacta.

-vaya, no sé como lo hiciste, Ángel...- dijo al fin sin dejar su expresión de asombro-pero fué increíble-

El la miró a los ojos con el rostro algo  sonrojado, tomó sus manos y dijo con expresión  de seriedad:
- Azúl,  siempre te voy a proteger- luego sonrió y la abrazó. Ella, muy alegre le devolvió el abrazo.

Luego ella continuó con su dibujo, pintando el semi círculo convirtiendolo lentamente en el corazón,y le dijo a Ángel:
-¿lo ves? Somos tu y yo Ángel, tu y yo nos queremos...- pero al mirar a su lado no había nadie.

-¡¿Ángel?!- gritó azúl al aire.

-¡¿Ángel donde estás?! -  gritó a la banca vacía, y a las hojas secas que arrastraba el viento con fuerza.

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